• En el CCA de la UNAM, integrantes
del Grupo de Mutagénesis Ambiental, lo diseñaron con
el análisis en tres zonas del área metropolitana de
la Ciudad de México
Partículas suspendidas, así
como su composición orgánica con potencial efecto carcinogénico,
que prevalecen en el aire de la capital y su zona metropolitana, son
estimadas con un novedoso modelo diseñado en el Centro de Ciencias
de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
A partir de la masa de las partículas
suspendidas en el aire de muestras colectadas en tres zonas de la
capital (Tlalnepantla, la Merced y San Agustín, rumbo a Pachuca),
en el laboratorio se determinan compuestos orgánicos que se
adhieren a los pulmones, explicó Omar Amador Muñoz,
técnico e integrante del Grupo de Mutagénesis Ambiental
del CCA.
Amador Muñoz y su colegas Efrén
Ospina Noreña y Rafael Villalobos Pietrini, estudian partículas
respirables con diámetros menores o iguales a 2.5 µm
(micrómetros) (PM2.5), porque disminuyen
la eficiencia respiratoria, exacerban la ocurrencia de paros respiratorios
y cardiacos, participan en el desarrollo de ateroesclerosis y causan
cáncer pulmonar.
Estos efectos dependen de su composición
química, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos
(HAP) emitidos, en su mayoría, por los cuatro millones de vehículos
que transitan diariamente en la ciudad, y cuya importancia radica
en sus efectos biológicos, pues forman aductos con el ADN y
metabolitos reactivos que producen inflamación y muerte celular;
actúan como modificadores endocrinos y son mutagénicos
y carcinogénicos.
Además, existen otros compuestos orgánicos
que afectan al clima, pues modifican el albedo de las nubes, la generación
de la lluvia y la dispersión y absorción de la energía
proveniente del Sol, detalló Amador Muñoz.
Análisis y modelación
Para analizar la cantidad y distribución
espacio temporal de estos contaminantes en el aire metropolitano,
los científicos obtuvieron de las tres zonas de la urbe muestras
de PM2.5, que tienen gran capacidad de penetración
en las vías respiratorias.
En su laboratorio del CCA, las someten a
un tratamiento analítico y al estudio por cromatografía
de gases acoplada a espectrometría de masas, técnica
que separa a los compuestos orgánicos de interés y detecta
y cuantifica a las moléculas ionizadas (con carga eléctrica).
Con el uso de algunos parámetros meteorológicos
y contaminantes criterio de la zona noroeste (Tlalnepantla), se logró
un modelo de regresión lineal multivariado para estimar PM2.5,
materia orgánica y HAP no sólo para esta área,
sino para el noreste y centro de la capital. Los datos estimados fueron
verificados con los observados en cada sitio, con buenas aproximaciones.
El modelo permite estimar y predecir tendencias
a futuro, tras conocer las concentraciones de cada contaminante, y
el comportamiento de los parámetros meteorológicos en
cada sitio de la metrópoli.
“Es sencillo, ha dado buenos resultados
y desarrolla alertas tempranas, predicción de cancerígenos
y ubica marcadores de fuentes de emisión”. El trabajo
está financiado por la UNAM mediante el proyecto PAPIIT IN116810,
concluyó.
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