Boletín UNAM-DGCS-122
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 27 de febrero de 2012


José Viesca Treviño

           


ACREDITAN POR CINCO AÑOS LAS SEIS LICENCIATURAS QUE IMPARTE LA ESCUELA NACIONAL DE MÚSICA DE LA UNAM

 

• El CAESA evaluó favorablemente la calidad, pertinencia y suficiencia de los programas educativos
• Es la única institución del país en su género que tiene acreditadas todas las carreras que ofrece

El Consejo para la Acreditación de la Enseñanza Superior de las Artes (CAESA) acreditó por cinco años las seis licenciaturas que se imparten en la Escuela Nacional de Música (ENM) de la UNAM.

Mediante este proceso, dicho organismo evaluó la calidad, pertinencia y suficiencia de los programas educativos de las carreras que ofrece esta entidad universitaria, para contribuir a consolidar la excelencia en las actividades de docencia, investigación y extensión de la cultura, destacó Francisco José Viesca Treviño, director de la ENM.

Fueron: Composición, Interpretación (con 20 especialidades), Piano, Canto, Educación Musical y Etnomusicología, apuntó.

“Recurrimos al Consejo para el proceso, porque es un organismo con prestigio nacional que realiza un trabajo serio, con una metodología consistente”, indicó.

Duró aproximadamente un semestre y nos hizo observaciones muy pertinentes y fundamentadas. Primero, la instancia nos proporcionó un listado para que recopiláramos toda la información que tuviéramos relacionada con los recursos humanos, contenidos, la organización, infraestructura, recursos materiales, así como la proyección de nuestra oferta educativa, y todo ello soportado con documentos y testimonios, mencionó.

El trabajo de búsqueda y organización nos condujo de una forma inevitable a que hiciéramos una autoevaluación, la cual consistió en realizar una reflexión seria de la posibilidad de cumplir cabal y de manera realista con la misión y proyección a futuro de nuestros programas educativos, explicó.

Posteriormente, abundó, profesores evaluadores de CAESA visitaron la escuela y se entrevistaron con integrantes de la comunidad, desde profesores y alumnos, hasta personal administrativo, además de hacer una revisión exhaustiva de las instalaciones y documentos que comprobaban todo lo reportado en las carpetas que les proporcionamos.

Asimismo, este proceso abarcó una valoración de los egresados de la Escuela y el contacto con sus empleadores, tanto en instituciones públicas como privadas, apuntó.

Estamos en el proceso de constatar qué fortalezas y debilidades tenemos, que ejecutamos bien ciertos procesos, pero también, cómo podemos mejorar.

Esto es bueno porque no se trata sólo de cumplir con la oferta, sino de aprovechar los recursos al máximo y operar las carreras con la más alta calidad, subrayó.

Al hacer este ejercicio, comentó, percibimos mejor la realidad que vive la Escuela y que necesitamos estar en una revisión permanente con acuerdos con la comunidad para poder hacer nuestro trabajo lo mejor que se pueda.

Aunque todavía no hemos recibido todos los comentarios por parte de CAESA, hasta ahora las observaciones tienen que ver con cuestiones como mejorar la operatividad, la eficiencia terminal y generar mejores condiciones para que los alumnos puedan dedicar mayor tiempo a su formación, refirió.

Sí quedan pendientes y áreas de oportunidad para mejorar, pero cinco años son un tiempo muy favorable para presentar mejoras y resultados importantes en la próxima evaluación, recalcó.

Pero más allá de la acreditación, entre los miembros de la comunidad hay un orgullo, un merecido sentimiento de haber hecho un buen autoanálisis; eso es lo más valioso porque es el resultado del trabajo colectivo, reconoció.

Sin duda, éste es un logro universitario muy importante y si ya estábamos motivados para llegar a ser una escuela de primer nivel, ahora estamos doblemente comprometidos, no sólo en mantener, sino en desarrollar nuestro potencial hasta donde sea posible, concluyó.

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Fotos


Francisco José Viesca Treviño, director de la ENM.