• Hoy, precisó Carlos
René Cervantes Méndez, responsable de las salas especiales
de Fonoteca y Tiflología, de la Biblioteca Nacional de México,
la colección electrónica alcanza ocho mil 386 títulos
de dos mil autores
• Se han convertido a formato sonoro (grabación digital)
357 unidades documentales
La debilidad visual o ceguera no es impedimento
para tener acceso al conocimiento y a los títulos de obras, tanto
mexicanas como extranjeras, que forman parte del acervo de la Biblioteca
Nacional de México, que en sus instalaciones cuenta con la Sala
Especial de Tiflología, para la atención de este sector
de la población.
El servicio está en constante mejoría
y, continuamente, dispone de nuevos libros adaptados a las necesidades
de los usuarios, ya sea en versión digital (mediante un software
adecuado para la consulta de las personas con discapacidad visual),
o impresa en Braille.
Al ofrecer una conferencia en la Dirección
General de Cómputo y de Tecnologías de Información
y Comunicación (DGTIC), Carlos Cervantes Méndez, responsable
de las salas especiales de Fonoteca y Tiflología de la Biblioteca
Nacional de México, adscrita al Instituto de Investigaciones
Bibliográficas, dijo que se busca abrir este servicio a las personas
de la tercera edad y también a menores infractores.
Una vez que una persona con debilidad visual
o ceguera visita este espacio, se da cuenta de la gran diversidad de
títulos y conocimiento a los que puede acceder, -aunque no haya
préstamo a domicilio-, pues en los acervos se tienen libros,
monografías, publicaciones periódicas y material didáctico.
La Sala de Tiflología (término
que se refiere a la parte de la medicina que estudia la ceguera y los
medios para curarla), fue abierta al público desde 1959. Entonces,
la Biblioteca se encontraba en el ex templo de San Agustin, en el Centro
Histórico de la Ciudad de México.
Pero fue hasta 1994 que se inauguró
el servicio de lectura automatizada para ciegos y débiles visuales
con equipo donado por la empresa IBM de México, y se adquirió
el programa que convierte la información impresa en sonido (discurso
sintético), refirió Cervantes.
Hoy, agregó, la colección electrónica
alcanza ocho mil 386 títulos de dos mil autores, de los que se
han convertido a formato sonoro (grabación digital) 357 unidades
documentales. También, cuenta con recursos sonoros en la Fonoteca,
como audio libros, de los que sobresalen, entre otros, Voz viva de México,
de la UNAM, y Entre voces, del FCE.
El objetivo principal del servicio es poner
a disposición la colección bibliográfica que conserva
y difunde la Biblioteca Nacional, siempre con respeto a los derechos
de autor y de acceso de información.
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