• Con más de mil 200 artículos publicados desde
su fundación, en 1989, es un puente entre la química
y las formas de transmitirla a los alumnos, dijo su director, Andoni
Garritz Ruiz
• Concebida y editada en la Facultad de Química de
la UNAM, presenta artículos originales en español,
inglés, portugués y francés; está incluida
en los índices Chemical Abstracts y Scopus
Fiel a su nombre, la revista Educación
Química explora nuevas rutas para la enseñanza
de esa disciplina, comparte caminos inéditos por los que maestros
de varios países han andado para ofrecer nuevas estrategias
didácticas, y para los experimentos, suma al uso de herramientas
tradicionales nuevos dispositivos como las tecnologías de la
información.
“No recibimos artículos que
hablen de la síntesis o el análisis químico,
queremos esta ciencia para educar, y que los alumnos y los profesores
la lean. En general, las personas preocupadas por su enseñanza
son nuestros lectores”, resumió el director de la publicación,
Andoni Garritz Ruiz, académico de la Facultad de Química
(FQ) de la UNAM, quien durante 39 años ha dado cátedra
de bachillerato, licenciatura y posgrado en su especialidad.
Al frente de la revista trimestral desde su concepción y fundación
en 1989, Garritz la ha organizado por secciones, con un sitio preponderante
para artículos originales que abordan la didáctica de
la química –en una sección llamada por años
“Un hueso duro de roer”– o la relación entre
“ciencia, tecnología y sociedad”.
Con rigor, creatividad y humor, tiene un
espacio para la historia en la sección “Para quitarle
el polvo”; otro para la enseñanza mediante juegos, llamado
“Telaraña”, y uno más, para la participación
de industriales y empresarios, titulado “Interfase”.
Educación Química se
ha presentado de forma continua cada tres meses —salvo el año
1998 en que se editó bimestralmente. Ha tenido unos cinco números
especiales, con conferencias presentadas en congresos, y presenta
entre 12 y 13 artículos en cada número.
Entre sus temas destacan los de actualización
del profesorado, el sector profesional y el alumnado; la exploración
didáctica de asuntos de difícil aprendizaje; la difusión
de la química; el empleo de la historia para la enseñanza
de esa disciplina; el intercambio de medios y criterios de evaluación;
la promoción de la ciencia experimental y la tecnología;
el intercambio de experiencias de diseño, evaluación
curricular e investigación educativa; la conexión entre
los diversos niveles educativos; el debate sobre los grandes problemas
de la educación y la promoción del estudiantado en esa
ciencia.
Multilingüe, con énfasis en Iberoamérica
Los textos se difunden mayoritariamente en
español e inglés, cada vez más en portugués
y eventualmente en francés, dijo el director.
Incluida en los índices internacionales
Chemical Abstracts y Scopus, hasta ahora ha publicado más de
mil 200 artículos, aproximadamente la mitad de autores mexicanos
y el resto de extranjeros, provenientes en su mayoría de América
Latina, España y Portugal, pero con colaboraciones de Israel,
Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica, India y Hong Kong.
Cada texto es arbitrado por dos o tres especialistas
de diferentes países, quienes rechazan, en promedio, el 26
por ciento de los inéditos que aspiran a ser divulgados.
Cuenta con un consejo editorial mexicano,
integrado por 10 instituciones educativas y sociedades profesionales,
y un consejo internacional, con representantes de 11 países.
Se mantiene mediante suscripciones, que incluyen
la versión impresa y digital, y los anteriores a 2005 pueden
consultarse gratis en línea en la URL http://educacionquimica.info/
“Actualmente contamos con 500 suscripciones
y necesitamos el doble para ser autofinanciables”, reconoció
Garritz, cuyo proyecto editorial recibe subvenciones de la UNAM y,
eventualmente, de la SEP.
Puente entre ciencia y educación
Desde que se diseñó, recordó
Garritz, había un hueco entre la química como ciencia
y la educación. Desde el número cero de 1989, se menciona
como objetivo “llenar el enorme vacío de comunicación
y expresión que existe entre los profesores, los estudiantes
y los profesionales de la química preocupados por la educación,
así como propiciar un foro de discusión orientación
y análisis para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje
de la química en Iberoamérica”.
Única en su tipo en México,
se hermana con otras, como las españolas Enseñanza de
las Ciencias, Alambique y Eureka, la catalana Educación Química,
o la argentina Educación en la Química, que comparten
la búsqueda de rutas novedosas y didácticas para enseñar
esta disciplina con el uso de analogías, juegos y formas de
evaluación que rebasen al examen tradicional.
Persigue los mismos objetivos que el Journal
of Chemical Education, o The Chemical Educator, publicadas en Estados
Unidos o Education in Chemistry o que Chemistry Education: Research
and Practice, publicadas por la Royal Society británica.