• Hay que reconocer precozmente
los factores de riesgo aterogénico, a través de campañas
nacionales dirigidas a la población joven, aún aparentemente
sana, recomendó José Fernando Guadalajara Boo, de
la Facultad de Medicina
Para contrarrestar el aumento de enfermedades
cardiovasculares en México es necesario que toda persona, al
cumplir 30 años, acuda a revisión médica para identificar
aquellas alteraciones que por ser asintomáticas pasan inadvertidas
(hiperglucemia leve, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, reducción
del colesterol bueno e hipertensión arterial) y otras como obesidad
abdominal, xantomas y tabaquismo.
También, se deben conocer los antecedentes
familiares de obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol elevado
e infarto, lo que puede ser identificado con la historia clínica,
recomendó José Fernando Guadalajara Boo, de la Facultad
de Medicina (FM) de la UNAM.
Estas medidas deben difundirse a través
de campañas nacionales de salud para reconocer los factores de
riesgo en sujetos jóvenes, asintomáticos y comenzar con
el tratamiento adecuado. “La prevención primaria, es la
medicina de menor costo y más efectiva”, destacó.
Las enfermedades cardiovasculares se refieren
a ataques, apoplejía, aumento de presión arterial, insuficiencia
cardiaca, procesos que, desde el punto de vista epidemiológico,
han adquirido importancia por su alta tasa de mortalidad.
El corazón es una bomba hidráulica
que sirve para abastecer a todos los tejidos de sangre y oxígeno.
En un hombre sano de 75 años ha latido 635 millones 200 mil veces
sin falla; ninguna máquina construida alcanza tal grado de perfección
en su rendimiento.
En el Día Mundial del Corazón
se debe concientizar a la población de que este órgano
“es una perfección de la naturaleza que debemos cuidar”,
subrayó el integrante del Seminario en Medicina y Salud de la
entidad universitaria.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) calcula que al año mueren más de 17 millones de
personas por infarto al miocardio y accidente cerebrovascular. Por ello,
se conmemora este 27 de septiembre el Día Mundial del Corazón,
para enfatizar la importancia de mantener el cuerpo sano y reducir el
riesgo de padecer enfermedades vasculares, cardiacas y cerebrales.
Guadalajara Boo refirió que la aterosclerosis
es la causa más frecuente de las enfermedades de alta morbilidad,
de incapacidad y mortalidad. Obstruye las arterias, especialmente de
los órganos vitales (cerebro y corazón), de tal manera
que se puede afirmar que el ser humano tiene la edad de éstas
(sujetos mayores de 60 años con arterias normales son jóvenes,
y pacientes de 35 años con arterias enfermas son viejos).
Además, la obesidad abdominal es peligrosa,
porque produce lipoproteínas de muy baja densidad, conocidas
como VLDL que, al elevarse en el plasma sanguíneo, también
son dañinas, e incluso con niveles de colesterol normales aumentan
el riesgo de padecer enfermedad coronaria grave.
La edad, la hipertensión arterial, la
hiperlipidemia, la diabetes, el consumo de tabaco y la obesidad se suman
para tener a los sujetos de más alto riesgo, a más temprana
edad.
Las personas con enfermedad coronaria sobrevivientes
pueden mantener una calidad adecuada de vida, de seguir un tratamiento
basado en la eliminación de los factores de riesgo mencionados
mediante ejercicio, dieta y tratamiento farmacológico (prevención
secundaria), concluyó.
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