• “Anascorp” es el primer
medicamento mexicano, y latinoamericano, aceptado por la Agencia de
Medicamentos y Alimentos de EU, explicó Alejandro Alagón
Cano, del Instituto de Biotecnología y desarrollador del producto
industrializado por el Instituto Bioclon del Grupo Silanes
• Para las pruebas clínicas en la Unión Americana,
se contó con la colaboración de la Universidad de Arizona
La Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados
Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el uso en
ese país del antiveneno mexicano “Anascorp”, desarrollado
por Alejandro Alagón Cano en el Instituto de Biotecnología
(IBt) de la UNAM, y producido a nivel industrial en el Instituto Bioclon,
del Grupo Silanes.
Se trata del primer medicamento cien por ciento
mexicano, y también latinoamericano, que ingresa al mercado estadounidense;
un logro que implicó 10 años de pruebas, protocolos y
registros.
En México, y siete países más
de América Latina, el antídoto de la UNAM y Bioclon se
comercializa desde hace varios años con el nombre de “Alacramyn”,
pero en el mercado de la Unión Americana está disponible
a partir de hoy con el nombre “Anascorp”.
“Esta aprobación marca un hito
en la manera en que podemos hacer las cosas en nuestra nación,
y muestra el afán de vinculación, en una sinergia entre
el sector académico, la empresa privada y un enlace internacional”,
destacó, en conferencia de medios, el coordinador de la Investigación
Científica de esta casa de estudios, Carlos Arámburo de
la Hoz.
“Es un logro que conjuga ciencia básica
sólida en colaboración con una empresa mexicana, el Instituto
Bioclon, con una visión de largo plazo”, añadió
el director del IBt, Carlos Arias.
El antiveneno, de tercera generación
y que no produce efectos secundarios, emplea fragmentos de suero de
caballo, que contienen anticuerpos contra la sustancia tóxica
del alacrán.
Al respecto, Alagón Cano, médico
y doctor en Ciencias Biomédicas, titular del proyecto en el IBt,
Premio UNAM 2004 y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2005, comentó
que se trata de un producto de alta eficiencia, que recupera a los pacientes
con una picadura en apenas dos horas, a diferencia de los tratamientos
que se utilizaban en el país vecino del norte, donde el control
de las toxinas por esta vía tardaba entre 48 y 72 horas.
Sí se puede
“La aprobación de la FDA implica
un nivel de confianza significativo para los antivenenos mexicanos.
Nos abre ese nuevo espacio. Si se dice futbolísticamente, significa
demostrar que sí se puede. Es mostrar, con las reglas del primer
mundo, que nuestro país puede jugar a ese nivel”, consideró.
Alagón señaló que como
científicos ya sabían que el producto funciona de manera
óptima y es muy seguro. “Teníamos la certeza, pero
no la demostración con el formalismo de las reglas del primer
mundo. El hecho de que los norteamericanos, en particular la Universidad
de Arizona, se haya involucrado en esta empresa, implica un enorme agradecimiento
por parte nuestra y una gran confianza de parte de ellos”.
En el camino de aprobación, el producto
mexicano ya se ha aplicado desde hace cinco años a cerca de dos
mil pacientes en Estados Unidos. “Se usa en Arizona de manera
rutinaria dentro de los protocolos de la FDA. Eso ha generado un cambio
enorme en la forma en que tratan a los pacientes, ahora es más
simple”, añadió el también co-autor de 15
patentes en el IBt, y quien ya trabaja en la producción de uno
para el mercado europeo.
Como en varias entidades federativas de nuestra
nación, prosiguió, la picadura de alacrán es un
problema en Estados Unidos, específicamente en Arizona, y en
menor nivel, en algunas zonas de Nevada y Nuevo México.
El interés por utilizarlo en la Unión
Americana fue de Leslie V. Boyer, actual directora del VIPER Institute,
de la Universidad de Arizona; “vio cómo se hacían
las cosas en México y que se resolvían los envenenamientos
de manera rápida, eficiente y segura”, recordó Alagón.
Boyer contactó a Juan López de
Silanes, director del Instituto Bioclon, empresa productora, y comenzó
la colaboración conjunta entre eI IBt, esa firma y la universidad
estadounidense, para hacer estudios clínicos en Arizona, que
demostraron la eficacia y seguridad del producto.
Por su parte, José Lever, académico
de la Universidad de Arizona, destacó: “nos interesa hacer
más cosas juntos. Estamos agradecidos con la generosidad de las
partes para mantener el vínculo de confianza entre universidades
e industria”.
La comercialización está a cargo
del Instituto Bioclon, que trabaja de manera conjunta con una empresa
distribuidora de Estados Unidos. Para su venta en esa nación
se tiene como socio comercial a la compañía Rare Disease
Therapeutics Inc.
Al antiveneno
Los resultados de las pruebas aplicadas a los
pacientes que llegaron a salas de urgencias del sur de Estados Unidos,
intoxicados con veneno de alacrán o escorpión (Centruroides
sculturatus), demostraron que el antídoto mexicano revirtió
los efectos neurotóxicos en menos de dos horas en el 85 por ciento
de los pacientes.
Además, se redujo la necesidad de aplicar
sedantes y se neutralizó el veneno circulante. Estos hallazgos
fueron publicados en mayo de 2009 en la revista The New England
Journal of Medicine.
--o0o--