• Por su trayectoria científica,
Jaime Mas Oliva recibió el Premio Ciudad Capital Heberto
Castillo 2011, que otorga el Instituto de Ciencia
y Tecnología del Distrito Federal, en la categoría
de Científicos de 45 años o menos, en el área
de Innovación para Mexicanas y Mexicanos Destacados
El trabajo de experimentación en ciencia
básica permitió a Jaime Mas Oliva, investigador del
Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, el hallazgo
de una proteína aterogénica; al adentrarse en el estudio
de su estructura, logró interpretar parte de sus imprevistas
funciones.
Por sus estudios en el tema, Mas Oliva obtuvo
el Premio Ciudad Capital Heberto Castillo 2011, que otorga
el gobierno del Distrito Federal (GDF), a través de su Instituto
de Ciencia y Tecnología, en la categoría de Científicos
de 45 años o menos, en el área de Innovación
para Mexicanas y Mexicanos Destacados.
“La Proteína Transferidora de
Ésteres de Colesterol (CETP) presenta un péptido de
12 aminoácidos en su extremo C-terminal, que si es cortado,
induce la pérdida de función de CETP, directamente asociada
a la transferencia de ésteres de colesterol entre lipoproteínas.
Resulta que ésta es una proteína “mala”,
que no debería estar en circulación, y que desde el
punto de vista evolutivo, no debería existir, porque se apropia
del colesterol que va de salida del organismo y lo regresa a tejidos
periféricos”, explicó.
Lo riesgoso, señaló Mas Oliva,
“es que la CETP está relacionada con el desarrollo de
la enfermedad conocida como ateroesclerosis, y por lo tanto, conocer
la concentración de la misma en el plasma humano pudiera ayudar
a entender su desarrollo”, alertó.
De impacto global
Entre el laberíntico camino que conduce
hasta el laboratorio de Mas Oliva en el IFC, el incesante rumor de
refrigeradores, gases entubados y el aroma a medios de cultivo, acompañan
la experimentación.
“Esta investigación puede ser
muy interesante para el médico especialista; si un paciente
tiene colesterol y triglicéridos muy altos, las lipoproteínas
LDL elevadas (el colesterol asociado a estas lipoproteínas
LDL es el que se considera “malo”), así como las
concentraciones de la proteína CETP en plasma, está
sentado en una bomba de tiempo”, ejemplificó.
El también coordinador del Programa
Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM,
explicó que en México y a nivel internacional, no se
hace de rutina la medición de esta sustancia, por lo que podría
considerarse como un desarrollo tecnológico sin precedente.
“Sería muy bueno que dentro
de un análisis clínico cotidiano, donde se reportan
los niveles plasmáticos de colesterol, triglicéridos
y lipoproteínas, pudiera incluirse el de CETP. El médico
tendrá un elemento extra para definir la estrategia de tratamiento
de forma mucho más personalizada”, subrayó.
Se busca laboratorio
El académico universitario informó
que la investigación ya fue patentada en Europa, Estados Unidos
y México, por lo que está en búsqueda de algún
laboratorio interesado en desarrollarla y promocionarla.
“Las patentes están listas,
lo que sigue es encontrar a la empresa que quiera invertir. Actualmente
contamos con el estudio piloto primario, que realizamos con plasmas
normales y un reducido número de individuos. Ahora faltaría
hacer un análisis con cientos de ellos, tanto saludables, como
diagnosticados con hiperlipidemia, con la finalidad de conocer como
funciona el kit en la vida real”, abundó.
Innovación
Mas Oliva fue distinguido por “sus
invaluables contribuciones al conocimiento científico y el
uso de éste en favor de la sociedad”.
El universitario destacó que es su
primer galardón obtenido en el ámbito de innovación.
“Hay que hacer un esfuerzo mayor para abordar nuevas problemáticas,
no estamos tan habituados a hacer estas transiciones, desde la ciencia
básica, al desarrollo de tecnología basada en el nuevo
conocimiento generado”, concluyó.
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