• El Instituto de Investigaciones
en Materiales de la UNAM abrió sus puertas para que quien
quisiera se asomara a los laboratorios para ver los trabajos que
ahí se realizan
Ensayar las modificaciones de materiales
sólidos y líquidos al someterse a temperaturas de 150
grados bajo cero, conocer cómo se hacen películas delgadas
y nanofibras que constituyen implantes dentales o piezas industriales
más resistentes y constatar las formas de los polímeros
con los que se construyen fibras elásticas para crear textiles
o transportar medicinas dentro del organismo humano, es posible al
asomarse en el trabajo de los académicos del Instituto de Investigaciones
en Materiales (IIM) de la UNAM.
El IIM celebró su Día de Puertas
Abiertas para invitar a estudiantes de preparatorias y licenciaturas
a conocer este mundo y animarlos a continuar su preparación,
que tiene que ver con todos los objetos y tecnologías que utilizamos
en la vida diaria.
“Queremos que tengan una idea más
exacta de qué es la ciencia, de los laboratorios con los que
contamos en esta área de la Universidad y de cómo trabajamos
aquí”, dijo a los jóvenes invitados el director
de la entidad, Ricardo Vera Graziano.
Físicos, ingenieros y químicos
del IIM dedicaron una jornada a explicar fenómenos, realizar
experimentos y resolver dudas de cientos alumnos interesados en continuar
sus estudios en esta disciplina.
Materia condensada
Se llama materia condensada a los sólidos
o líquidos que tienen un número grande de constituyentes.
Conocer su estructura y comportamiento es fundamental para modificarla
y obtener nuevas propiedades.
Quienes se dedican a esta área en
el IIM realizan, entre otras cosas, simulaciones en computadora para
conocer la topología de esos elementos, el acomodo de los átomos
y la relación entre ellos.
Así, ejemplifican cómo se comporta
un superconductor cerámico, cuál es la forma de un material
nano-estructurado y cómo ocurren fenómenos como la levitación
de los trenes magnéticos.
También se simulan y ensayan en experimentos
reales las propiedades mecánicas de las películas delgadas
que ahí se desarrollan para mejorar las cualidades electrónicas
de materiales con los que hacen dispositivos para computadoras y teléfonos
celulares.
Nanotubos de carbono y nanopartículas
de diversas formas también se indagan, especialmente para desarrollar
sus propiedades electrónicas, térmicas, ópticas,
mecánicas y magnéticas.
Polímeros
Un área de gran desarrollo es el de
polímeros, moléculas de tamaño gigante formadas
por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas
llamadas monómeros.
Con polímeros se desarrollaron durante
el siglo pasado los plásticos, presentes en gran cantidad de
envases, piezas, tenis, lentes, partes automotrices y discos compactos.
En el IIM, los científicos estudian
diversas formas: algunas con múltiples ramificaciones, mientras
otras parecen largos fideos que, al enredarse, forman materiales muy
resistentes, como el policarbonato, transparente y más fuerte
que el vidrio.
Con análisis de espectroscopía
infrarroja y de resonancia magnética nuclear también
se analizan fenómenos de adsorción y transporte en materiales
nanoporosos (que tienen pequeños poros o huecos), así
como las suspensiones coloidales, como esas fuentes de chocolate líquido
en las que se puede controlar la viscosidad.
Reología y mecánica
La reología es el estudio del fluido
de la materia y su transformación, que tienen características
específicas en sólidos, líquidos, gases o plasmas.
Los estudios reológicos y de mecánica
de materiales son útiles para conocer la química de
los polímeros, para desarrollar sensores ópticos y fibras
láser.
También, para analizar la deformación
de las gotas, las fases de los fluidos y los medios granulados, así
como los procesos ópticos y fotónicos de cristales líquidos
y fibras ópticas.
Metálicos y cerámicos
Caracterizados por su condición de
elementos químicos sólidos, con alta densidad y buenos
conductores de calor y electricidad, los metales representan un amplio
campo de trabajo en las ciencias relacionadas. Se complementa con
el análisis de los cerámicos, que a veces contienen
elementos metálicos y otras carecen de ellos, pero que se “queman”
u “hornean” como los ladrillos.
Entre las investigaciones del IIM, se experimentan
nuevas aleaciones, por ejemplo de recubrimientos metálicos
y de productos electrocerámicos, que incluyen una carga para
que tengan electricidad.
Novedosas celdas de combustible, aleaciones
magnéticas y nanocristalinas también se prueban en esta
área de la UNAM, donde los porosos se utilizan como sondas
para transportar fármacos o hacer prótesis de huesos.
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