Boletín UNAM-DGCS-125
Antiguo Colegio de San Ildefonso.
06:00 hrs. 28 de febrero de 2012


Adam Przeworski

           


LIMITAR EL PODER DEL DINERO SOBRE LA POLÍTICA, CLAVE PARA REDUCIR LA DESIGUALDAD: ADAM PRZEWORSKI

 

• Aumentar la productividad, en especial la de los pobres, es fundamental para desarrollar sociedades más equitativas, dijo el politólogo de la Universidad de Nueva York
• Al participar en el Tercer Congreso Nacional de Ciencias Sociales que se realiza en la UNAM, urgió a repensar sobre el conjunto de las políticas públicas y no centrarse únicamente en la redistribución

Limitar el poder del dinero sobre la política es clave para reducir la desigualdad, consideró el politólogo polaco Adam Przeworski (Varsovia, 1940), investigador de la Universidad de Nueva York, desde 1995.

Al ofrecer la conferencia magistral ¿Redistribución o promoción de la igualdad?, con la que participó en el Tercer Congreso Nacional de Ciencias Sociales que se realiza en la UNAM, Przeworski destacó que el poder del dinero en las democracias no se reduce a la corrupción, sino que la rebasa. “Es inherente al capitalismo, pero puede ser limitado, por ello hay que estudiarlo a fondo de nuevo desde la teoría política”, propuso.

En el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, el filósofo y doctor en ciencia política consideró que, para abatir la desigualdad creciente es importante desarrollar formas de organización en las que los grupos civiles organizados permitan conjuntar recursos dirigidos a los sectores más pobres.

Pero la mayoría de los sistemas políticos se centran en la redistribución, que en muchos países, como los de Europa del Este y América Latina, han aumentado más las inequidades entre los diversos sectores de la sociedad, acotó.

Redistribución, coto de gobiernos

Przeworski explicó que, independientemente del modelo de gobierno, la redistribución ha sido un coto de éstos, que modifican los ingresos ciudadanos (llamados brutos, de mercado, ganados, o “antes de gobierno”) para convertirlos en transferencias e impuestos, con los que se financia el consumo individual y público.

La desigualdad, añadió, frecuentemente se atiende a partir de la redistribución, que en países como Suecia es equitativa porque hay un control mínimo y máximo de salarios, y en naciones como Namibia solamente ha servido para acrecentar las diferencias entre un creciente grupo de pobres y otro reducido de ricos.

“El desequilibrio en los ingresos hace que algunos no acumulen capital, pero toda la economía política se centra en la redistribución económica”, subrayó.

El Estado está presente en toda la redistribución con políticas públicas que, simultáneamente, reducen y aumentan la desigualdad en diversos sectores y crean sistemas irregulares, abundó.

El comunismo impuso una distribución igual para todos, pero resultó ineficiente, mientras que modelos como los títulos de propiedad en forma de acciones generaron una reconcentración rápida, como ocurrió con la privatización de la antigua Checoslovaquia.

Especialista en introducir estadísticas a partir de ingresos, e innovador al incluir la noción de incertidumbre en las democracias, consideró que la socialdemocracia en Europa logró una redistribución más equitativa de ingreso y consumo, como ocurrió en Bulgaria en 1976, y en su natal Polonia, en 1982. “Pero esto cambió en el momento en que dejaron de ser socialdemócratas”, señaló.

Tres caminos de redistribución

Ante una desigualdad que crece más rápido que los esfuerzos por disminuir diferencias entre los sectores sociales de la mayoría de los países, propuso redistribuir a partir de tres caminos: la inversión en capacidades productivas como la educación; el desarrollo de políticas públicas estrechamente dirigidas a aumentar la capacidad productiva de los pobres, y la creación de infraestructura y capacidad administrativa para diagnosticar problemas y orientar políticas.

En el evento, el moderador Willibald Sonnleitner, investigador de El Colegio de México, consideró que las propuestas de Przeworski ponen “el dedo en la llaga” respecto a los problemas más urgentes de América Latina.

Trayectoria

Adam Przeworski se graduó como filósofo en la Universidad de Varsovia en 1961 y estudió un doctorado en ciencia política en Estados Unidos. Su carrera como teórico y analista de las sociedades democráticas lo ha posicionado como uno de los más emblemáticos teóricos de la democracia y la economía política.

Su labor docente ha sido galardonada con la distinción Martin A Ryerson en la Universidad de Chicago. Recientemente obtuvo el premio Johann Skytte en Ciencia Política, que otorga la Fundación Skytte de la Universidad de Uppsala. Actualmente tiene la cátedra Family Wilf en el Departamento de Política de la Universidad de Nueva York.

Por años desarrolló investigación como visitante en varios países, que incluyen India, Gran Bretaña, Francia y Chile. Desde 1991, es miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias, y en el año 2001, compartió el Premio Woodrow Wilson por el libro Democracia y Desarrollo. Por varios años fue miembro del Grupo de Septiembre de Marxistas Analíticos, que abandonó en la década de los 90.

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Fotos


Adam Przeworski, investigador de la Universidad de Nueva York, ofreció la conferencia magistral ¿Redistribución o promoción de la igualdad?, en el Tercer Congreso Nacional de Ciencias Sociales que se realiza en la UNAM.