• Existen 56 instituciones que imparten
esta carrera y esto ha ocasionado que haya un gran número de
abogados, pero no todos cuentan con una buena formación académica,
afirmó José Barroso, secretario General de la FD de
la UNAM
• Para estos jóvenes el mercado laboral está saturado
y encontrar trabajo se ha convertido para ellos en un peregrinar pesado
y largo, sostuvo
Aunque en los últimos años ha
habido una proliferación de instituciones destinadas a la enseñanza
del Derecho, no todas garantizan que la educación que brindan
sea de calidad, alertó José Marcos Barroso Figueroa, secretario
General de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM.
Antes, señaló, la única
institución que garantizaba una instrucción adecuada de
esta disciplina era la Escuela Nacional de Jurisprudencia que, a partir
de 1950, se transformó en FD.
A la fecha, hay 56 instituciones que imparten
esta especialidad, lo que ha ocasionado que exista un gran número
de abogados, pero no todos con una buena formación académica.
De modo que para muchos egresados el mercado
laboral está saturado y encontrar trabajo se les ha convertido
en un peregrinar pesado y largo.
Entonces, entre los retos a los que se enfrentan las nuevas generaciones
de abogados están: buscar una institución que les proporcione
una excelente formación y enfrentarse al desempleo, sostuvo.
Ante esta problemática, destacó,
desde agosto de 2010, la FD ha incrementado la preparación de
sus egresados con el propósito de que tengan mayores oportunidades
laborales. Los estudiantes tienen la opción, en los dos últimos
semestres de la licenciatura, de realizar una de las 26 especialidades
que brinda la facultad, comentó.
“Para lograrlo, deben contar con ciertas
características en su historial académico, como el promedio;
si llenan los requisitos, una vez que concluyan sus estudios obtendrán,
además de su título de licenciado en Derecho, uno de especialista”.
A su vez, dijo, en los tres primeros años
de su formación deben cursar clases de inglés como materia
obligatoria; esto les da un plus, pues ser bilingüe les abre mayor
número de opciones laborales.
Barroso Figueroa reconoció que el ingreso
a la FD es cada vez más difícil. Las nuevas generaciones
se enfrentan a mayores retos, pero eso garantiza que los que están
adentro son un grupo de estudiantes selectos. “Alumnos de muy
buen nivel, pues lograron pasar filtros complicados”.
Si bien, antes esta profesión se consideraba
de hombres, actualmente son las mujeres quienes están a la cabeza.
En la facultad el 52 por ciento de la población es femenina,
y son ellas quienes mejores calificaciones y reconocimientos alcanzan
en esta profesión. “Cada vez vemos a más abogadas
en el ejercicio profesional público y privado”, resaltó.
Día del abogado
Al hablar del Día del abogado, a conmemorarse
este 12 de julio, comentó que la primera ocasión que se
impartió una cátedra de derecho no canónico en
tierras americanas, fue ofrecida por Baltazar de Frías y Albornoz.
El doctor de 33 años, dictó en 1553 la cátedra
Prima de Leyes e Instituta.
“Hemos avanzado en esta área a
lo largo de la historia, por eso no sólo hay que conmemorar la
fecha, sino festejar los logros y los profesionales que la ejercen”.
Al respecto, Óscar Cruz Barney, del
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y presidente
del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México A.C., consideró
que en México se ha perdido de vista la función social
de esta profesión.
Debemos comprender que los servicios que ofrecemos
no son una mercancía y, por lo tanto, no pueden estar sujetos
a las simples reglas de la oferta y la demanda, sino regirse por un
código de ética profesional, lo que a su vez redundará
en beneficio de la sociedad, enfatizó.
Por ello, sugirió, quien se desempeña
en esta área y ha obtenido buenas ganancias debería otorgar,
en algún momento, consultoría jurídica gratuita
a quienes necesiten de un abogado y no puede pagar sus honorarios. “Tenemos
que vincularnos con el entorno y responder de este modo a la sociedad
a la que servimos”.
Entonces, es bueno que se conmemore a la profesión
y el inicio de la enseñanza del derecho en el país, pero
también se deben fomentar las buenas prácticas de la abogacía
y su ejercicio ético, concluyó.
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