Boletín UNAM-DGCS-302
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 22 de mayo de 2011


Miguel Ángel Ávila Rodríguez


AUMENTA UNAM CAPACIDAD DE SU UNIDAD PET

• Para diagnósticos clínicos más específicos de medicina nuclear, adquirió tres módulos de síntesis química automatizados para producir radiofármacos específicos, destinados a detectar cáncer, así como enfermedades neurológicas y cardiacas
• A 10 años de ofrecer este servicio de imagenología molecular, la Facultad de Medicina se mantiene a la vanguardia, dijo Miguel Ángel Ávila Rodríguez
• Se produce el 80 por ciento de los radiofármacos utilizados en la misma unidad, y otros hospitales y centros de diagnóstico que realizan estos análisis en la Ciudad de México

A 10 años de su fundación como el primer centro de imagenología médica nuclear para diagnóstico clínico del país, la Unidad de Tomografía por Emisión de Positrones (PET) de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, fortalece su capacidad para detectar, además de diversos tipos de cáncer, enfermedades neurológicas y cardiacas.

Lo anterior es posible con la nueva gama de radiofármacos que se generan en sus propias instalaciones, capaces de guiar a los médicos hacia las zonas de detección temprana de cáncer y enfermedades neurológicas como Parkinson, epilepsia, Alzheimer o padecimientos cardiacos que preceden a daños irreversibles en el corazón.

En tres nuevos módulos de síntesis química automatizados, se producen los radiofármacos específicos, que amplían la capacidad diagnóstica.

La Tomografía por Emisión de Positrones es una técnica no invasiva de medicina nuclear, perteneciente a la imagenología molecular, explicó en entrevista Miguel Ángel Ávila Rodríguez, doctor en Física Médica, y responsable del Ciclotrón, Radiofarmacia y Micro-PET de la Unidad PET de la FM.

Con un estudio se obtienen imágenes funcionales que reflejan la concentración de un radiofármaco específico, lo que proporciona información de diversos procesos biológicos a nivel molecular.

El especialista detalló que se trata de la técnica más avanzada de diagnóstico médico por imagen, pues genera información metabólica o bioquímica de los procesos bajo estudio, en comparación con las modalidades de imagen por rayos X, ultrasonido y resonancia magnética, que ofrecen principalmente información estructural o anatómica.

Asimismo, permite la detección temprana de enfermedades, inclusive antes de que manifiesten sus primeros síntomas, pues generalmente los cambios fisiológicos que acompañan a una afección anteceden a los anatómicos.

Positrones, ruta para ver enfermedades

Los radiofármacos con los que funciona la PET están marcados con un radionúclido emisor de positrones, antipartículas del electrón que tienen las mismas propiedades de este último, pero son de carga positiva, así que si un positrón y electrón se encuentran, se aniquilan, y toda su materia se convierte en energía, liberada en forma de dos fotones, emitidos simultáneamente, en direcciones opuestas y con la misma energía.

Con la detección simultánea de los fotones de aniquilación es posible identificar la línea a lo largo de la que se emitieron, y seguir la ruta en donde el radiofármaco se acumuló para formar imágenes.

La sensibilidad, resolución especial y precisión de cuantificación de la PET la hacen la técnica de diagnóstico de medicina nuclear molecular por excelencia, consideró Ávila.

Amplían su capacidad

Durante varios años, en la Unidad PET de la FM se trabajó con un solo radiofármaco de glucosa marcada con flúor-18, el FDG, diseñado para detección de cáncer.

“El FDG se ha utilizado de forma universal para estudiar casi cualquier tipo de tumor; sin embargo, no es un radiofármaco específico de proliferación celular, porque también es captado en procesos de inflamación e infección. La nueva tendencia es que sean más específicos, pues amplían la capacidad diagnóstica del cáncer y padecimientos neurológicos y cardiacos”, explicó.

Ahora, en el laboratorio de radiofarmacia de esa unidad se producen, además del FDG, otros como el fluoruro de sodio (NaF), para estudios óseos encaminados a la detección de tumores primarios y metástasis; fluorotimidina (FLT), un marcador de proliferación celular que permite evaluar la respuesta temprana a tratamientos oncológicos; fluoromizonidazol (FMISO), para la evaluación de hipoxia tumoral que es un factor de mal pronóstico en algunos tipos de tumores, y fluoroestradiol (FES), para determinar la densidad de receptores de estrógenos en cáncer de mama.

Asimismo, acetato, para analizar el metabolismo beta-oxidativo del miocardio, útil también en cáncer de próstata y hepático; raclopride, para enfermedades neurológicas como Parkinson, Alzheimer, Huntington y esquizofrenia, entre otras; tetrabenazina (DTBZ), para diabetes mellitus, mediante la determinación de masa de células beta pancreáticas, encargadas de producir la insulina, y amoniaco, para estudios de perfusión miocárdica.

Una de las metas de la administración actual de la FM, destacó, es seguir con la ampliación de la lista de radiofármacos para estudios PET. Con ese fin, recientemente se adquirieron los tres módulos de síntesis química automatizados, con apoyo parcial del Conacyt. La nueva gama de radiofármacos específicos en producción son rutas precisas que se convierten en imágenes para la detección y diagnóstico temprano de enfermedades.

Cabe mencionar que aquí se produce el 80 por ciento de los utilizados en la misma unidad, y otros hospitales y centros de diagnóstico que realizan estudios PET en la Ciudad de México.

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Fotos


Miguel Ángel Ávila Rodríguez, responsable del Ciclotrón, Radiofarmacia y Micro-PET de la Unidad PET de la FM de la UNAM, muestra el módulo automatizado para síntesis química de radiofármacos.