• Araceli Jiménez fue reconocida por su trayectoria,
aportaciones a la enfermería y servicio comunitario
• El profesional de esta área no sólo debe desarrollar
modelos de atención, sino de prevención, indicó
al recibir el más alto galardón para quienes se dedican
a esta labor en México
“Decidí estudiar enfermería
por mi interés y gusto por trabajar con las personas. Me agrada
brindar cuidados y cubrir necesidades, sean de salud o sociales”,
dijo Araceli Jiménez Mendoza, académica de la Escuela
Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM, quien
recibió la Medalla al Mérito Enfermera Isabel Cendala
y Gómez.
La galardonada con el más alto reconocimiento
que se otorga anualmente a los profesionales de esta área en
México, reconoció que el reto de quienes se dedican a
esta actividad es responder a las demandas de atención de los
diferentes grupos etarios.
“El profesional de la enfermería
no sólo debe desarrollar modelos de cuidado para atender enfermedades,
sino de prevención. Para mí, es un orgullo brindar apoyo
a la sociedad. Esta carrera no sólo trata problemas de salud,
su enfoque prioritario es la prevención”.
Las enfermeras y enfermeros —pues actualmente
hay casi el mismo número de mujeres y hombres—, tenemos
la oportunidad de desarrollarnos en el área asistencial, preventiva,
docente y de investigación.
Para los alumnos de la ENEO es un aliciente
observar la gama de posibilidades de desarrollo. Esta profesión
ya no sólo debe ser vista como atención en el hospital,
pues hoy tiene un campo de acción mucho más grande.
De hecho, reconoció, el reto para las
nuevas generaciones es dar evidencia de una formación que no
se centra sólo en atención asistencial, “sino en
la docencia, investigación y gestión de servicios”.
La especialista en consultoría detalló
que ésta tiene como objetivo desarrollar una práctica
comunitaria, es decir, que los adultos mayores puedan asistir a la ENEO
a recibir una valoración general geriátrica y, de ahí,
ayudarlos en la prevención de cualquier padecimiento.
También trabajó en el proyecto
Modelo de Enfermería para la Atención Preventiva y Terapéutica
de las Personas con Enfermedad de Alzheimer y sus Familiares, que se
desarrolla en tres variables: prevención, atención y seguimiento,
añadió.
Hemos laborado en comunidades de la delegación
Tlalpan y de los estados de Michoacán, Oaxaca, Hidalgo y Tlaxcala.
El propósito no sólo es identificar tempranamente el deterioro
cognitivo o crear planes de cuidado, sino atención preventiva
y tratamiento.
“De hecho, creo que éste fue el principal motivo por el
cual se me otorgó la medalla. Pero para mí, es un reconocimiento
no sólo para Araceli Jiménez, sino para la ENEO y la Universidad
Nacional. No me lo esperaba; es un premio que se brinda en reconocimiento
a acciones que impacten a la sociedad en general”.
La distinción fue instituida desde 1975
para recordar a la primera enfermera en salud pública que acompañó
a Francisco Xavier Balmis en su viaje científico alrededor del
mundo con los niños portadores de la vacuna antivariolosa en
1804.
Araceli Jiménez es egresada de la ENEO,
con mención honorífica, y maestra en Enseñanza
Superior por la UNAM. Actualmente, cursa un doctorado en Educación,
en el Centro de Estudios Superiores en Educación de la Secretaría
de Educación Pública.
Desde los inicios de su carrera profesional
en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez,
destacó por su entrega y compromiso. Ahí se desempeñó,
por una década, en áreas clínicas de alta complejidad.
También colaboró en el Instituto Nacional de Neurología
y Neurocirugía.
En 1983, se incorporó como docente a
la Facultad de Estudios Profesionales (FES) Iztacala y, en 1988, a la
ENEO, donde labora hasta la fecha. Ha sido distinguida con la Medalla
3M Internacional y con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz,
entre otros reconocimientos.
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