• Al presentar su boletín mensual Momento Económico,
Investigadores del IIEc de la UNAM, destacaron que la mejoría
de los salarios reales continuará como una factura pendiente
para los próximos años
Aunque se anticipa un crecimiento del Producto
Interno Bruto de 4.2 por ciento para este año, el repunte sólo
permitirá crear 467 mil nuevas plazas, mil más respecto
a las generadas en 2010, apenas similar a los niveles registrados en
2005, advirtieron académicos del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc) de la UNAM, al dar a conocer su boletín
mensual Momento Económico.
En conferencia de medios, los universitarios,
encabezados por la directora del IIEc, Verónica Villarespe, reconocieron
que el déficit de empleos formales aumentará y la mejoría
en los salarios reales se mantendrá como una factura pendiente
para los siguientes años.
Genoveva Roldán Dávila, del IIEc,
refirió que los organismos internacionales señalan al
país como una de las naciones que menos fuentes laborales ha
generado.
Por su parte, Eugenia Correa Vázquez,
académica de la Facultad de Economía, consideró
que se necesita una condición de las finanzas públicas
en México y Estados Unidos que genere empleos de manera masiva.
En los últimos meses, dijo, se ha visto un importante deterioro
en el poder adquisitivo de los salarios por el alza a la gasolina y
la tortilla, primordialmente.
En el análisis Situación
y perspectiva de la economía mexicana, que forma parte de
la edición mensual, se pronostica que la inflación y el
tipo de cambio estarán sometidos a fuertes presiones del exterior.
El crecimiento en 2011, subrayó Correa,
estará respaldado por el desempeño de la economía
norteamericana, un moderado aumento del consumo privado y de la inversión
privada; en este último caso, se sustentará en la inversión
residencial que reactivará el sector de la construcción.
Armando Sánchez Vargas, integrante del
Instituto, dijo que si ocurre un declive del desarrollo económico
a lo largo del año será porque hay vulnerabilidades, pues
el crecimiento se debe fundamentalmente a un “arrastre”
externo.
Lo anterior, es evidencia de una excesiva dependencia
del exterior; la industria está supeditada al capital norteamericano
y sólo si esa nación avanza, México también
puede hacerlo, advirtió.
La economía mexicana, después
de la pronunciada crisis, está en la parte final del efecto “rebote”,
y comienza a retornar a una trayectoria de equilibrio de largo plazo
con un crecimiento que se prevé del cuatro por ciento anual,
insuficiente para la creación de las fuentes requeridas, señaló.
La inflación, precisó, será del
4.1 por ciento por la fuerte presión en los precios de los alimentos
en los mercados internacionales, y el tipo de cambio mantendrá
su nivel de apreciación por el incremento en los flujos de capital
y el aumento de las reservas internacionales que el año pasado
cerraron en 113 mil 596 millones de dólares.
Por otra parte, pronosticó un aumento
de 15 por ciento en las exportaciones, menos que el de 2010, y un repunte
de 23 por ciento de las importaciones, lo que situará el déficit
en la cuenta corriente de -1.10 por ciento del PIB; en 2010 fue de -0.69
por ciento.
Sobre el Acuerdo Nacional por el Turismo, anunciado
por el gobierno y que planea construir 500 mil cuartos de hotel en ocho
años (la capacidad actual es de 10 mil cuartos por año),
Gustavo López Pardo, también del Instituto, consideró
que el documento no define el cómo ni tampoco esclarece los recursos
disponibles para el cumplimiento de esa meta.
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