• Representan la opción más viable para evitar
la construcción de centrales nucleoeléctricas, coincidieron
académicos universitarios y representantes de organizaciones
civiles
La mejor opción para eliminar la dependencia
de los hidrocarburos es la transición al uso de energías
renovables y evitar la construcción de plantas nucleares, coincidieron
en la UNAM académicos universitarios y representantes de organizaciones
civiles.
El único aspecto positivo de la industria
nuclear es la producción de electricidad. Sin embargo, otras
fuentes como el Sol, pueden generar más energía, sin riesgos;
“esto hace que nos cuestionemos por qué apostamos por las
centrales nucleoeléctricas”, señaló Gian
Carlo Delgado Ramos, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias
en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de esta casa de estudios.
En el encuentro Implicaciones de la era
nuclear y el negocio eléctrico: una lectura desde los recientes
acontecimientos en Japón, indicó que los accidentes
derivados no son raros, aunque la mayoría son de menor grado.
Prácticamente, todos los años la Agencia Internacional
de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés),
los reporta.
Esa industria no debe promoverse como segura,
ni productora de energía limpia, sin generación de gases
de efecto invernadero. “Representa un gran riesgo; sin embargo,
se vende como una solución al cambio climático”,
advirtió.
Por su parte, Marco Antonio Martínez
Negrete, de la Facultad de Ciencias (FC) expuso que se trata de relanzar
la construcción de plantas nucleares, con la “trampa”
de que ayudan a mitigar los gases de efecto invernadero, algo que no
es posible, aseguró.
Requiere altas inversiones y las reservas de
uranio disponibles se agotarían en siete años. Esa industria
no es pertinente para México, pero sí transitar al uso
de las energías renovables.
Las alternativas
Al respecto, Eduardo Rincón, de la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México (UACM), comentó
que ante las implicaciones del calentamiento global, la geotermia, así
como la energía solar y eólica son alternativas viables.
Por ejemplo, las radiaciones que recibe el planeta en tres semanas,
provenientes de nuestra estrella, superan las reservas disponibles de
petróleo, uranio, torio, gas y carbón.
Gustavo Anpugniani, de Greenpeace-México,
dijo que no se elige la opción de las fuentes renovables, que
no implican riesgos ni generan residuos.
La energía nuclear no es la solución
para sustituir el uso de combustibles fósiles, está rodeada
de irregularidades y fugas. Tampoco es una opción para reducir
la emisión de gases de efecto invernadero, “es falso que
no produzca dióxido de carbono”, advirtió.
Obtener el uranio, convertirlo en combustible,
construir centrales y la contención de residuos, coloca a la
industria nuclear, a nivel global, en el quinto lugar en emisiones del
contaminante, concluyó.
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