Boletín UNAM-DGCS-644
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 30 de octubre de 2011

 


Rafael Vázquez Duhalt

           

OBTIENE RAFAEL VÁZQUEZ DUHALT, PREMIO SCOPUS 2011 EN BIOTECNOLOGÍA Y CIENCIAS AGRÍCOLAS

 

• El investigador del IBt de la UNAM, fue el autor que, en su área, tuvo el mayor impacto al ser el más citado
• Realiza estudios sobre la transformación enzimática de compuestos contaminantes, que incluyen derivados del petróleo, colorantes industriales, plaguicidas y disruptores endócrinos

Por ser el autor que, en su área y con trabajo en México, tuvo el mayor impacto al ser el más citado por pares de todo el mundo, Rafael Vázquez Duhalt, del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, obtuvo el Premio Scopus 2011, en Biotecnología y Ciencias Agrícolas, que otorgan la editorial Elsevier y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La distinción se otorga por la alta productividad, en cuanto a la cantidad de artículos publicados y el número de citas registradas por otros investigadores en el orbe.

“Es un honor haber recibido el reconocimiento, fincado en el número de referencias; es agradable saber que los trabajos que uno realiza interesan a otros expertos y hacen alusión a ellos en sus publicaciones”, comentó.

Los galardonados, que deben pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conacyt, se seleccionan de acuerdo con información de la base de datos SciVerse Scopus, desarrollada por Elsevier y adoptada por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), para medir el trabajo productivo de los científicos en las naciones que integran a esta última.

Limpian con enzimas agua de la industria textil

Una exitosa investigación de Vázquez Duhalt y sus colaboradores del Departamento de Ingeniería Celular y Biocatálisis del IBt, utiliza la enzima lacasa, proveniente de un hongo comestible responsable de la pudrición de la madera, para retirar colorantes de las aguas residuales provenientes de la industria textil.

Los efluentes de la industria textil presentan una gran diversidad de colorantes contaminantes y su destrucción, un reto tecnológico. “El 15 por ciento de los pigmentos que se utilizan aquí no se quedan en las telas y llegan a los efluentes, lo que constituye un problema importante de contaminación y tratamiento”.

Por ello, “implementamos un sistema enzimático que puede hacer la tarea y eliminar el color y la contaminación”, señaló el también ingeniero químico, maestro en química analítica y doctor en ciencias biológicas.

Esta enzima es la misma que se emplea a nivel industrial para decolorar la mezclilla. En este tema, uno de sus artículos recibió el año pasado el premio Thomson-Reuters, por ser el de origen mexicano más citado del área de la microbiología, en la década 1999-2009.

Al tratar con colorantes industriales, el científico se enfrenta con la diversidad de sus estructuras químicas, que hace difícil contar con un solo sistema que pueda transformarlos a todos. Por esa razón, “hemos estudiado diversas oxidoreductasas, enzimas poco selectivas y con la capacidad de transformar una gran variedad de compuestos”.

Reducen contaminantes del petróleo

Otra investigación de Vázquez Duhalt emplea la biotecnología para transformar algunos componentes del petróleo y reducir sus efectos contaminantes.

“Tenemos una patente internacional entre la UNAM y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), que se refiere al uso de enzimas para reducir el azufre del diésel o las gasolinas, y así disminuir las lluvias ácidas”, explicó.

En este proceso, se utiliza la enzima cloroperoxidasa, proveniente del hongo Caldariomyces fumago, que se aisló de las hojas de una planta. “Es muy versátil, es la peroxidasa más eficiente y rápida conocida hasta ahora y, con ella, se oxida el azufre presente en el petróleo, para luego removerlo con un proceso físico-químico”, expuso.

En un proceso biotecnológico, esta enzima puede remover sulfuros de las fracciones de petróleo, así como transformar los asfaltenos. Además, es capaz de modificar a los hidrocarburos aromáticos, para reducir o eliminar su capacidad mutagénica y carcinogénica, especialmente dañina a la salud humana.

“Trabajamos para llevar el proceso a la industria petrolera, incluso tenemos financiamiento de algunas compañías internacionales del ramo. La idea es estabilizar la enzima para que pueda ser económicamente rentable a gran escala”, dijo.

No contaminar, la mejor biorremediación

“La mejor biorremediación es la no contaminación, la prevención. Hay que evitar continuar con la dispersión de esas sustancias al ambiente en todas las fases, tanto a la atmósfera como al agua y al suelo”, acentuó el investigador del IBt

“El reto de la humanidad es producir, con fuentes de energía renovable y procesos ambientalmente amigables, todos los satisfactores como plásticos, automóviles, televisores o computadoras”. El petróleo se acaba y tenemos que encontrar desarrollos que no dependan de él, energéticamente económicos y amables con el entorno, finalizó.

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Fotos


Rafael Vázquez Duhalt, del IBt de la UNAM, obtuvo el Premio Scopus 2011, en Biotecnología y Ciencias Agrícolas.