• A nivel mundial, es causa
de tres millones de muertes, y ocurren nueve millones de casos nuevos
cada año. En México mantiene una tasa, desde principios
de los años 90, de 15 mil enfermos anuales
• Yolanda López Vidal, académica de la Facultad
de Medicina, explicó que se transfiere a través de
gotas de saliva; ocurre en las vías respiratorias superiores
y se acompaña de neumonía
• Su grupo de investigación ha desarrollado al menos
cuatro prototipos de vacunas de segunda generación; “en
fases experimentales hemos demostrado que tienen una mayor eficacia
en contrarrestar la infección que la BCG”
En México, la tuberculosis es aún
un problema de salud pública, pero también de investigación
básica, de métodos diagnósticos, de medidas preventivas
y nuevas terapias, sostuvo Yolanda López Vidal, académica
de la Facultad de Medicina.
Esa enfermedad se transfiere a través
de gotas de saliva; ocurre en las vías respiratorias superiores
y se acompaña de neumonía. En ella intervienen factores
de riesgo como susceptibilidad, inmunodeficiencias, desnutrición
y un nivel socioeconómico bajo, expuso.
En el marco del Día Mundial de la
lucha contra la Tuberculosis, que se celebra este 24 de marzo, la
experta señaló que el agente causante del padecimiento
fue descubierto en 1882, y se le conoce como Bacilo de Koch o Mycobacterium
tuberculosis.
Se contagia con facilidad, porque en las
gotitas de saliva que se expulsan al toser van incluidas de 20 a 100
bacterias, suficientes para que las personas cercanas las inhalen
y el microorganismo se aloje en las vías respiratorias (aunque
además del pulmón, puede albergarse en cualquier otra
parte).
De ahí que sea una de las enfermedades
infecciosas más frecuentes. De hecho, la tercera parte de la
población mundial está infectada, pero sólo 10
por ciento desarrolla el padecimiento, sobre todo niños y adultos
mayores. Los primeros, porque no tienen madurez en el sistema inmune,
y los mayores, porque se encuentran en la etapa de declinación
de la eficiencia de su metabolismo inmunológico, señaló
la académica.
A escala mundial, causa tres millones de
muertes y nueve millones de casos nuevos cada año. En México,
mantiene una tasa, desde principios de los años 90, de 15 mil
casos anuales.
La forma de prevenirla es mediante la aplicación
de la vacuna BCG al momento del nacimiento, en los países donde
la Organización Mundial de la Salud estima que es recomendable
hacerlo, porque no se ha erradicado.
Al respecto, López Vidal explicó
que la inoculación es eficiente contra las formas graves. Para
el resto se requieren otras. Por ello, su grupo de investigación
ha desarrollado al menos cuatro prototipos de segunda generación,
registradas en Fase 1, o experimental, “donde hemos demostrado
que tienen una mayor eficacia en contrarrestar la infección,
comparada con la BCG”.
Existe un grupo de micobacterias pertenecientes
al mismo género que Mycobacterium tuberculosis, llamadas
micobacterias no tuberculosis, algunas de ellas asociadas a patologías
muy parecidas a la neumonía. Viven en el ambiente y estamos
expuestos a ellas todo el tiempo; son frecuentes en el suelo y el
agua.
La universitaria, primera latina en formar
parte de la mesa de asesores para vacunas contra la tuberculosis en
la OMS, ha demostrado que, por ejemplo, Mycobacterium avium es
capaz de modular la protección inducida por la vacuna BCG a
una respuesta tolerogénica.
Asimismo, en colaboración con el Instituto
Nacional de Pediatría, tipificó los aislamientos de
complejo Mycobacterium que infectaban a niños menores
de 18 años en toda la República. “Encontramos
un grupo que pertenece a un agente causal que no es el típico
para humanos, sino de los bovinos, Mycobacterium bovis”.
Ante ese panorama, se han creado vacunas
de segunda generación. Utilizan como “fondo” a
la BCG, y con proteínas recombinadas (cepas genéticamente
manipuladas) que potencian una respuesta inmune efectiva, de tipo
celular.
De igual forma, López Vidal y su alumna
de doctorado, Patricia Orduña Estrada, secuenciaron el genoma
de la BCG México, investigación que dieron a conocer
en la revista BMC Genomics, en septiembre del año
pasado, y que fue el tercer genoma completo de BCG publicado internacionalmente,
sólo después de un grupo francés y otro japonés.
Además, se ha establecido contacto
con Biológicos y Reactivos de México, empresa responsable
de la producción de vacunas en el país, con la meta
de que se vuelva a fabricar la BCG. “la hoy doctora Orduña
se incorporará a las filas de ese grupo para dirigir la producción”.
Mientras tanto, la vacuna de segunda generación
está en un modelo experimental, donde se valora y compara para
demostrar que tiene más ventajas que la original. “Estamos
en proceso de estudio en un hato libre del padecimiento, para luego
realizar estudios en voluntarios humanos”.
Este objetivo requiere financiamiento, conjuntar
intereses y trabajar en equipo. Hemos conseguido algunos aportes para
contar con biomarcadores desarrollados en nuestro laboratorio, que
permitan intervenir en forma temprana y específica en los casos,
y distinguirlos de las infeciones causadas por micobacterias no tuberculosas.
Esto aún no se tiene en el mundo, concluyó López
Vidal.
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