• Las expresiones agresivas se
actualizan de acuerdo a los tiempos, lo que explica que fenómenos
como el cyberbullying
queden rebasados, consideró en la UNAM, Luz María
Velázquez Reyes, del Instituto Superior de Ciencias de la
Educación del Estado de México
Al disponer de un mayor acceso a las tecnologías
de información y comunicación, en comparación
con la población en general, los jóvenes padecen diversas
expresiones de violencia social online, estableció en la UNAM,
Luz María Velázquez Reyes, del Instituto Superior de
Ciencias de la Educación del Estado de México.
Estas manifestaciones se sustentan en la
crueldad, orientada a ejercer la fuerza para la negación del
otro, y los agresores utilizan medios técnicos con este fin.
La violencia se actualiza de acuerdo a los tiempos, lo que explica
que fenómenos como el cyberbullying queden rebasados,
destacó.
La experta enfatizó que la denominada
Generación Messenger padece el lado negativo de la
tecnología, reflejado en sexting, envío de contenidos
eróticos o pornográficos por medio de dispositivos móviles;
sexcasting, intercambio de mensajes sexuales en servicios
instantáneos.
Además, sextorsión, que refiere al chantaje
que sufre una persona con fotografías o vídeos de sí
misma desnuda, o captada en relaciones íntimas, que generalmente
son compartidos previamente mediante sexting, con fines de explotación
sexual, y grooming, que consiste en las acciones de un adulto
para contactar a menores de edad en Internet, con el objetivo de abusar
sexualmente de ellos.
N-GEN, Generación en Red
En 2001, Marc Prensky publicó el ensayo
Nativos Digitales, Inmigrantes Digitales, en el que describe
las características de una nueva generación de estudiantes
nacidos después de 1979, expertos en el manejo de los nuevos
lenguajes tecnológicos.
Actualmente, los jóvenes graduados
de la Universidad, han leído menos de cinco mil horas, pero
dedican más de 10 mil a los videojuegos y 20 mil a ver programas
de televisión. Los juegos de computadora, el correo electrónico,
los teléfonos móviles, el Internet y la mensajería
instantánea son parte integral de sus vidas, explicó
el autor.
Al respecto, Velázquez Reyes destacó
los datos que recabó después de entrevistar a 708 estudiantes
(232 de bachillerato y 476 de licenciatura). Del total, nueve de cada
10 disponían de teléfono celular.
“Lo colocan junto a la cama al dormirse,
lo llevan al baño y son capaces de suspender la comida por
responder los mensajes que reciben en el dispositivo. Incluso, hay
casos en que dejan de hacer el amor con tal de revisarlos”,
refirió la autora del libro Jóvenes en tiempos de
oscuridad.
El 42 por ciento de los entrevistados manifestó
tener en su recámara una computadora; 37 por ciento, contaban
con laptop o netbook, y seis de cada 10 informó
que tenía acceso a Internet.
En relación a las expresiones de violencia
social online, la académica enfatizó que ocho
de cada 10 habían visto imágenes de personas semidesnudas
o desnudas en las redes sociales; 20 por ciento se tomó fotografías
o videos sexualmente sugestivos, y dos de cada 10 recibió invitaciones
para retratarse en poses eróticas o pornográficas.
El 45 por ciento compartió material erótico recibido
por teléfonos celulares; uno de cada 10 lo ha publicado en
sus perfiles o lo ha enviado a sus contactos, y seis de cada 10 recibió
imágenes o videos con estas características. En el 25
por ciento de los casos, los jóvenes los comparten con su pareja,
y el 10 por ciento, con personas cercanas. El 55 por ciento de los
encuestados respondió “sí” a la pregunta
¿Conoces a alguien que guarde fotografías o videos de
novias?
“Para los jóvenes, mostrar el
cuerpo es considerado como un asunto de belleza, no pasa por los códigos
morales impuestos por los adultos”, explicó Velázquez
Reyes.
En los casos de violencia social online,
las víctimas, por lo general mujeres, pagan un precio muy alto
después de ser expuestas imágenes o videos de contenido
erótico o sexual, en las cuales aparecen. En contraparte, el
agresor gana popularidad, concluyó.
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