Boletín UNAM-DGCS-260
Juriquilla, Querétaro.
13:00 hrs. 3 de mayo de 2011


Thalía Harmony Baillet


EN MÉXICO, UNA DE CADA CINCO DISCAPACIDADES SE RELACIONAN CON DAÑO CEREBRAL PRE O PERINATAL


• Esas lesiones pueden ocasionar parálisis cerebral, pérdida o disminución de la audición y problemas cognoscitivos que causan desórdenes de atención, aprendizaje y lenguaje
• Debido a la plasticidad de ese órgano en los recién nacidos, pueden evitarse o aminorarse si se atienden de inmediato, afirmó Thalía Harmony Baillet, del INb
• En la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo de esa entidad, ubicada en el
campus Juriquilla, Querétaro, se brinda asistencia a 350 niños

En México, una de cada cinco discapacidades se relaciona con el daño cerebral ocurrido durante la etapa prenatal o perinatal, pero si se diagnostica al nacer y se inicia un tratamiento neurohabilitatorio temprano en los bebés, los efectos pueden atenuarse o evitarse. “Con esta terapia, los niños podrán aspirar a una vida más plena”, señaló Thalía Harmony Baillet, directora de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo Augusto Fernández Guardiola, del Instituto de Neurobiología (INb), campus Juriquilla, Querétaro.

Las lesiones tempranas a ese órgano pueden dejar secuelas motoras, como parálisis cerebral infantil; fallas sensoriales, como la pérdida o disminución de la audición, y déficit cognoscitivo, que deriva en desórdenes de atención, aprendizaje y lenguaje, lo que genera problemas en el desarrollo de los pequeños y a sus familias.

El daño cerebral sigue una evolución. Al principio, es muy difícil detectarlo. Si el menor tiene parálisis, se le brinda rehabilitación, pero no neurohabilitación; “con esta última, intentamos evitar secuelas”, detalló la especialista.

Neurohabilitación, explicó, significa aprovechar la breve oportunidad que se presenta antes de que el menoscabo sea irreversible; para tratar de prevenir las consecuencias, se usa el tiempo del nacimiento por la plasticidad del sistema nervioso, mucho mayor al inicio de la vida y disminuye con la edad.

Desnutrición y madres jóvenes

Entre las muchas causas de las lesiones pre y perinatales destacan la desnutrición de la madre, que se refleja en el hijo; también es factor de riesgo la juventud, el tabaquismo, las infecciones intrauterinas, así como la prematurez y la asfixia del bebé.

El 12 por ciento de los niños con ese daño son prematuros, debido a que las encintas son muy jóvenes; además, carecen de educación sexual. En el fondo, consideró Harmony, ese es el problema, pues con una adecuada información se evitarían los embarazos tempranos e infecciones. Además, factores socioeconómicos como la pobreza y la desnutrición también son determinantes en el alto índice de estos problemas de salud.

En México, donde cerca del 20 por ciento de las discapacidades se relacionan con eventos que ocurren alrededor del nacimiento y pueden provocar lesiones cerebrales, la detección temprana hace la diferencia.

Harmony comentó que tras 18 meses de tratamiento de un primer grupo de 200 lactantes con lesiones cerebrales, el 47 por ciento alcanzó un desarrollo motor normal, y otro 20 por ciento, mostró mejoría importante.

Actualmente, la Unidad atiende a 350 infantes, a los que se les da seguimiento por ocho años, aunque muchos abandonan el régimen y, con ello, afectan los resultados de éste, y de la investigación.

“Tenemos un grave problema de deserción a los seis meses, pues los padres ven mejoría y abandonan la terapia. Esto es preocupante por el propio bebé, porque puede hacer lo que se requiere a los seis meses, pero a los 10 meses, por ejemplo, ya no tiene esa capacidad. El otro inconveniente es que se truncan los proyectos y eso representa una complicación económica, pues en la UNAM no cobramos, pero invertimos en los estudios”, dijo.

La especialista aclaró que aunque se da un tratamiento preciso y seguimiento por ocho años, a la par se realiza indagación científica sobre el neurodesarrollo, principal eje de la Unidad.

“Ese es nuestro objetivo, no el servicio. Repetimos muchos estudios porque así lo requiere la investigación a largo plazo. Es fundamental la adecuada vinculación de la familia con nosotros, pero aunque firman un compromiso, muchos no lo cumplen”.

Aumentan exámenes

Para lograr un diagnóstico inmediato y preciso, se utilizan técnicas avanzadas para la evaluación y diagnóstico temprano de lesiones cerebrales, así como importantes métodos de terapia neurohabilitatoria.

Recientemente, han aumentado los estudios aplicados. “A los recién nacidos que recibimos se les hace una evaluación neuropédiátrica, una de neurohabilitación para ver si requieren terapia neurohabilitatoria, electroencefalograma, resonancia magnética, y potenciales evocados auditivos y visuales, para detectar si tienen problemas”, describió.

La resonancia magnética también permite hacer una observación de cómo descienden los tractos, para analizar la plasticidad del sistema nervioso, y ver cómo se han desarrollado en niños que tuvieron lesiones y en los que han evolucionado bien.

Asimismo, en el grupo que brinda tratamiento a los bebés se encuentran expertos en neurobiología, pediatría, nutrición y psicología, pues además de atenderlos, se ofrece asesoría psicológica a papás y hermanos.

Requieren donaciones

El programa de neurohabilitación requiere fondos para contar con un mayor número de especialistas que, además, enseñen a los tutores de los pequeños a aplicar terapias.

También, necesita recursos para sufragar los estudios diagnósticos (resonancia magnética, electroencefalografía, respuestas auditivas y visuales, entre otros) en particular de los infantes pertenecientes a familias de escasos recursos.

Para disminuir las discapacidades provocadas por daño cerebral, es necesario un tratamiento neurohabilitatorio de 18 meses, con un costo aproximado de 20 mil pesos, lo que significa que por 40 pesos diarios se puede adoptar el tratamiento y contribuir a que el pequeño tenga una mejor perspectiva de vida.

Los donativos se pueden recibir mediante tarjetas de crédito, cheques, o por medio de un depósito bancario a nombre de Fundación UNAM, en BANAMEX, cuenta 533019 Sucursal 0870 y referencia 331.01.100. Todos son deducibles de impuestos.

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Fotos


Thalía Harmony Baillet, directora de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo Augusto Fernández Guardiola, del Instituto de Neurobiología, campus Juriquilla, Querétaro.


La Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del INb atiende a 350 infantes, a los que se les da seguimiento por ocho años.