Boletín UNAM-DGCS-762
Ciudad Universitaria.
06
:00 hrs. 26 de diciembre de 2011


Mauro Germán Valdés
           

URGENTE PARA MÉXICO DIMENSIONAR SUS RECURSOS SOLARES

 

• A pesar de su importancia en el actual contexto de crisis energética y caída de las reservas de petróleo, hasta hoy no se cuenta con información confiable al respecto, afirmó Mauro Germán Valdés, investigador del IGf
• Para enfrentar esta situación, la UNAM, con financiamiento de la Secretaría de Energía, se encargará de hacer la calibración de los sensores de radiación solar instalados en 133 estaciones meteorológicas, a cargo del Servicio Meteorológico Nacional, ubicadas en todo el territorio

Para México es urgente evaluar los recursos solares, porque a pesar de su importancia en el actual contexto de crisis energética y caída de las reservas de petróleo, hasta hoy no se cuenta con información confiable al respecto, afirmó Mauro Germán Valdés, investigador del Instituto de Geofísica (IGf).

Para corregir esta situación, explicó el científico, la Universidad Nacional, con financiamiento de la Secretaría de Energía (Sener), se encargará de hacer la calibración de los sensores de radiación solar instalados en 133 Estaciones Meteorológicas Automáticas (EMA’s) a cargo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ubicadas en todo el territorio.

“Para evaluar estos elementos solares primero hay que medirlos, conocer cuánto, cómo, cuándo y, sobre todo, dónde llega, porque de ello depende aprovecharlo en aplicaciones de ‘baja temperatura’, y determinar zonas probables para aprovechamientos de ‘alta temperatura’ o industriales”.

El integrante de la Sección de Radiación Solar del IGf explicó que mientras la red no se calibre “su información no sirve como referencia”. Y hasta el momento, a pesar de que ha habido diversos intentos, no existe una sola evaluación confiable.

Mauro Germán Valdés recordó que la Sener abrió una convocatoria a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para apoyar trabajos relativos a energías. “El SMN y la UNAM hicimos una propuesta conjunta para obtener información verídica de los sensores de todas las estaciones del país. El proyecto implica sustituir los equipos de las 133 estaciones por otros, calibrados”.

Además, abundó el experto, sería estadísticamente probable rescatar los datos que se han recabado desde hace una década en las EMA´s y, con ello, crear una gran base de datos. Vamos a tener información sistematizada en diferentes puntos del país que será útil para la industria, físicos de la atmósfera, arquitectos y biólogos, entre otros.

Ello traerá múltiples beneficios porque hasta para los usos más simples (como un calentador de agua, cuyo funcionamiento varía con la ubicación geográfica o la época del año, por ejemplo), los sistemas requieren información. “Se deben adquirir de acuerdo con la cantidad de energía disponible en el sitio de aprovechamiento y la eficiencia del equipo”.

Germán Valdés precisó que en distancias muy cortas dentro del territorio nacional existen grandes variaciones altitudinales. Eso implica, a la vez, la existencia de una gran variedad de climas por lo que el régimen solar también varía mucho en distancias cortas del terreno.

Sin necesidad de colocar tantas estaciones, se podría monitorear todo el país mediante imágenes de satélite, con una resolución de un kilómetro cuadrado. Pero, una vez más, se requieren sensores calibrados.

Se trata de los llamados piranómetros, que miden la radiación solar, la cual se descompone en radiación solar directa y difusa –esta última, en el momento en el que interactúa con partículas, nubes, etcétera, y es absorbida, reflejada o dispersada-. La suma de ambas es la radiación solar global.

Dentro de los piranómetros, la termopila es la parte encargada de medir. Produce una cantidad de energía eléctrica proporcional a la radiación solar que recibe, esta porción dada es la llamada constante instrumental. Por ejemplo, por cada watt por metro cuadrado un instrumento puede producir 10 microvolts.

Sin embargo, los disponibles se han deteriorado con el paso del tiempo y esa relación puede cambiar. Por ello, deben ser calibrados periódicamente, aclaró el universitario.

El proyecto se realizará en tres años. En el primero, se calibrarán casi la mitad de los equipos, y el resto, en el segundo, debido básicamente a que son diferentes tipos de estaciones meteorológicas. “Una vez concluido ese proceso tendremos la metodología para, colocar los 133 en el tercer año”.

 

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Fotos


Mauro Germán Valdés, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.


Sensor de radiación solar.