• El objetivo, determinar la eficacia
de sus componentes para combatir caries y controlar la hipertensión,
explicó José Fausto Rivero Cruz, de la Facultad de Química
• Con ello, se pretende usar y aprovechar un recurso desperdiciado
en el país
En México existen pocos estudios sobre
los usos y composición de la sustancia propóleos, y en
la Facultad de Química (FQ) de la UNAM se realizan investigaciones
para determinar la acción de sus componentes en el combate de
las caries y control de la hipertensión.
José Fausto y Blanca Rivero Cruz, así
como los médicos veterinarios zootecnistas Ángel López
Ramírez y Adriana Correa Benítez, son los responsables
de estas líneas de investigación, cuyo objetivo también
es fomentar el uso y aprovechamiento de este recurso desperdiciado.
Se estima que en el país sólo
se obtienen seis toneladas anuales, aunque se considera el sexto productor
de miel a nivel mundial. Este compuesto céreo es elaborado por
las abejas para tapar fisuras en sus colmenas; sus ingredientes son
ceras, compuestos aromáticos, flavonoides, terpenos, alcoholes
de alto peso molecular y polen; su estructura química varía
por factores como la época del año, la floración
y la región donde los insectos hacen sus colectas.
Su acción terapéutica es multifactorial, es decir, puede
utilizarse para tratar gran cantidad de enfermedades; sin embargo, en
el caso mexicano no hay suficientes investigaciones que permitan validar
sus diferentes usos y, hasta ahora, su utilidad principal es para el
cuidado de la tos.
“Los estudios son escasos, si acaso habrá
seis a nivel nacional, pero son de algunas regiones de Yucatán
y Sonora, de la zona melífera del altiplano no hay nada. Por
ello, en el laboratorio y con apoyo de alumnos de licenciatura y maestría,
realizamos algunas investigaciones en esa región, no sólo
para saber cuáles son los componentes, sino para determinar si
tienen acción terapéutica para eliminar las bacterias
que ocasionan las caries, y para el control de la hipertensión”,
recalcó el especialista en química farmacéutica.
Caries
El primer análisis fue sobre sus efectos
en los microorganismos causantes de las caries –Porphyromonas
gingivalis y Streptococcus mutans– y se ha visto que algunos
son funcionales para ese fin, lo que ha permitido el aislamiento de
compuestos, mencionó.
También, se ha determinado que otros
tienen actividad sobre las encimas glicosiltransferasas de Streptococcus
mutans, responsables del incremento en la producción de
la capa dentobacteriana.
Hasta ahora, se han obtenido compuestos puros
de tipo flavonoide y terpenos, que han inhibido el crecimiento de las
bacterias en diferentes concentraciones, principalmente en glicosiltransferasas
de S. mutans. Con estos descubrimientos, puntualizó
Rivero Cruz, se puede buscar la forma de prevenir las caries.
Hipertensión
Con apoyo del gobierno del Distrito Federal,
los científicos desarrollan un proyecto para determinar el efecto
cardiovascular de los compuestos de propóleo, pues en otros países
son empleados para beneficio de quienes padecen problemas de circulación,
cardiacos, o hipertensión.
“En importante saber las propiedades
de la sustancia mexicana en este campo, sobre todo si consideramos que
los padecimientos cardiovasculares son la primera causa de muerte en
el país”, enfatizó.
El primer paso, explicó, es separar
los compuestos con procedimientos químicos y evaluar la respuesta
biológica, porque así se tiene la certeza de alguna acción
en los seres vivos. Después, en colaboración con la Universidad
Autónoma de Querétaro, se harán pruebas con la
aorta aislada de rata o de cobayo.
Posteriormente, se pretenden determinar sus
efectos in vivo, lo que implica el suministro oral de cierta cantidad
para saber sus efectos sobre la presión arterial de los individuos.
“Esperamos comprobar que tiene efectos directos sobre el control
de estas afecciones”, recalcó.
Materia prima y función social
El también especialista en plantas medicinales
de México expuso que este trabajo se realiza con 15 tipos de
propóleos, proporcionados por productores del Centro Ecológico
Acuexcómatl, y de las zonas rurales de Topilejo en Tlalpan, Xochimilco
y Milpa Alta.
“En el momento que nos acercamos a ellos,
nos percatamos que muchos no ocupaban los propóleos porque no
sabían cuál era su utilidad; les explicamos que eran valiosos
para producir preparados medicinales, y ahora algunos venden jarabes
artesanales”, relató.
Con este tipo de investigaciones, no sólo
se busca enseñar a los productores a aprovechar de mejor manera
los productos de sus abejas, sino utilizar un recurso desperdiciado
en México, resaltó.
“La sustancia mexicana se considera de
mala calidad, pero no es por su composición, sino porque no se
extrae en forma correcta; en otras partes del mundo se utilizan trampas,
aquí se raspa, y al hacerlo se desprende plomo y partículas
de las pinturas que contienen los cajones, pero si mostramos a los apicultores
la forma correcta, podemos mejorar, y en esta labor, trabajan integrantes
del Departamento de Producción Animal: Abejas, Conejos y Organismos
Acuáticos, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
de la UNAM”, concluyó.
--o0o--