• El documento lo emitió
Perry Johnson Laboratory Accreditation Inc. y está vigente
hasta agosto de 2014, dijo José Sánchez Vizcaíno,
del Laboratorio de Ingeniería de Precisión y Metrología
• Este espacio forma parte del Sistema Nacional de Calibración,
que permite la exactitud de instrumentos científicos, industriales,
o de otros integrantes de este último
• Su competencia técnica tiene reconocimiento internacional
entre los firmantes del International Laboratory Accreditation Cooperation,
de acuerdo con la Ley Federal de Metrología y Normalización
Reproducir el metro con alta exactitud, evaluar
un patrón de referencia o un micrómetro, conocer los
desvíos de una báscula, caracterizar un interferómetro
o un instrumento científico, elegir un fenómeno o cualidad
física para establecerla como referencia son tareas de la metrología,
disciplina detrás de muchos objetos cotidianos, que facilitan
el intercambio de casi todos los bienes o servicios.
Calibrar significa “diseminar exactitud”
o conocer el estado de un patrón o un instrumento de medida
con muy alta precisión.
Velocidad de la luz, constante universal
Para alcanzar la más alta exactitud
en medidas o calibraciones geométricas, se emplea la velocidad
de la luz y la estabilidad de las lámparas que la producen.
Una vez determinada esta última condición en un color,
su transferencia a patrones físicos se realiza mediante arreglos
ópticos semejantes a los que Albert Abraham Michelson (1852-1931)
empleó para averiguar la existencia del éter.
El instrumento de más alto nivel que
emplean los expertos del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo
Tecnológico (CCADET) de la UNAM, es un láser estabilizado
que resuelve desplazamientos de 10 nanómetros (1 nanómetro
= millonésima parte de milímetro), entre unos cuantos
milímetros y 40 metros. Para su calibración con el patrón
primario internacional, se emplean principios absolutos o de constantes
físicas universales, en este caso, por el Centro Nacional de
Metrología (CENAM).
De los patrones físicos de alto grado,
ordinariamente cerámicos, se disemina exactitud hacia el instrumento
calibrado, y así hasta llegar en sucesivas comparaciones a
los instrumentos industriales; de esta manera, se constituye una cadena
de trazabilidad.
Entre el patrón primario y los instrumentos
industriales, se pueden encontrar varios niveles de exactitud, porque
es necesario crear un sistema ramificado de cobertura mundial que
impone jerarquías. El lector interesado en los efectos de diseminación
de exactitud puede consultar la norma OIML V 2-200, Edition 2007 (E/F)
International Vocabulary of Metrology – Basic and General Concepts
and Associated Terms (VIM).
Proceso de Acreditación
La Ley Federal de Metrología y Normalización
(LFMN) instituye al Sistema Nacional de Calibración (SNC),
en el que el Centro Nacional de Metrología está a la
cabeza como el Laboratorio Primario de México, y los secundarios
se integran al Sistema a través de unidades acreditadoras.
Al respecto, Gerardo Ruiz Botello, del CCADET,
comentó que el Laboratorio de Ingeniería de Precisión
y Metrología (Laboratorio de Metrología) ha estado acreditado
desde 1987, inicialmente por la Secretaría de Comercio y Fomento
Industrial (Secofi), y a partir de 2001, por la Entidad Mexicana de
Acreditación (EMA), hasta ahora la única entidad acreditadora
nacional.
Al vencimiento de la última acreditación,
este grupo académico consideró evaluarse con criterios
y reglas similares a las empleadas en el arbitraje científico,
entre las que destacan la ausencia de conflicto de intereses, el anonimato
mutuo entre expertos evaluadores y evaluados, y la objetividad en
la estricta aplicación de la norma ISO/IEC 17025:2005, por
lo que solicitó su acreditación ante Perry Johnson Laboratory
Acreditation Inc. (PJLA).
La certificación fue emitida por el PJLA,
indicó José Sánchez Vizcaíno, integrante
de ese espacio. Tendrá cobertura hasta agosto de 2014, se otorgó
tras un proceso de 20 meses en que se revisaron la formación
y experiencia de sus integrantes, trazabilidad de sus patrones hacia
otros superiores, procedimientos técnicos, y dentro de éstos,
el análisis de decaimiento de la exactitud a transmitir.
Asimismo, estrategias de prevención
de fallas técnicas y de operación, programas de mejora
continua, y un sistema de registro para su seguimiento y auditación,
todo contemplado en la citada norma.
Los investigadores involucrados son José Sánchez Vizcaíno,
fundador y coordinador; Sergio Padilla Olvera, responsable del programa
de acreditación; Gerardo Ruiz Botello; Benjamín Valera
Orozco; Rigoberto Nava Sandoval y David Palomino Merino.
El reconocimiento del Laboratorio por el
PJLA, no rivaliza con la entidad mexicana, ni lo aísla del
contexto nacional, sino que le permite participar en un contexto más
universal como lo prevé la LFMN, que forma ahora parte de un
directorio que comparte con homólogos de Japón, Italia,
Estados Unidos o Canadá.
Además de acreditarse en Calibración,
el Laboratorio y sus expertos fueron avalados en Pruebas, para todo
el espectro de medidas geométricas que la normatividad contempla,
campo escasamente cubierto en el país y en el que su personal
se considera líder.
El Laboratorio del CCADET forma parte del
Sistema Nacional de Calibración, que permite la exactitud de
instrumentos científicos, industriales, o de otros integrantes
de este último. Su competencia técnica tiene reconocimiento
internacional entre los firmantes del International Laboratory Accreditation
Cooperation, de acuerdo con la Ley Federal de Metrología y
Normalización.
Servicio a industrias e instituciones
De acuerdo a Sergio Padilla, se ofrecen servicios
metrológicos a las industrias metal-mecánica, electrónica
y químico-farmacéutica, entre otras, así como
escuelas de ingeniería y centros de investigación como
los institutos de Astronomía y Física de la UNAM, lo
que representa una fuente de ingresos para la entidad universitaria,
que se emplea principalmente para actualizar y mejorar su infraestructura.
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