• César Augusto de León
Ricardi, estudiante del posgrado en Psicología en la UNAM,
propone echar mano de esta herramienta a la par del tratamiento clínico
de este mal
Ante el deterioro intelectual y físico
que causa la esclerosis múltiple en el organismo humano, César
Augusto de León Ricardi, estudiante del posgrado en Psicología,
propuso, además del tratamiento clínico, una evaluación
neuropsicológica específica que favorezca la reintegración
del paciente en su ámbito laboral o familiar.
De acuerdo con la tesis central del estudio
que desarrolló en el Hospital General 20 de Noviembre del ISSSTE,
se trata de demostrar la importancia de ese tipo de evaluación,
que no siempre se aplica a quienes acuden al servicio de neurología.
Actualmente, en el país se registran
entre 20 y 25 casos por cada 100 mil habitantes, cifra que no se puede
reducir debido a la variabilidad del origen del padecimiento. Ello deriva
en un difícil diagnóstico para determinar su evolución.
Según el universitario, quien realiza
su residencia hospitalaria, “esta enfermedad generalmente comienza
con alteraciones de la marcha y la visión, lo que impide un diagnóstico
temprano; es decir, desde el punto de vista neurológico no se
conoce el momento en que comienza”.
Además, cada nuevo ataque implica diferentes
áreas del cerebro y produce diversos síntomas; por ello,
no habrá la misma sintomatología en lesiones que involucren
estructuras como las áreas perímetro-ventriculares o lesiones
en el cuerpo calloso.
Entre los impactos más importantes en
el organismo humano, el estudiante refirió la falta de coordinación
de brazos y piernas, rigidez, alteración de la marcha, deterioro
visual, incontinencia, disfunción sexual y alteraciones de la
percepción del color, entre otras.
En lo que se refiere a la atención neuropsicológica,
destaca el deterioro cognitivo, principalmente alteraciones en la memoria,
en la atención y en las funciones ejecutivas; es decir, aquellas
acciones que permiten verificar y planear la conducta.
El enfermo también presenta alteración
en el razonamiento abstracto, el conceptual, la atención sostenida
y la rapidez en el procesamiento de la información. Luego de
comentar que aún no se precisa por qué las neuronas pierden
mielina, causa principal, señaló que el proceso cognitivo
del paciente se hace lento.
El protocolo de investigación en su
estudio de caso, consistió en evaluar a una profesionista de
38 años, cuya práctica laboral involucraba actividades
de alta demanda cognitiva, como dar asesoría legal e impartir
clases de educación superior. Se hizo una breve entrevista y
un análisis del archivo clínico. En función de
las observaciones, se conformó una batería de pruebas
para hacer un análisis más completo.
Para ello, el alumno del Posgrado en Neuropsicología
empleó un programa de exploración neuropsicológica,
conocido como el Test Barcelona, diseñado para indagar los procesos
cognitivos. Asimismo, el Wisconsin Carting Sorting Test, para funciones
ejecutivas y, finalmente, Torre de Londres, para evaluar procesos de
planeación.
Tras observar los resultados, De León
Ricardi encontró que los procesos mnésicos, es decir,
los no verbales, se encontraban bien integrados, lo que no ocurría
en otras pruebas donde había una marcada disfunción.
Sin embargo, donde la investigación
apoyó el escrutinio en el comportamiento cognitivo de la paciente
fue en el Test Barcelona, para evaluar la memoria, fundamentalmente,
así como los movimientos de ejecución, el lenguaje, el
cálculo y el pensamiento.
Los datos que arrojó la prueba resultaron
alentadores. El desempeño de la paciente alcanzó niveles
óptimos en áreas importantes como lenguaje y comprensión,
aunque se observó que en las tareas de tiempo de respuesta, se
situó en rangos inferiores.
“Esto significa que la forma en que procesa
la información es mucho menor a lo esperado en alguien normal.
Le lleva mucho más tiempo hacer las tareas de forma exitosa”,
indicó.
Por lo tanto, el “enlentecimiento”,
como se conoce a esta fase de ver disminuida la capacidad cognitiva
en el curso de la enfermedad, afecta de manera significativa actividades
que involucran memoria, comprensión de estructuras gramaticales
complejas como conversaciones, autonomía, bajo desempeño
laboral y disminución de las relaciones sociales.
Según el universitario, este evento,
conocido como impacto de carácter sistémico, no solamente
trastoca la vida personal, sino el ámbito laboral y académico.
De manera que en función de estos resultados, se hace una estrategia
de rehabilitación para incorporar a la paciente a su entorno,
concluyó.
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