• Colaboran con centros de desarrollo
o áreas corporativas de empresas automotrices en Estados Unidos
y Alemania, en el desarrollo de nuevos accesorios que han sido montados,
probados y exhibidos en esos países
• También, han trabajado en propuestas para enseres domésticos,
algunos del futuro, dijo Vicente Borja Ramírez, secretario
de Posgrado e Investigación de la FI de la UNAM
Estudiantes de los últimos semestres
de la licenciatura y posgrado en las ingenierías Mecánica,
Mecatrónica, Industrial y en Cómputo, así como
Diseño Industrial, desarrollan nuevos productos para instancias
externas a la Universidad, empresas e, incluso, organizaciones no gubernamentales,
nacionales e internacionales.
Es el caso de la colaboración con centros
de desarrollo o áreas corporativas de automotrices en Estados
Unidos y Alemania, como General Motors, Volkswagen y Audi, en la proyección
de nuevos accesorios para autos, que han sido montados, probados e,
incluso, exhibidos en esos países.
También, se han diseñado nuevos
vehículos, propuestas conceptuales, modelos virtuales, a escala,
y hasta prototipos funcionales.
Ello, reconoció Vicente Borja Ramírez,
secretario de Posgrado e Investigación de la Facultad de Ingeniería
(FI), ha sido posible con la relación de esta casa de estudios
con universidades extranjeras, como la de California en Berkeley, Stanford
y Tecnológica de Munich.
En cuanto a firmas nacionales, señaló,
se ha trabajado con Mabe para proponer diferentes enseres domésticos,
algunos a futuro y otros para resolver problemas inmediatos. También,
se han realizado proyectos para el resguardo y exhibición de
documentos históricos con el Archivo General de la Nación.
Asimismo, se colabora con organismos no gubernamentales
(ONG), en la creación de sanitarios secos. A ese tipo de trabajos
se suman otros como los de ahorro de agua en regaderas y captación
de líquido pluvial. “Es de nuestro interés participar
en proyectos sustentables; hacemos propuestas y solicitamos recursos”,
dijo.
Históricamente, prosiguió, el
diseño de nuevos productos debía satisfacer las necesidades
o expectativas de la gente, pero en el contexto actual, también
debe tomarse en cuenta la condición económica y el respeto
al medio ambiente.
La innovación ha estado ligada a la
obtención de ganancias y a lograr mejores productos que la competencia.
Hoy, esos aspectos no son suficientes, pues deben considerarse también
los sociales y ambientales, y el uso eficiente de recursos.
A través de varias técnicas,
expuso, se intenta mejorar el éxito que pueda tener una innovación;
la primera es detectar el mercado potencial. Una vez definido, se hace
una investigación sobre las soluciones existentes para definir
el impacto al cual se desea llegar.
Luego, se proponen y evalúan soluciones,
etapa que puede incluir pruebas directas con usuarios, construcción
de modelos o prototipos, para finalmente hacerlo a detalle, donde se
define la estructura del producto y cada una de sus partes.
En el caso de los enseres domésticos
del futuro (15 ó 20 años), lo primero que se hace es indagar
los escenarios posibles en ese tiempo, cómo va a ser la gente,
qué hábitos tendrá, qué tipo de necesidades
y recursos.
A partir de ahí, se “mapea”
la situación de esos objetos y las expectativas de los posibles
clientes. “Analizamos las tecnologías y las que pensamos
se desarrollarán para hacer propuestas”.
Borja Ramírez indicó que también
tienen proyectos con empresas a mediano plazo, donde se proponen desarrollos
que pueden explotar un nicho de mercado que han descubierto, en el que
no está la competencia y pudiera tener un potencial importante
en México, o productos que ya existen en otros lugares, pero
se desean adaptar a los requerimientos locales.
En los cursos para estudiantes, añadió,
se promueve que propongan sus propias ideas a partir de problemas generales
que se plantean, o de información relacionada con la sustentabilidad.
A veces la investigación y búsqueda
de información incluye observaciones directas de usuarios, que
en ocasiones se complementan con entrevistas y encuestas, y se documentan
en fotografía y video. Ello contribuye a una compenetración
y empatía con el producto a diseñar.
A raíz de la labor en Ingeniería
y Diseño Industrial, alumnos han planteado la opción de
tener su propia empresa, lo que hacen con apoyo de las incubadoras de
negocios que promueve la Universidad, explicó el académico.
La mayoría de los desarrollos derivan
en trabajos de tesis, programas de servicio social, artículos
e, incluso, patentes. Todo ello es resultado de una labor en equipo,
donde participan cinco profesores, tres del Centro de Diseño
Mecánico e Innovación Tecnológica (CDMIT) de la
FI, y dos del Centro de Investigaciones en Diseño Industrial
(CIDI), de la Facultad de Arquitectura.
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