Boletín UNAM-DGCS-130
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 29 de febrero de 2012


Manuel Torres Labansat

           


TRES CÁTEDRAS DE INVESTIGACIÓN MARCOS MOSHINSKY PARA JÓVENES ACADÉMICOS UNIVERSITARIOS

 

• En total, siete investigadores recibirán el apoyo; se busca dar un impulso a su ya destacada labor científica
• Recibirán la subvención con la que desarrollarán un proyecto de investigación original “que se espera contribuya de manera importante al desarrollo científico del país”, destacó Manuel Torres Labansat, director del Instituto de Física de la UNAM y director de la Fundación respectiva

Para reconocer a jóvenes científicos destacados en su área de especialización y dar un impulso a sus carreras, la Fundación Marcos Moshinsky otorgó, por primera ocasión, siete cátedras de investigación, de las que tres son para académicos de la UNAM, y cuatro para miembros de instituciones de varios estados de la República Mexicana.

En la primera convocatoria, lanzada en 2011, se recibieron 73 solicitudes. Con base en sus méritos académicos y la originalidad de sus proyectos, se seleccionaron siete: cuatro en ciencias químico-biológicas, dos en ciencias físicas y uno en matemáticas.

Los académicos de la UNAM que fueron seleccionados para recibir las Cátedras de Investigación Marcos Moshinsky son: Tamara Luti Rosenbaum Emir, del Instituto de Fisiología Celular; Florian Luca, del Centro de Ciencias Matemáticas en Morelia, y José Roberto Zenit Camacho, del Instituto de Investigaciones en Materiales.

Asimismo, Jorge Ancheyta Juárez, del Instituto Mexicano del Petróleo; José López Bucio, del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Elías Manjarrez López, del Instituto de Fisiología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y Luis Arturo Ureña López, del Instituto de Física de la Universidad de Guanajuato.

Los galardonados fueron seleccionados por reconocidos científicos mexicanos y recibirán un apoyo económico con el que desarrollarán un proyecto original “que se espera contribuya de manera importante al desarrollo científico del país”, dijo Manuel Torres Labansat, director del Instituto de Física de la UNAM, y director de la Fundación.

Marcos Moshinsky fue una figura fundamental de la física y la ciencia mexicana y siempre se caracterizó por apoyar y formar a jóvenes investigadores. A su muerte, esta labor trascendió al hacer un bondadoso donativo para continuar con el apoyo a estos nuevos científicos, destacó.

Con el apoyo y la colaboración de la Universidad Nacional y del CONACYT se pudo instituir la Fundación, cuya mesa directiva está formada por científicos, como Alejandro Frank, Jorge Flores Valdés, Guillermo Monsivais, Octavio Novaro, Thomas Seligman, Pier Mello y el propio Torres Labansat.

La agrupación tiene como misión impulsar la ciencia en México a través de distintas estrategias. Una de ellas es la creación de las cátedras que buscan constituirse en un homenaje permanente a la labor del físico universitario, subrayó.

Torres Labansat detalló que los jóvenes científicos podrán potenciar su trabajo ya destacado, y hacer uso de los recursos con amplia libertad tanto en tiempo como en forma.

Al término de los dos años de vigencia de la cátedra reportarán sus logros a la Fundación, así como los productos de su trabajo: desde libros, hasta nuevos experimentos y modelos teóricos y experimentales.

Los ganadores

En el área de ciencias químico-biológicas, Tamara Luti Rosenbaum Emir obtuvo la cátedra por su proyecto “Regulación de la Actividad del canal TRPV1 por progesterona”, en el que propone estudiar el funcionamiento del canal iónico TRPV1, responsable de la percepción al dolor.

En una etapa inicial del proyecto, Rosenbaum, del Instituto de Fisiología Celular, descubrió que el funcionamiento de este canal está afectado por una hormona femenina (progesterona). Sugiere una explicación al conocido efecto de mayor tolerancia al dolor por las mujeres que por los hombres; este trabajo tiene perspectivas para la fisiología del dolor.

En el área de ciencias físicas, se otorgó al proyecto “Bio-mecánica de fluidos”, de José Roberto Zenit Camacho, del Instituto de Investigaciones en Materiales, que plantea explorar la mecánica de fluidos en sistemas biológicos como las válvulas cardiacas o el nado de peces. Este tema multidisciplinario ha cobrado gran importancia en la comunidad científica en años recientes, pero su desarrollo es incipiente en México.

El proyecto de Florian Luca, del Centro de Ciencias Matemáticas, está ubicado en esta área y está referido a las llamadas Ecuaciones Diofánticas y la teoría analítica de números.

También en el área químico-biológica, Elías Manjarréz, jefe del Laboratorio de Neurofisiología Integrativa del Instituto de Fisiología de la BUAP, desarrollará un proyecto para caracterizar un sistema reticular para el avance en el conocimiento de la fisiología del sistema nervioso central, con repercusión internacional relevante.

Por su parte, José López Bucio, investigador en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, estudiará la comunicación química entre plantas y bacterias. Mientras que Jorge Ancheyta Juárez, del Instituto Mexicano del Petróleo, desarrollará modelos matemáticos para la simulación, diseño y optimización de reactores durante la conversión de los crudos pesados.

En ciencias físicas, Luis Arturo Ureña López, del Instituto de Física de la Universidad de Guanajuato, presenta un ambicioso proyecto para avanzar en el entendimiento del origen de la materia oscura y la energía oscura.

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Fotos


Manuel Torres Labansat, director del Instituto de Física y de la Fundación Marcos Moshinsky.