• La dispersión de esos
movimientos tiene formas irregulares que se repiten una y otra vez
y siguen esa geometría, dijo Denis Legrand, del Instituto
de Geofísica
• No es posible predecir un temblor a largo plazo en el tiempo,
pero sí en el espacio y magnitud, aseguró
Las ondas que se dispersan durante un sismo
respetan formas fractales, patrones geométricos que se repiten
una y otra vez a diferentes escalas, dijo Denis Legrand, doctor en
sismología e investigador del Instituto de Geofísica
(IGf) de la UNAM.
Esta relación entre la llamada “nueva
geometría” y las ondas sísmicas, establecida a
nivel teórico por el científico, aporta nuevos elementos
para conocer cómo se dispersan esos movimientos, sean producidos
entre dos placas tectónicas o generadas bajo un volcán.
Aunque su abordaje ofrece nuevo conocimiento
para estudiar la naturaleza de los temblores y las réplicas
que siguen, Legrand advirtió que aún está lejos
la predicción de esos fenómenos naturales.
“Es imposible predecirlos a largo plazo
en el tiempo, pero sí puede hacerse en el espacio y en la magnitud”,
aseguró el investigador adscrito al Departamento de Vulcanología
del IGf.
En la charla de divulgación Auto-organización,
complejidad y fractalidad de los terremotos tectónicos y volcánicos,
realizada en el auditorio Tlayolotl de Geofísica,
afirmó que los terremotos son fenómenos no lineales,
en los que participan diversos factores que definen la magnitud, dirección
y efecto.
Tienen como característica la auto-organización,
una dinámica que funciona alrededor de algunos puntos fijos.
“Como sucede en nuestra vida diaria, que gira en torno a estos
últimos, como la casa y el trabajo, los sismos realizan ese
proceso en torno a puntos fijos dependientes de condiciones exteriores,
que podemos estudiar”, indicó.
Fractales naturales e infinitos
Presentes en la naturaleza en la forma de
árboles, helechos, caracoles, copos de nieve, costas, e incluso
en los pulmones humanos, los fractales fueron descritos en 1975 por
el matemático polaco Benoit Mandelbrot, como una “nueva
geometría”.
Son estructuras irregulares, cuya forma se
repite infinitamente a escalas más pequeñas. Su nombre
significa “fracción” y deriva del latín
fractus, que significa quebrado o fracturado.
Legrand señaló que existe un
grupo de leyes de escalamiento (en tiempo y espacio) que se relacionan
con la distribución espacial y fractal de los sismos.
“Entre éstas se encuentra la
Ley de Omori, que cuenta el número de réplicas que siguen
a un terremoto gigante y permite conocer cuántas van a ocurrir”,
explicó mientras mostraba las ecuaciones que dan fundamento
a esa norma.
En tanto, la Ley de Gutenberg-Ritcher cuenta
el número de terremotos de magnitud superior. “Revela
que los sismos son resultado de efectos no lineales, lo que implica
una distribución fractal en el tiempo y el espacio, y refleja
una auto-organización”, añadió.
Movimientos que se repiten
Un sismo es un movimiento vibratorio originado
en el interior de la Tierra, que se propaga en todas direcciones en
forma de ondas. La causa de este fenómeno es la liberación
repentina de energía que ocurre por un reacomodo de las placas
tectónicas en el interior del planeta.
Las zonas en donde se registra este tipo
de movimiento se conocen como fallas geológicas, y a los temblores
producidos como sismos tectónicos.
Existen otras causas, como el ascenso del
magma hacia la superficie de nuestro mundo. Este tipo de sismos, llamados
volcánicos, pueden servir como aviso de una posible erupción
volcánica, concluyó.
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