• Las condiciones económicas
del país obligan a las familias a emplear a los menores,
afirmó Mónica González Contró, del Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
• De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y
Empleo 2009, laboran tres millones de pequeños
• La Organización Internacional del Trabajo instituyó
el 12 de junio como Día Mundial Contra el Trabajo Infantil
En México se deben buscar las mejores
condiciones para que las familias no tengan que emplear a los niños,
para que gocen de todos sus derechos, y exista una mayor conciencia
social y responsabilidad de las autoridades para erradicar el trabajo
infantil, planteó Mónica González Contró,
del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
No existen mecanismos de protección
para garantizar las garantías de niñas, niños
y adolescentes. “Es necesario trabajar en políticas públicas,
apoyadas con asignaciones presupuestales suficientes”, añadió.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación
y Empleo de 2009, refirió, tres millones de menores entre cinco
y 17 años trabajan. El 66.9 por ciento son varones y el 31.1
por ciento niñas. Del total, un millón 200 mil no asisten
a la escuela.
Trabajo infantil
La especialista explicó que el criterio
para distinguir el trabajo infantil, como aportación de los
menores al hogar, de una labor en condiciones de explotación,
es la interferencia en sus derechos, como educación, juego
y salud.
Se habla de esa condición si las tareas
los privan de su niñez, potencial, dignidad, si son perjudiciales
para su desarrollo físico y psicológico; si interfieren
con su escolarización porque les dificulte asistir con regularidad
a clases; si los obligan a abandonar la escuela de forma prematura
o exigen combinar el estudio con una labor pesada que requiera de
mucho tiempo.
En el caso del trabajo doméstico,
las niñas son más afectadas. Si los padres tienen que
salir a trabajar, les encargan el cuidado de hermanos menores y las
tareas del hogar. “Si no pueden asistir a la escuela, cumplir
con sus tareas y además asumen responsabilidades que no corresponden
a su edad, estamos frente a casos de explotación”, puntualizó
la especialista.
En las formas más extremas, están
en situación de esclavitud, separados de su familia, expuestos
a graves peligros y enfermedades o abandonados en las calles, con
frecuencia, a una edad muy temprana.
Día mundial contra el trabajo infantil
En 2002, la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) estableció el 12 de junio como Día
Mundial Contra el Trabajo Infantil, regulado por el Convenio 182,
sobre las peores formas del mismo, y el Convenio 138, sobre la edad
mínima de admisión al empleo, aprobados por la Conferencia
Internacional del organismo.
El primero, exhorta a la adopción
de medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición
y eliminación de sus peores formas, con carácter de
urgencia: la esclavitud y servidumbre, la prostitución, el
tráfico y el reclutamiento para actividades ilícitas,
entre otros.
González Contró recordó
que México ha ratificado el Convenio 182, no así el
138, respecto a la obligación de los estados de establecer
una edad mínima de admisión al empleo y los mecanismos
para garantizar el respeto de este derecho.
La Carta Magna y la Ley Federal del Trabajo
establecen para el país la edad de 14 años como la mínima
para integrarse a las actividades productivas. Además, se cuenta
con la Convención sobre los Derechos del Niño, “tenemos
un marco legal, sin embargo, los niños desempeñan laborales
en el sector informal o en el sector formal, sin ninguna protección
de las leyes”, advirtió.
La más reciente estimación
mundial de la OIT revela que 115 millones de infantes están
involucrados en faenas peligrosas. Se trata de tareas que, por su
naturaleza o por las condiciones en que se llevan a cabo, dañan
la salud, seguridad o la moralidad. El problema es mundial y afecta
tanto a países industrializados y en desarrollo.
La necesidad de emprender una acción
urgente para eliminarlo, fue el tema de la Conferencia Mundial sobre
Trabajo infantil de La Haya, en 2010. En la reunión, se adoptó
una “Hoja de ruta para la eliminación de sus peores formas”,
ratificada en el Plan de Acción Mundial de la OIT.
En 2011, esta celebración se centra
en la atención pública en el trabajo peligroso, y exhortará
a emprender acciones urgentes para erradicarlo, expuso la también
secretaría académica del IIJ.
Marco legal internacional
Las normas que restringen el trabajo infantil
son el Convenio 138 de la OIT, sobre la edad mínima de admisión
al empleo, y el Convenio 182, del mismo organismo, sobre sus peores
formas, además de las recomendaciones conexas 146 y 190, respectivamente.
El Programa Internacional para la Erradicación
del Trabajo Infantil (IPEC), de la misma OIT, reconoce que, si bien
en América Latina y el Caribe en los últimos años
se ha reducido sustancialmente, 5. 7 millones de niñas y niños
trabajan sin tener la edad mínima admitida, o realizan trabajos
que deben ser abolidos, según lo previsto en el Convenio 182.
Según el informe del IPEC, Global
child labour developments: Measuring trends from 2004 to 2008,
para ese año había más de 305 millones de niños
de cinco a 14 años económicamente activos, y 215 millones
de infantes trabajadores. De ellos, 115 millones realizaban labores
peligrosas que amenazaban su seguridad, salud y desarrollo.
Asimismo, estima que en el mundo hay cerca
de 100 millones de niñas víctimas del trabajo infantil
y asegura que con frecuencia son las últimas matriculadas y
las primeras retiradas de la escuela si las familias deben elegir
entre educar a un hijo o a una hija.
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