• El sábado 3 de diciembre,
en 42 plazas de 27 estados del país, se buscará establecer
un récord Guinness con la mayor cantidad de personas en contemplación
del objeto celeste con esos equipos
• Se trata de despertar en niños y jóvenes vocaciones
científicas e invitar al público a mirar el cielo,
dijo José Franco López, del Instituto de Astronomía
de la UNAM
Observar el cielo con un telescopio es una
experiencia fascinante que combina aprendizaje, asombro y reflexión,
pero también una forma de despertar entre niños y jóvenes
vocaciones por la ciencia, y de invitar al público a ver la
Luna y las estrellas, externó José Franco López,
investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.
Con el objetivo de atraer a las nuevas generaciones
a la actividad científica, la UNAM co-organiza el Reto México
2011, ejercicio de observación astronómica colectiva,
a realizarse el sábado 3 de diciembre, a partir de las 20:00
horas, de forma simultánea, en 42 plazas de 27 estados del
país.
Para participar en este evento gratuito solamente
se necesita llenar el registro en línea en el sitio www.nochedeestrellas.org.mx
y asistir a la sede que se elija con un telescopio, explicó
Franco, también vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias.
“Si tienen un aparato, los invitamos
a que lo lleven, incluso si no lo saben usar, porque ahí podremos
enseñarles a operarlo, y para quienes no tienen, habrá
carpas con ellos para observar la Luna y compartir la experiencia”,
indicó.
Buscan récord Guinness
El Reto México 2011 busca establecer,
para el país, un récord Guinness del “mayor
número de personas en observación del mismo objeto celeste
a través de telescopio, al mismo tiempo”. Los organizadores
esperan que se inscriban alrededor de cinco mil participantes.
“El récord Guinness puede
parecer frívolo, pero queremos utilizar todo su glamour para
impulsar la divulgación científica, emplearla como una
forma de atraer al público hacia la observación astronómica”,
señaló.
Se trata de la segunda edición del
Reto México, que el 29 de octubre de 2009 estableció
el primer récord de este tipo con mil 42 observadores en casi
todo el país.
“La primera fue una experiencia estupenda,
pero también frustrante, pues esa noche nos llovió.
El evento se organizó dentro del Festival Internacional Cervantino,
que ese año se dedicó a Galileo (el primero en observar
el cielo con un telescopio). Se inscribieron más de tres mil
personas, pero como hubo precipitación, sólo participaron
poco más de mil”, recordó Franco.
En espera de que la noche del 3 de diciembre
esté despejada, los organizadores invitan a todo el que quiera
vivir esta experiencia. “En México, se venden entre tres
mil y cinco mil telescopios cada año. Seguramente hay quienes
han recibido uno de regalo y ahora pueden aprender a usarlo. ¡Los
invitamos a sacarlos del clóset y acompañarnos!”,
exhortó.
En la organización de este encuentro
participan la UNAM; la Academia Mexicana de Ciencias; el Instituto
Politécnico Nacional; la embajada de Francia; Alianza Francesa
de México; los institutos de Ciencia y Tecnología del
Distrito Federal, y Nacional de Antropología e Historia, y
el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Instituto Nacional
de Astrofísica, Óptica y Electrónica; las asociaciones
mexicanas de Distribuidores de Telescopios y Binoculares, y de Planetarios,
así como las sociedades astronómicas de México.
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