Boletín UNAM-DGCS-584
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 3 de octubre de 2011

 

 

           

LATINOAMÉRICA, UNA PUBLICACIÓN DE LA UNAM EN EL ÍNDICE DE REVISTAS DEL CONACYT

• El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología incluyó a este impreso semestral en su catálogo de ediciones mexicanas dedicadas a la investigación científica

En reconocimiento a su prestigiosa trayectoria de 43 años, y a su calidad académica, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) incluyó a la publicación Latinoamérica en el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica.

Editada semestralmente por el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, este impreso se ha dedicado, desde hace décadas, a estudiar el amplio abanico de temas latinoamericanos y a fomentar el debate argumentado entre los más diversos especialistas e intelectuales.

El nacimiento de un referente académico

“¡América Latina! ¿Qué es? ¿Quién es? ¿Qué pueblos forman esa parte del continente conocida por ese nombre?”; con esta pregunta, formulada en 1968 por el filósofo Leopoldo Zea, nacía la revista Latinoamérica. A 43 años de distancia, esta publicación sigue en busca de una respuesta “que no puede ser definitiva, porque tal cosa no existe, sino que se encuentra en permanente construcción”.


De entonces a la fecha han cambiado muchas cosas, el mundo ya no es el mismo y tampoco la academia, pero lo que no se ha modificado es el espíritu de diálogo y debate de esta publicación, comentó su actual directora, Liliana Weinberg.

Cultura, literatura, historia, sociedad, historia de las ideas y arte son apenas algunos de los temas que se abordan en las páginas de Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos, cuya edición es semestral y está al cuidado del CIALC.

“Cada escrito es una muestra de la pluralidad de posturas y visiones que buscamos conjuntar. Publicamos artículos y reseñas sobre una amplia gama de temas, todos relacionados con América Latina, y cada texto es rigurosamente arbitrado”.

Producto de la necesidad

Para la doctora en Letras Hispánicas no cabe duda que el nacimiento de Latinoamérica fue producto de la necesidad de plantearse no sólo preguntas relacionadas con nuestra identidad y cultura, sino de dar presencia a los estudios sobre América Latina a nivel internacional, como bien lo comprendió Leopoldo Zea desde el principio.

Se trata de una publicación nacida en 1968, fecha en que simultáneamente en París, Praga, Berkeley y la Ciudad de México profesores y estudiantes debatían sobre la necesidad de replantear las estructuras imperantes y, a partir de ello, vincular dos aspectos con frecuencia divorciados, pero que al converger generan movimiento: reflexión y acción.

Echar a andar proyectos y proponer ideas parecía ser la máxima. Así, en aquel año, pese a las complicaciones que atravesaba no sólo el país en general, sino la UNAM en particular, Zea, entonces director de la Facultad de Filosofía y Letras, propició la fundación del Centro de Estudios Latinoamericanos y de la publicación.

“Era un espacio inédito para la época, que conjuntó a muchas de las personalidades y especialistas más relevantes en distintas materias: Arturo Ardao, Lewis Hanke, Darcy Ribeiro, Roberto Fernández Retamar, Ángel y Carlos Rama, Margo Glantz, Enrique Florescano o Juan Ortega y Medina, para citar sólo algunos nombres, muchos de los cuales se volvieron colaboradores habituales. Además, varios de los temas tratados dieron pie a debates académicos aún vigentes”.

Esta publicación señera, que en aquel momento aparecía anualmente, dio pauta para que los estudios latinoamericanos tomaran la forma que tienen hoy, mucho más conscientes de que puede haber procesos recurrentes en cada país, quizá un tanto diferentes a los que se dan en naciones vecinas.

“Pero gracias a la mirada integradora que hemos adoptado, con una dimensión latinoamericanista, sabemos que, pese a que puede haber rasgos y procesos diferentes en cada Estado, es posible descubrir también una historia, una cultura, un sentido compartidos, de modo que, en el fondo, como decía el filósofo Ludwig Wittgenstein, tenemos un aire de familia”.

Una revista para los nuevos tiempos

De aquella época quedan colaboradores recurrentes que, de alguna manera, son un puente entre lo que se hacía hace cuatro décadas y lo que se realiza hoy. “Yo misma lo soy”, agregó Weinberg, al recordar que una de sus primeras publicaciones en México fue precisamente la que apareció en Latinoamérica. “Eran los años 80, estudiaba el doctorado y presenté un texto sobre Pedro Páramo”.

“Mi trabajo con la revista —y debo agregar que es un tema que me apasiona, porque incluso me he dedicado a estudiar la relación entre las publicaciones periódicas y las redes intelectuales— me ha dejado muchas enseñanzas, como comprender que lo latinoamericano no es una esencia, sino una identidad en construcción constante.

“Sobre todo, que ciertas inquietudes que acompañaron a la fundación de la revista no pierden vigencia, pues ya con 43 años de vida y la próxima aparición del número 53, aún es válida la pregunta que se hacía en aquel primer ejemplar el doctor Zea: ‘América Latina, ¿qué es?’. A nosotros nos toca contribuir a la construcción de esa respuesta”.

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Fotos


A 43 años de su primer número, la revista se ha vuelto un referente académico.