• En un país
con minería, petróleo, volcanes y sismos, es fundamental
incrementar el trabajo científico del área y participar
de forma más activa en los retos globales, afirmó
Jaime Urrutia Fucugauchi, investigador del IGf de la UNAM
• Instituido en 1970, el Día de la Tierra se conmemora
cada 22 de abril para hacer conciencia de la importancia de cuidar
el planeta
Reducir los efectos que en la población
tienen desastres naturales como sismos, tsunamis, erupciones volcánicas
e inundaciones; aumentar las alternativas verdes para las ciudades
mediante la creación de geoparques y la generación de
energía solar y eólica, así como mitigar las
consecuencias del cambio climático global, son algunos de los
grandes retos globales que enfrentan las ciencias de la Tierra.
A ellos se suma, para el caso de México,
la necesidad de impulsar desde la educación primaria el estudio
de las geociencias, y aumentar la cantidad de científicos en
el área, que son competitivos a nivel internacional pero aún
son muy pocos, consideró Jaime Urrutia Fucugauchi, investigador
del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
En el Día de la Tierra, que se conmemora
el 22 de abril, el especialista en geociencias y Premio Nacional de
Ciencias y Artes 2009, urgió a incrementar la presencia de
científicos mexicanos en proyectos globales de estas áreas
del conocimiento.
“Podríamos aprovechar mucho
más los programas científicos internacionales que abordan
temas de geociencias, pues como nación hemos disminuido el
impacto científico que teníamos en la región
de América Latina y el Caribe, y tenemos el potencial para
lograr una mayor presencia en el mundo”, consideró.
Líder mundial del proyecto del Cráter
Chicxulub, Urrutia Fucugauchi formó parte del Comité
Directivo del programa sobre el Año Internacional del Planeta
Tierra, y participa en la Iniciativa Global de Geociencias y el Instituto
de Planeta Tierra, dentro de los esfuerzos internacionales que abordan
estas problemáticas.
México requiere políticas públicas
que aprovechen e incrementen la indagación que se hace en el
país, así como mayores esfuerzos para que el conocimiento
científico generado aquí repercuta en el ámbito
social y en el desarrollo nacional, añadió.
El nuestro es un país rico en recursos
naturales explotables, como la minería y el petróleo;
tiene una importante actividad sísmica y volcánica,
pero en la educación básica la enseñanza sobre
estas materias se ha reducido, y a nivel de investigación es
relativamente limitada la aportación nacional para contribuir
a entender los problemas de la Tierra.
Consumidores tecnológicos
El universitario destacó que, con
escasos estudios científicos propios, nos convertimos cada
vez más en importadores y consumidores de tecnología.
“En los últimos años,
la balanza comercial en el área indica que compramos la mayor
parte y vendemos poco. Nos hemos vuelto una economía muy dependiente
de servicios y de consumo en estos campos”, señaló.
En los países avanzados trabajan de
manera conjunta las universidades, las grandes empresas y el gobierno
para generar desarrollos y patentes que se comercializan y van al
mercado, pero en México esa tríada requiere reforzarse.
Día de la Tierra, a favor del planeta
El Día de la Tierra, que se conmemora
cada 22 de abril, tiene sus antecedentes en 1969, en una Conferencia
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y en 1970 en Estados Unidos, por
iniciativa del senador Gaylord Nelson, para crear conciencia acerca
de temas como la contaminación, el agujero en la capa de ozono,
el crecimiento poblacional y la conservación de la biodiversidad.
“En su inicio, la efeméride
se propuso para el 21 de marzo, fecha que coincidía con el
equinoccio de primavera, pero la iniciativa fue cambiada para el 22
de abril. Esto ha permitido que muchos países se sumaran”,
recordó.
A fines de la década de 1980, la UNESCO
acogió la conmemoración, que desde 2005 es reconocida
por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y todos sus
países integrantes como el Día Internacional de la Madre
Tierra, término propuesto por la representación de Bolivia
para añadir al concepto ambiental uno cultural que enfatice
la importancia armonizar con la naturaleza.
El objetivo es recordar que el planeta y
sus ecosistemas son el hogar de los seres humanos y de numerosos organismos,
y resaltar que, para alcanzar el equilibrio entre las necesidades
económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes
y futuras, es primordial armonizar con la naturaleza.
Este 22 de abril, la ONU invita a los estados
que la integran, a instituciones regionales, a la sociedad civil y
a organizaciones no gubernamentales, a realizar actividades que hagan
conciencia sobre la importancia de estudiar y cuidar el planeta.