• Lo otorga la American Physical
Society a quienes han hecho contribuciones importantes en astrofísica
y física nuclear
• Es la primera vez que este reconocimiento se confiere a
científicos no radicados en Estados Unidos y, también
se entrega, por primera ocasión, a una mujer
Por haber trabajado en la determinación
del helio primordial y en otros elementos de la tabla periódica
para establecer sus implicaciones cosmológicas y por haber
puesto una restricción fuerte a la cantidad de masa bariónica
en el universo, Silvia Torres Castilleja y Manuel Peimbert Sierra,
investigadores eméritos del Instituto de Astronomía
de la UNAM, obtuvieron el Premio Hans A. Bethe que otorga
la American Physical Society.
Es la primera vez que este reconocimiento
se otorga a científicos no radicados en Estados Unidos y también
se entrega, por primera ocasión, a una mujer. Ambos académicos
universitarios sostuvieron que la sociedad física norteamericana
no es su esfera de influencia ni donde trabajan normalmente por lo
que la distinción es un hecho meritorio.
El premio se entrega a quienes han hecho
contribuciones importantes en astrofísica y física nuclear
en investigaciones vinculadas a las reacciones nucleares y a la formación
de nuevos elementos, apuntó Peimbert Sierra, doctor honoris
causa por la UNAM.
Nosotros, indicó, hemos trabajado
desde hace muchos años en la determinación de lo que
se llama el helio primordial. Hemos hecho cálculos muy precisos
sobre su abundancia los cuales, a su vez, han dado mayor solidez a
la Teoría de la Gran Explosión del origen del Universo
y han servido para estudiar la evolución química de
la estrellas.
La abundancia de ese elemento primordial
se determina a través de observaciones muy minuciosas de galaxias
irregulares, donde se hayan formado pocas estrellas.
Entonces, lo que nos preocupa como astrónomos
es tener observaciones de los objetos celestes que nos permitan probar
las teorías principales de la astronomía, como la evolución
de las estrellas, de las galaxias y del universo en su conjunto, apuntó.
Para comprobar si esas teorías son
correctas es importante saber cuál es la composición
química, es decir, la abundancia de los elementos de la tabla
periódica en los distintos objetos, comentó el investigador
emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Las nebulosas planetarias las producen las
estrellas de baja masa como el Sol al final de su vida, y al aventar
sus cáscaras externas hacia el medio interestelar lo enriquecen
con carbono, helio y nitrógeno, explicó.
Las de alta masa, agregó, en lugar
de producir nebulosas planetarias, al morir explotan como supernovas
y producen los demás elementos.
Si nosotros queremos corroborar que están
bien los modelos de evolución estelar, lo hacemos mediante
observaciones muy precisas de la composición química
de los gases en el espacio.
Si ya conocemos lo que producen las estrellas,
hacemos un modelo de cómo evolucionan las galaxias, ya que
la composición química es distinta en diferentes partes
de ésta, es decir, tienen mayor proporción de elementos
más pesados que el helio cerca del núcleo en comparación
con la parte exterior porque han sido enriquecidas por la actividad
estelar, señaló.
El siguiente problema es con qué composición
química se forman las galaxias, ya que éstas se inician
con los elementos producidos durante la Gran Explosión, prosiguió.
Al momento en que se empezó a expandir
el universo, mencionó, durante los primeros cuatro minutos
hubo reacciones nucleares que establecieron la composición
química inicial y, al término de estos minutos, se observó
un 25 por ciento de helio y 75 por ciento de hidrógeno.
Hace 50 años, había teorías
donde se sostenía que había objetos con sólo
hidrógeno sin helio y hoy éstas han sido descartadas.
De modo que “este resultado de la abundancia primordial del
helio es uno de los tres pilares en los que se apoya la teoría
de la Gran Explosión”, subrayó el académico
universitario.
Esta teoría, refirió, se apoya
en que el Universo está en expansión, que estuvo muy
caliente al principio y se ha enfriado porque se observa la radiación
fósil o de fondo que es la huella del proceso, el pilar es
la producción del helio y otros elementos poco abundantes que
se produjeron durante los primeros cuatro minutos referidos.
Este valor de la composición primordial
nos permite determinar cuál es la masa del conjunto de todos
los elementos de la tabla periódica y concuerda con otras mediciones
de la astronomía; entonces, lo que también demuestra
la validez de la teoría, aseveró.
A su vez, Silvia Torres aseguró que
su contribución es en torno al estudio de las nebulosas gaseosas.
“Llevar a cabo e interpretar las observaciones con el propósito
de determinar cuál ha sido la presión, densidad y composición
química de los gases porque con ello se delata la historia
de nuestra galaxia”.
Por un lado, observamos las regiones de formación
estelar y, por otro, los casos donde estrellas semejantes al Sol que
terminan su evolución y arrojan parte de su material al espacio,
refirió la investigadora emérita del SNI.
Aunque son fenómenos distintos, el
método de observación es semejante, lo que nos ha permitido
hacer una comparación en ambos casos y nos ha llevado a imponer
restricciones en la historia de la evolución de nuestra galaxia,
recalcó.
Este trabajo lo realizamos mediante estudios
espectroscópicos, es decir, al descomponer la luz en sus distintos
colores y de ahí, identificar los gases que están emitiendo
esa luz, y midiendo la intensidad de las distintas líneas espectroscópicas
es como se determinan las propiedades del gas, mencionó.
El premio
Este es un premio que se estableció
en 1998 en honor al físico de origen alemán Hans Bethe,
que vivió en Estados Unidos y enfocó sus trabajos a
explicar de donde venía la energía del Sol.
Esta distinción se ha dado 14 veces
y está abierta a científicos de todo el mundo. Hasta
ahora, las personas que han ganado el premio trabajaron en Estados
Unidos, 11 son de ese país y los otros tres son de Suiza, Alemania
e Israel, respectivamente.
En esta ocasión nos dieron el premio
a dos mexicanos porque tenemos en coautoría trabajos fundamentales
sobre la abundancia primordial del helio desde hace muchos años,
enfatizaron los astrónomos universitarios.
Hemos obtenido muchos distinciones nacionales
y una internacional es muy importante porque ayuda a mostrar la calidad
de la investigación científica que se realiza en México,
consideraron.
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