• Es la segunda vez que la entidad universitaria obtiene este
certificado, válido hasta enero de 2016
La presidenta del Consejo Mexicano para la
Acreditación de la Educación Médica (COMAEM), Beatriz
Velázquez Castillo, entregó al director de la Facultad
de Estudios Superiores Iztacala, Sergio Cházaro Olvera, la placa
que acredita, por segunda ocasión, a la carrera de Médico
Cirujano por un periodo de cinco años.
En la ceremonia realizada en el auditorio del
Centro Cultural Iztacala, el jefe de la carrera, Víctor Manuel
García Acosta, destacó el trabajo académico que
implicó este aval.
Obtenerlo significa trabajar día con
día para innovar y buscar nuevas formas de hacer la labor docente.
Resaltó que no es la meta, sino el inicio de una nueva etapa
en la que, conscientes de sus fortalezas y debilidades, deben aportar
la enorme experiencia acumulada por los profesores en 36 años
de historia y encaminar las potencialidades de los jóvenes universitarios.
Tras entregar la placa, Velázquez invitó
a los estudiantes a no evadir el servicio social, sino enfrentarse a
la realidad de su práctica, porque si no existieran pasantes
de medicina, el sistema de salud mexicano se vería en grandes
dificultades.
“Como universitarios deben desarrollarse
en el conocimiento de la medicina, que nunca termina; además,
serán los próximos dirigentes y académicos, por
lo que todo lo que hoy critican, mañana tendrán que transformarlo
en algo útil y duradero que mejore el futuro”.
Al respecto, Sergio Cházaro señaló
que ha sido una tarea muy intensa llegar a este momento, e invitó
a la comunidad a trabajar para lograr objetivos como la modificación
del plan de estudios.
La Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM)
concedió a la licenciatura de Médico Cirujano de la FES
Iztacala su primera acreditación en 1997, y también fue
pionera respecto a otras carreras en esa entidad.
El ejercicio de acreditación inició
en los 90, en el momento en que la AMFEM comenzó a cuestionarse
sobre el mínimo indispensable de calidad de un médico
general en México.
A partir de ahí, se comenzó a
construir un instrumento de evaluación con una serie de estándares.
Fue en 1993, en una reunión en el estado de Yucatán, donde
los directores de las 54 escuelas que pertenecían a la AMFEM,
consensuaron el documento que definió los 89 estándares
que se deberían cumplir para ofrecer a los estudiantes una educación
de calidad.
Entre los rubros que se valoran se cuentan:
Gobierno y Orientación Institucional, Alumnos, Docentes, Recursos,
Estructura Administrativa, así como el de Evaluación.
La importancia del proceso, efectuado cada
cinco años, es que con la acreditación la escuela o facultad
mantiene el derecho de utilizar los campos clínicos del sector
salud, razón de ser de la carrera.
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