• El insecto es considerado una
de las plagas más importantes del maíz, y en diversas
entidades provoca pérdidas de entre 10 y 60 por ciento de los
cultivos
• Las especies investigadas son la raíz de Tephrosia,
y las hojas y ramas de Haplophyton cimicidum, que tienen
un efecto de disuasión en su alimentación y se refleja
en la falta de crecimiento y retardo de la pupación, explicó
Patricia Guevara, de la Facultad de Ciencias
El gusano “cogollero” (Spodoptera
frugiperda) es considerado una de las plagas más importantes
del maíz en las regiones tropicales y subtropicales de América,
y en diversas entidades del país provoca pérdidas que
van desde 10 hasta 60 por ciento de los cultivos. Ante ello, académicos
de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM analizan los efectos de algunas
plantas sobre el insecto.
El equipo de universitarios, encabezado por
Patricia Guevara Fefer, del Departamento de Ecología y Recursos
Naturales de esa entidad, trabaja en el análisis de la raíz
de Tephrosia (género que comprende 50 especies endémicas)
por un lado, y las hojas y ramas de Haplophyton cimicidum, por
el otro. Ambas, se distribuyen ampliamente en México.
Guevara Fefer explicó que el objetivo
es conocer la actividad biológica de los extractos orgánicos,
realizar de manera biodirigida la separación de sus componentes
y determinar cuáles de las fracciones pueden tener alguna secuela
letal o de disuasión en el gusano.
Hasta el momento, subrayó, se ha determinado
que ambas especies disuaden la alimentación en el insecto modelo,
lo que se refleja en falta de crecimiento y retardo de la pupación
(estado por el que pasan algunos insectos en el curso de la metamorfosis,
que los lleva de larva a adulto).
Impacto del gusano cogollero
En la actualidad, los daños más
severos por esta plaga se registran en las zonas productoras de maíz,
y su presencia y efectos se han registrado en Baja California, Baja
California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán,
Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas,
Hidalgo, Puebla, México, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Chiapas,
Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Además de esta gramínea, puede
afectar otras como sorgo, arroz, pastos y algunas leguminosas, entre
ellas, frijol, soya y cacahuate; también, cultivos hortícolas:
papa, cebolla, pepino, col y camote. El daño más grave
lo resienten las plantas pequeñas, que a veces son afectadas
en su totalidad y mueren o retrasan su crecimiento.
Se trata de un insecto plaga generalista (consume
diferentes cultivos), pero el objetivo principal del estudio es utilizarlo
como modelo en la evaluación de especies con potencial insecticida,
dijo, y comentó que en otras entidades realizan análisis
sobre el efecto de algunas toxinas de Bacillus thuringiensis,
también encaminados a su control.
En este proyecto se trabaja con la colaboración
de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que proporciona
la cría; “nosotros la mantenemos para obtener los diferentes
estadios larvales para realizar los ensayos”, aclaró.
Una mezcla con potencial
La universitaria comentó que hace años
tuvieron conocimiento que una organización campesina en Oaxaca
usaba una mezcla de la raíz de Tephrosia, con las ramas
y hojas de Haplophyton, para exterminar garrapatas en el ganado.
“Un representante de esa agrupación nos proporcionó
el extracto acuoso y nos dimos a la tarea de ensayarlo en Spodoptera
frugiperda”, destacó.
Sin embargo, prosiguió, fue difícil
trabajarlo, “no se podía manejar por lo que decidimos ir
al campo a buscar las dos plantas. En primer lugar, se obtuvieron los
extractos y se hizo la búsqueda bibliográfica del tipo
de metabolitos que las especies sintetizan”.
Se encontró que Tephrosia es
rica en flavonoides y Haplophyton cimicidum en alcaloides,
dos grupos de metabolitos o compuestos de origen natural reportados
en la literatura con efectos sobre los insectos. Se han probado distintas
concentraciones en larvas con diferente estado de desarrollo.
Guevara Fefer resaltó que se han analizado
por separado las especies para determinar, a nivel de extracto, el efecto
sobre el desarrollo y crecimiento de Spodoptera frugiperda,
y se harán otras evaluaciones para revelar no sólo aspectos
como crecimiento o subsistencia del insecto, sino efectos en su fisiología.
Para ello, se planea evaluar enzimas que actúan
en el sistema nervioso y digestivo.
Finalmente, destacó la importancia de
conocer la química y fisiología de las especies para abordar
las interacciones ecológicas mediadas por metabolitos secundarios,
así como el aprovechamiento que de estos compuestos tiene el
hombre.
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