• El diagnóstico y la
atención inmediata de la enfermedad, que se disemina a vías
aéreas, pulmones y corazón, es fundamental para evitar
decesos, dijo Gabriel Loranca Fragoso, de la FO de la UNAM
• Dos consultas dentales al año y visita inmediata
al especialista en caso de dificultad para respirar o deglutir,
dolor bucal o fiebre, son importantes para evitar una emergencia
hospitalaria, alertó
Una infección bucal que combina varios
tipos de bacterias puede ser mortal si no se atiende en el momento
que los microorganismos están concentrados en la boca, pues
éstos se diseminan en cuestión de horas o días
por las vías aéreas, lo que causa dificultad para respirar
y deglutir, así como daños a los pulmones y el corazón.
Se llama angina de Ludwig, y aunque los dentistas
la conocen desde que son estudiantes, para la mayoría de las
personas es desconocida, pero de la que hay que estar alerta si se
presenta dificultad para respirar y deglutir alimentos, fiebre alta,
dolor cervical, inflamación y enrojecimiento del cuello, afirmó
Gabriel Loranca Fragoso, académico del posgrado de la Facultad
de Odontología (FO) de la UNAM.
También puede generar debilidad, fatiga,
cansancio excesivo, babeo, dolor de oído, confusión
mental y habla inusual, parecida a si alguien se expresa mientras
tiene algo en la boca.
De la boca a todos lados
“Se trata de una complicación
emanada de un proceso infeccioso de origen generalmente dental. Las
infecciones de cabeza y cuello, lo que incluye la cavidad oral, son
frecuentes. Lo que no es tan usual es que deriven en una complicación
de este tipo, porque es grave”, precisó Loranca.
Se origina en el piso de la boca y es grave
porque compromete la vía aérea. “La cavidad bucal
es natural, anatómica; el organismo tiene una serie de ganglios
y conglomerados linfáticos que nos protegen de las infecciones,
pero los dientes son fuentes de infección, sobre todo si hay
caries”, señaló.
Al ingresar un grupo de bacterias a los dientes,
se expande hacia varias áreas, como zonas bajo la lengua y
mandíbulas, y llega por las regiones blandas de encías
y dientes a las vías aéreas; es más grave en
caso de pacientes inmuno-deprimidos o con edades extremas, sean bebés
o ancianos.
Puede tener dos complicaciones graves. “La
primera es formar un absceso, que es un líquido de alta densidad
con pus, que genera compresión en la vía aérea
y disminuye el flujo del aire. Este cuadro clínico amerita
una traqueotomía de emergencia, intervención quirúrgica
para producir una abertura que permita la salida del aire”,
detalló.
El absceso se expande al cuello, vías
respiratorias y pulmones, y el paciente se ve como si tuviera papada.
La segunda complicación es menos frecuente;
es la erosión de un vaso, que puede generar una hemorragia
o la entrada de bacterias al torrente sanguíneo, o incluso
una septicemia, una proliferación generalizada de bacterias
en la sangre poco frecuente, pero ocurre en pacientes que tienen otros
problemas de salud.
Prevención
“Es muy importante difundir qué
es la angina de Ludwig, identificar sus síntomas y acudir al
especialista de inmediato en caso de tener algunos de ellos, pues
al diseminarse las bacterias por la vía aérea a otras
zonas del organismo puede ser letal. Si traspasa a las vías
aéreas, es una emergencia médica y el paciente requiere
hospitalización inmediata”, alertó Loranca.
Las principales complicaciones, que ponen
al paciente en riesgo de muerte, son el bloqueo de las vías
respiratorias, una infección generalizada llamada sepsis, que
inunda de bacterias el torrente sanguíneo, y un shock séptico
en el que una infección muy agresiva ocasiona presión
arterial baja (hipotensión).
Loranca recomendó acudir al odontólogo
por lo menos dos veces al año para realizarse revisiones de
rutina, y hacerlo de inmediato en caso de molestias.
Aunque puede ser letal, la angina de Ludwig
es tratable con antibióticos y protección de las vías
respiratorias. La atención inmediata de las infecciones bucales
o dentales puede disminuir el riesgo y el avance de un padecimiento
como éste, finalizó el especialista.
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