Boletín UNAM-DGCS-408
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 11 de julio de 2011


José Marcos Barroso Figueroa

EN MÉXICO HA CRECIDO LA OFERTA DE ESCUELAS DE DERECHO, PERO NO LA CALIDAD EN LA ENSEÑANZA

 

• Existen 56 instituciones que imparten esta carrera y esto ha ocasionado que haya un gran número de abogados, pero no todos cuentan con una buena formación académica, afirmó José Barroso, secretario General de la FD de la UNAM
• Para estos jóvenes el mercado laboral está saturado y encontrar trabajo se ha convertido para ellos en un peregrinar pesado y largo, sostuvo

Aunque en los últimos años ha habido una proliferación de instituciones destinadas a la enseñanza del Derecho, no todas garantizan que la educación que brindan sea de calidad, alertó José Marcos Barroso Figueroa, secretario General de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM.

Antes, señaló, la única institución que garantizaba una instrucción adecuada de esta disciplina era la Escuela Nacional de Jurisprudencia que, a partir de 1950, se transformó en FD.

A la fecha, hay 56 instituciones que imparten esta especialidad, lo que ha ocasionado que exista un gran número de abogados, pero no todos con una buena formación académica.

De modo que para muchos egresados el mercado laboral está saturado y encontrar trabajo se les ha convertido en un peregrinar pesado y largo.


Entonces, entre los retos a los que se enfrentan las nuevas generaciones de abogados están: buscar una institución que les proporcione una excelente formación y enfrentarse al desempleo, sostuvo.

Ante esta problemática, destacó, desde agosto de 2010, la FD ha incrementado la preparación de sus egresados con el propósito de que tengan mayores oportunidades laborales. Los estudiantes tienen la opción, en los dos últimos semestres de la licenciatura, de realizar una de las 26 especialidades que brinda la facultad, comentó.

“Para lograrlo, deben contar con ciertas características en su historial académico, como el promedio; si llenan los requisitos, una vez que concluyan sus estudios obtendrán, además de su título de licenciado en Derecho, uno de especialista”.

A su vez, dijo, en los tres primeros años de su formación deben cursar clases de inglés como materia obligatoria; esto les da un plus, pues ser bilingüe les abre mayor número de opciones laborales.

Barroso Figueroa reconoció que el ingreso a la FD es cada vez más difícil. Las nuevas generaciones se enfrentan a mayores retos, pero eso garantiza que los que están adentro son un grupo de estudiantes selectos. “Alumnos de muy buen nivel, pues lograron pasar filtros complicados”.

Si bien, antes esta profesión se consideraba de hombres, actualmente son las mujeres quienes están a la cabeza. En la facultad el 52 por ciento de la población es femenina, y son ellas quienes mejores calificaciones y reconocimientos alcanzan en esta profesión. “Cada vez vemos a más abogadas en el ejercicio profesional público y privado”, resaltó.

Día del abogado

Al hablar del Día del abogado, a conmemorarse este 12 de julio, comentó que la primera ocasión que se impartió una cátedra de derecho no canónico en tierras americanas, fue ofrecida por Baltazar de Frías y Albornoz. El doctor de 33 años, dictó en 1553 la cátedra Prima de Leyes e Instituta.

“Hemos avanzado en esta área a lo largo de la historia, por eso no sólo hay que conmemorar la fecha, sino festejar los logros y los profesionales que la ejercen”.

Al respecto, Óscar Cruz Barney, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y presidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México A.C., consideró que en México se ha perdido de vista la función social de esta profesión.

Debemos comprender que los servicios que ofrecemos no son una mercancía y, por lo tanto, no pueden estar sujetos a las simples reglas de la oferta y la demanda, sino regirse por un código de ética profesional, lo que a su vez redundará en beneficio de la sociedad, enfatizó.

Por ello, sugirió, quien se desempeña en esta área y ha obtenido buenas ganancias debería otorgar, en algún momento, consultoría jurídica gratuita a quienes necesiten de un abogado y no puede pagar sus honorarios. “Tenemos que vincularnos con el entorno y responder de este modo a la sociedad a la que servimos”.

Entonces, es bueno que se conmemore a la profesión y el inicio de la enseñanza del derecho en el país, pero también se deben fomentar las buenas prácticas de la abogacía y su ejercicio ético, concluyó.


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Fotos

José Marcos Barroso Figueroa, secretario General de la Facultad de Derecho de la UNAM.

 

Óscar Cruz Barney, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.