• Se presenta en una etapa en la que aún no se ha completado
de manera natural el desarrollo físico y emocional, advirtió
Andrómeda Valencia Ortiz, de la FP de la UNAM
• La mujer no sólo tendrá cambios físicos
importantes, también se ve en la necesidad de interrumpir su
formación escolar o se altera su desempeño en el núcleo
familiar, lo que la puede conducir a situaciones de aislamiento, incertidumbre
e incluso depresión, precisó
En los adolescentes, el embarazo se presenta
como una fuente importante de estrés, pues en esta etapa aún
no está conformada su identidad, son inmaduros emocional y socialmente,
y aún dependen económicamente de sus padres, indicó
Andrómeda Valencia Ortiz, académica de la Facultad de
Psicología (FP) de la UNAM.
Además, las transformaciones físicas
y emocionales que ocurren durante la gestación, se incrementarán
en esta etapa, porque los jóvenes todavía no concluyen
cambios inherentes al desarrollo.
Uno de ellos, acotó, es el relacionado
con la parte de la responsabilidad y la toma de decisiones; si un joven
pasa por un proceso de crecimiento normal, tiene tiempo para consolidar
y madurar aspectos emocionales, psicológicos y sociales que le
permitirán asumir responsabilidades y nuevos retos.
Una adolescente encinta no sólo tendrá
cambios físicos importantes; también, en muchos casos
interrumpirá su formación escolar o alterará su
desempeño en el núcleo familiar, lo que puede derivar
en situaciones de aislamiento, incertidumbre e, incluso, depresión.
En contraparte, el varón casi siempre
puede continuar con su vida académica y/o social; su principal
problema es la responsabilidad financiera.
Otra situación importante es que los
jóvenes, a pesar del embarazo, no necesariamente comienzan una
vida en pareja; muchos de ellos siguen dependientes de sus papás
y, por ello, deben sujetarse a las reglas de casa, mencionó.
Ayuda profesional y familiar
En muchos casos, abundó, procrear resulta
un desafío positivo, sobre todo si se cuenta con apoyo, pero
sin él, el manejo de la situación podría generar
un conflicto mayor.
Si se busca asistencia de un psicólogo
para sobrellevar un embarazo en esta etapa, lo primero que debe hacer
el especialista es ayudar a elaborar un nuevo plan de vida, sin perder
de vista las prioridades.
Otro paso importante, añadió,
es platicar con la futura madre sobre los cambios físicos y estrategias
de cuidado para un recién nacido.
La prevención se relaciona con una buena
educación sexual, que se refleja en el conocimiento del uso correcto
de los métodos anticonceptivos, en el funcionamiento del cuerpo,
y en la preparación para tomar decisiones sobre la salud reproductiva.
Asimismo, se deben reforzar las estrategias
de comunicación y supervisión dentro de la familia.
En caso de embarazo, los padres de los adolescentes
deben ser cautelosos y no tomarlo como una tragedia, pues en muchos
casos la actitud del joven con respecto a su hijo dependerá de
la que tomen sus progenitores, concluyó.
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