• Se requiere concentrar resoluciones
para ejecutarlas y repartirlas, que sean fruto de la deliberación
y del mandato colectivos, estableció en la UNAM
Si el Estado reparte la toma de las grandes
decisiones de un país entre otros actores de la sociedad, se
convierte en ejecutor, y ello redunda en beneficio de la población,
planteó Álvaro García Linera, vicepresidente
de Bolivia, en la UNAM.
En la conferencia magistral Bolivia:
logros y desafíos del proceso de transformación,
sostuvo que es necesario concentrar resoluciones para ejecutarlas,
repartirlas, que sean fruto de la deliberación y mandato colectivos.
En el auditorio Ricardo Torres Gaitán,
del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de esta
casa de estudios, destacó que el de la nación sudamericana
es un “gobierno de movimientos sociales”, representado
en acciones como la integración de la Asamblea Constituyente
o la utilización de reservas internacionales para impulsar
el crecimiento económico, entre otras decisiones de los últimos
años.
En la presentación, Pablo González
Casanova, doctor honoris causa por la UNAM, y ex rector de esta casa
de estudios, subrayó que la prioridad de los movimientos sociales
en Bolivia, antecedentes del actual gobierno, fue la lucha contra
el imperialismo por la soberanía del país, pero con
una presencia política hacia los pueblos indios, que no existía
con anterioridad al nivel actual.
A su vez, Ana Esther Ceceña, del IIEc,
destacó que la Universidad Nacional es un espacio de argumentación,
reflexión, pensamiento y debate de ideas distintas.
En tanto, Jorge Mansilla, embajador de la
nación sudamericana en México, agradeció la hospitalidad
de esta casa de estudios para con el pueblo boliviano, y recordó
la trayectoria del conferenciante, a quien definió como “revolucionario,
guerrillero katarista e intelectual de experiencia”.
Al encuentro asistieron Verónica Villarespe,
directora del IIEc, Manuel Aguilera, y Trino Alcides, embajadores
de Cuba y Venezuela en México, respectivamente, así
como Sigfrido Reyes, presidente de la Asamblea Legislativa de El Salvador,
estudiantes y académicos, entre otros.
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