• Participaron en olimpiadas
de Biología, Geografía y Química
Estudiantes universitarios han conquistado, en fechas recientes,
medallas de oro, plata y bronce en competencias de diferente índole,
como geografía y química. A través de ellos,
la UNAM ha cobrado relevancia en diferentes partes del mundo.
Luego de varios años de esfuerzo,
tesón y perseverancia, Isaac Ramírez Enríquez,
estudiante del segundo semestre de Ingeniería en Mecatrónica,
de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, obtuvo medalla de
oro en la Tercera Olimpiada Regional Asia-Pacífico de Geografía
2011, celebrada en Mérida, Yucatán.
El universitario se impuso a contrincantes
de Singapur, Taiwán, Japón y Australia, no sin antes
haber participado en las olimpiadas Mexicana e Internacional de Geografía,
en las que obtuvo experiencia, conocimientos y destrezas para enfrentar
este reto.
Ramírez Enríquez reconoció que lo fundamental
para ganar en esta olimpiada regional fue la experiencia, “es
decir, si te falta habilidad para interpretar mapas y adquirir ciertos
conocimientos, la puedes adquirir mediante el estudio y la constancia,
al igual que el dominio del inglés, idioma oficial del certamen”.
Desde que concluyó su participación en la Olimpiada
Regional de Taiwán, en 2010, el universitario se propuso ir
al siguiente certamen con la mejor formación posible. “Para
ello me preparé, a diario visitaba la página del National
Geographic en Internet, consultaba la sección internacional
de los periódicos y leía libros de geografía
en inglés para asimilar los términos más rápido.
Mi intención era no usar el diccionario en las competencias,
porque quita tiempo”.
No obstante, reconoció que lo que le ocasionó mayores
problemas en la competencia fue el trabajo de campo, por la rudeza,
pues tuvieron que realizarlo en el pueblo mágico de Izamal,
cerca de Mérida, Yucatán. El clima era difícil,
con una temperatura cercana a 40 grados y humedad muy elevada. “Debíamos
analizar todos los factores sociales, económicos y climáticos
de la región, en determinado tiempo”.
Ganar oro le representó muchas cosas, “pero en especial
significa un éxito conjunto con mis profesores, que siempre
me han apoyado, y mis padres, porque mi mamá es maestra de
Ingeniería y siempre me ponía a estudiar inglés
para llegar mejor preparado”, dijo.
Presea de plata
José de Jesús Naveja Romero obtuvo medalla de plata
en la XXII Olimpiada Internacional de Biología, efectuada el
pasado mes de septiembre en Taipei, Taiwán. “Aunque fue
una competencia intensa, demostramos que tenemos el nivel de los participantes
más fuertes, como los de Asia o Europa. Es un orgullo saber
que, esforzándonos, los mexicanos podemos estar entre los mejores”.
Si bien con este tipo de experiencias se obtiene una amplia gama de
conocimientos, en mi opinión, lo más importante es haberme
dado cuenta de que la preparación recibida me permite ser competitivo
a nivel internacional, subrayó.
En ese mismo certamen, Alejandro Rodríguez Gama, alumno de
primer semestre de la licenciatura en Investigación Biomédica,
consiguió el cuarto sitio, y consideró que el camino
no fue fácil, porque tuvo que prepararse, primero, para participar
en el concurso estatal. De este modo obtuvo el pase a la Olimpiada
Nacional, donde consiguió la medalla de oro y finalmente a
los 15 alumnos ganadores de este certamen fueron preparados en la
Facultad de Ciencias de la UNAM. Los mejores fueron seleccionados
para competir en las olimpiadas Internacional e Iberoamericana.
El concurso duró cuatro días y comprendió exámenes
teóricos y prácticos de temas que van desde la biología
celular hasta plantas, animales, biosistemática, ecología
y fisiología, apuntó el universitario.
“Haber participado en este certamen al estar aún en bachillerato
me ayudó a decidir qué quería estudiar. Me siento
contento con mi participación y ahora que estoy en la carrera
creo que puedo hacer cosas mejores en el campo de la investigación
científica”, subrayó.
Par de preseas, de bronce y plata
Desde que entré a las Olimpiadas de
Química, el horizonte de la ciencia se me hizo cada más
amplio y atractivo, dijo Cindy Viridiana Peto Gutiérrez. Para
ella, esto representó además, el hecho de conocer a
jóvenes con sus mismas inquietudes, “es bonito saber
que hay personas con gustos iguales a los tuyos”.
De sus primeras participaciones, la estudiante de licenciatura de
Física en la UNAM, con 18 años de edad, recuerda el
Nacional de la Academia Mexicana de Ciencias, donde obtuvo la medalla
de oro y formó parte de la preselección; sin embargo,
no pudo asistir a la reunión internacional de 2010, en Japón.
El hecho de no viajar al país asiático estimuló
a la originaria de Coatzacoalcos, Veracruz, a prepararse para el siguiente
Nacional, en 2011, donde formó parte de los 15 mejores alumnos,
así como de los cuatro finalistas, junto a un estudiante de
Cosoleacaque, Veracruz, otro de Oaxaca y uno más del Distrito
Federal.
Peto Gutiérrez recordó la medalla de bronce de la XLIII
Olimpiada Internacional de Química en Ankara, Turquía,
en julio del año pasado. Su padre, ingeniero químico
en la planta de Pemex en Coatzacoalcos, inspiró a Cindy para
incursionar en la ciencia. Otra presea que ganó fue la de plata,
en la XVI Olimpiada Iberoamericana de Química, en Tersina,
Brasil, en septiembre de 2011.
La reunión brasileña fue la despedida para Viridiana,
“los estudios en la licenciatura en Física exigen toda
mi atención; pienso dedicarme por completo a mi carrera”,
señaló.
Sobre esta disciplina, Cindy dijo: “Me agrada la materia, pienso
que la ciencia está en todo lo que existe, tiene también
aplicaciones en el mundo cotidiano. Además, siempre me han
gustado las matemáticas”.
Quinta Olimpiada Iberoamericana
Marco Aurelio Tapia Maltos, del primer año de la carrera de
Medicina, obtuvo medalla de bronce en la Quinta Olimpiada Iberoamericana
Costa Rica.
“Los dos últimos años de la preparatoria participé
en la Metropolitana de Biología y en la segunda ocasión
obtuve el pase para concursar a nivel nacional, donde quedé
entre los primeros 14 lugares. Posteriormente, en la FC nos prepararon
e hicieron una selección para determinar quiénes irían
a la Olimpiada Internacional y quiénes a la Iberoamericana,
en la que competí con representantes de Brasil, Argentina,
España, El Salvador, Costa Rica y Portugal”.
En realidad, siempre me han interesado las ciencias, me llama la atención
el trabajo de los investigadores, pero elegí Medicina porque
siento que además de aplicar el conocimiento científico
podré ayudar a las personas, indicó.
“Creo que es importante que los jóvenes de bachillerato
participen en este tipo de concursos porque son experiencias que nos
abren puertas y nos permiten constatar que, si nos esforzamos, podemos
alcanzar las metas propuestas”.
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