Boletín UNAM-DGCS-522
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 4 de septiembre de 2011


Jorge Baruch Díaz Ramírez


ABRE LA UNAM CLÍNICA DE ATENCIÓN PREVENTIVA DEL VIAJERO EN EL AEROPUERTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO



• Ofrece asesoría a todo público sobre los cuidados a seguir, enfermedades presentes en el país de destino, aplica vacunas y extiende certificados médicos.
• Además, se dedica a la investigación y a la capacitación de quienes desean especializarse en un área poco desarrollada en México, la medicina del viajero

La poética bienvenida que prodigaban los habitantes del Valle del Anáhuac a quien visitaba sus tierras, y que decía: “Viajero, has llegado a la región más transparente del aire”, ha sido sustituida por el “Welcome to Mexico City”, impreso en un gigantesco letrero del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, colocado justo en el paso diario de miles de individuos que buscan abordar su aeroplano o que recién descienden.

“Éste es uno de los puertos aéreos más importantes que existen. De hecho, es el noveno más concurrido a nivel mundial; por ello, la relevancia de que la UNAM instale aquí, en la Terminal 2, Puerta 5, la Clínica de Atención Preventiva del Viajero (CAPV)”, expuso Jorge Baruch Díaz Ramírez, de la Facultad de Medicina (FM), encargado de brindar atención en este centro, que abre sus puertas de 9 a 17 horas, de lunes a viernes, y de 11 a 14 horas, los sábados.

El lugar —financiado enteramente por la FM— está pensado para ofrecer información a quienes están por viajar, sobre todo acerca de las enfermedades presentes en el país de destino, así como para aplicar vacunas y extender certificados médicos si son requeridos.

Además, es un sitio al que cualquiera puede acudir para recibir una evaluación de su estado físico, algo crucial antes de realizar un largo recorrido, que permite establecer el riesgo individual al que se enfrentará cada viajero.

“¿Tenías noticia de que si alguien hace una peregrinación a La Meca debe vacunarse contra la polio y el meningococo?, ¿o que si deseas asistir al Mundial o a los Juegos Olímpicos en Brasil antes deberás hacerlo contra la fiebre amarilla? Este tipo de datos, sobre los que pocos reparan al planificar unas vacaciones, son los que proporcionamos”.

Las consultas —que deben agendarse con antelación y tener lugar, preferentemente, tres semanas antes de subir al avión— se diseñan a partir de las características de cada individuo, pues previo a dar el servicio, el especialista debe saber la nacionalidad, estilo de viaje, edad, ocupación e historial clínico del paciente.

“No es lo mismo atender a un hombre de negocios que a alguien que hace ecoturismo o a un estudiante de intercambio. Los riesgos son muy distintos, así que la atención brindada debe responder a esa diversidad”.

Un espacio nuevo

La CAPV comenzó a instalarse en noviembre de 2010; el personal comenzó a laborar en junio de este año y fue inaugurada hace unos días por el director de la FM, Enrique Graue Wiechers.

Al respecto, Graue explicó que esta unidad ofrecerá un servicio integral que comprenderá desde la evaluación del estado de salud del viajero hasta consultas especializadas.


“Los servicios de la clínica incluyen asesoría individual o de grupo durante el viaje, con emisión de alertas epidemiológicas y recomendaciones directas a los pasajeros a través de correo electrónico. Se trata de prevenir que el pasajero padezca males como la malaria, dengue, fiebre amarilla, encefalitis japonesa, diarrea, sarampión, trombosis e incluso jet lag”, expuso en la ceremonia inaugural.

El arte de la previsión

El poeta y diplomático francés Paul Morand solía decir: “Viajar es prever. Hasta las grullas se ponen en orden si han de partir. Un viaje debe prepararse con método”, máxima que, a decir del doctor Díaz, debe observarse siempre.

“El futuro de la medicina está en la prevención, y en lo que se refiere a la salud del viajero, anticiparnos a cualquier riesgo es la clave para evitar complicaciones”.

Por esta razón, se pide a quienes soliciten el servicio que lo hagan con tiempo, para que el personal pueda indagar sobre los padecimientos que aquejan al lugar de destino y revisar los boletines de la Organización Mundial de Salud o los emitidos por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (dependientes del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos).

“Hacer este tipo de valoraciones no es nada sencillo y a veces nos toma días, pues incluso la aplicación de una vacuna implica riesgos. Antes de hacer algo necesitamos ponderar la relación riesgo-beneficio. La responsabilidad de esta labor es mucha, pues nuestro apoyo no se limita al territorio mexicano, también damos un seguimiento al paciente durante su viaje, vía correo electrónico o redes sociales. Estamos al tanto y si se llegara a presentar alguna contingencia, le damos aviso o indicamos a dónde dirigirse. Nunca lo dejamos solo”.

Además, quien lo desee puede adquirir en la clínica un botiquín con medicamentos que difícilmente pueden ser obtenidos en ciertos países, porque algunos no se comercializan o porque sólo se pueden comprar con receta médica.

“Prevenir es un arte, y todas las medidas que podamos tomar desde antes sólo obran en nuestro beneficio”.

Enfermedades con pasaporte extranjero

En julio pasado, una niña francesa de año y medio de edad llegó al Distrito Federal, procedente de París. El vuelo, que habitualmente dura 11 horas, no reportó anomalías en el trayecto, pero sí al llegar: la pequeña tenía sarampión, una enfermedad rara en México y que puede afectar a un sector amplio de la población si se propaga.

“Casos como éste demuestran lo relevante de estar al tanto de las condiciones de cada región. Por ejemplo, sabemos que la epidemia de ese padecimiento lleva dos años en Europa, particularmente en Francia, Alemania, España y Rumania, y que los mexicanos que nacieron entre 1957 y 1986 no recibieron una vacunación rutinaria, lo que los pone en riesgo. Si no estuviéramos al tanto de estas variables, fácilmente podríamos caer en un escenario adverso”.

Por esta razón, añadió Baruch Díaz, otra de las funciones de la CAPV es y será dar a conocer todos los focos amarillos y rojos que se enciendan, con la finalidad de que las autoridades, y el público en general, tomen medidas.

Al ser una Unidad Mixta de la Facultad de Medicina, esta clínica se enfocará a prestar diversos servicios, sean de alerta, como en estos casos, asesoría o lo que las circunstancias demanden, “siempre con una misión clara, servir de apoyo a la sociedad”.

La emporiatría, una especialidad con futuro

“La rama de la medicina dedicada a la salud del viajero se conoce como emporiatría y está muy desarrollada en Estados Unidos, pero es prácticamente desconocida en México. De ahí que lugares como éste nos abran nuevos horizontes”, expuso Baruch Díaz.


El universitario señaló que quienes se forman en esta disciplina deben involucrarse en temas usualmente ajenos a la medicina, “pues además de estar al tanto de las alertas sanitarias, debemos adentrarnos en asuntos de orden geopolítico. Por ejemplo, para nosotros es básico saber si una nación pertenece al primer o tercer mundo, pues ello nos revela las condiciones de su sistema de salud”.

“No nos basta saber, por ejemplo, que el 30 por ciento de quienes van a una zona con malaria regresan infectados, también hay que prepararnos para circunstancias que no pueden ser controladas, aunque incluso en esos casos, la previsión es nuestra mejor arma”.

Con múltiples funciones

La CAPV se enfoca principalmente a tres áreas: el servicio, la investigación y la docencia, “es decir, no sólo nos dedicamos a atender pacientes, también investigamos sobre ciertos temas —de hecho, tenemos un proyecto que estudia la trombosis en el viajero— y capacitamos a estudiantes en este campo”.

Al respecto, dice Baruch Díaz, este lugar brinda la oportunidad de que tanto alumnos como el personal en general profundice en temas importantes, pero no tan abordados, como el jet lag, “que en realidad es un problema serio y para el que, desde aquí, nos coordinamos en atención con otra de las unidades mixtas de la FM, la Clínica de Trastornos del Sueño. Éstas colaboraciones siempre son enriquecedoras”.

Este espacio consta de 100 metros cuadrados, que se reparten en dos consultorios, una sala de exploración, un recinto de atención a grupos, un cuarto de investigación, un área de administración y la recepción. La CAPV es manejada por nueve integrantes: tres médicos, dos pasantes, una enfermera, personal administrativo y de mantenimiento.

“Cada uno tiene una responsabilidad que se complementa con la otra, pero además, un requisito para estar aquí es hablar inglés”.

El escritor romano Plinio solía decir que “por naturaleza los hombres gustan de ver cosas nuevas y viajar”, al respecto, el doctor Díaz responde que “es bueno seguir esta tendencia casi instintiva, pero siempre con precauciones para cuidar la salud. Eso nos garantizará un viaje placentero, y que siempre nos quede otro más por delante”.

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Fotos


La Clínica de Atención Preventiva del Viajero está abierta a todo público y se localiza en la Terminal 2, Puerta 5, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.


Practicarse un examen médico antes de emprender un viaje, es la mejor manera de evitar problemas de salud en un país extraño y complicaciones al regreso, expuso el médico Baruch Díaz Ramírez.