• La aplicación, denominada UNAM 360, fue diseñada
por 16 estudiantes de la Facultad de Ingeniería
• Tras especificar un destino, el programa indicará la
dirección a seguir, la ruta más corta e, incluso, los
metros de distancia
• Fue proyectada para iPhone y se ofertará, próximamente,
a través del catálogo de iTunes
¿Quién no se ha perdido alguna
vez en Ciudad Universitaria, en su mar de facultades, en sus institutos,
en sus islas? Para evitar estos extravíos, un equipo integrado
por 16 jóvenes de la Facultad de Ingeniería (FI) desarrolló
una aplicación para celular que permite ubicarse rápidamente
en el campus, una suerte de carta náutica que, literalmente,
“te permite navegar en ella”, explicaron sus desarrolladores.
¿Quieres ir a la Biblioteca Central
y estás en la Facultad de Ciencias? Sólo basta tomar el
teléfono, levantarlo y el programa inmediatamente te indicará
la dirección a seguir, la ruta más corta e incluso a cuántos
metros estás de tu destino. ¿O quieres asistir al próximo
partido de los Pumas? Toma tu aparato, apúntalo hacia el Estadio
Olímpico e inmediatamente éste te dirá contra qué
equipo jugarán el domingo.
“A esto se le llama tecnología
móvil y es la tendencia global. Todo mundo desea bajar algún
programa para su celular y así llevarlo dondequiera; ya nadie
quiere estar atado a una computadora de escritorio, así que no
teníamos de otra, debíamos ser parte de esto”, comentó
Alejandro García, quien forma parte del Laboratorio de Desarrollo
de Aplicaciones Inalámbricas (LADAi), de la FI.
Esta aplicación, llamada UNAM 360, fue
diseñada para el iPhone y dentro de un mes estará disponible
en el catálogo de iTunes.
“Se trata de una herramienta de realidad
inmersiva, es decir, que se funde con el entorno para decirnos qué
es lo que hay alrededor, ubicarnos y darnos mucha información
extra. Es como tener visión de rayos X, porque el aparato te
muestra lugares que no se aprecian a simple vista, sea porque están
ocultos detrás de edificios o arboledas, y también es
como contar con un guía de turistas, pues siempre te dará
un dato interesante de cualquier sitio por el cual preguntes”,
agregó Alejandro.
UNAM 360 puede hacer esto y más, pero
es sobre todo un mapa que permite navegar sobre él de las maneras
más variadas, pues, como decía Jacques Dupuet en su autobiografía
titulada Marino: “Una carta náutica es mucho más
que un instrumento indispensable para ir de un sitio a otro; es un grabado,
una página de historia, a veces una novela de aventuras”,
sin importar si sus contornos están dibujados con tinta o con
pixeles.
“Esto es precisamente lo que intentamos
hacer con esta aplicación, ofrecer una herramienta fácil
de navegar y que no sólo sugiera una ruta de traslado, sino que
relate algo del pasado de cada edificio y lugar del campus, que nos
diga qué hay ahí. Queremos que su uso sea divertido. De
ahí que el lema de nuestro producto sea ‘una experiencia
emocionante’”, algo que a fin de cuentas, decía Dupuet,
es el distintivo de todo buen mapa.
Remar a contracorriente
Hace cuatro meses, Alejandro y sus 15 compañeros
no tenían la menor idea de cómo diseñar una aplicación
para iPhone.
“Eso es algo que nunca nos enseñaron
en la Facultad, pese a que es una de las ramas de trabajo de mayor crecimiento
en la actualidad”, explicó el joven, quien es de la idea
de que quien ignora algo sólo tiene dos caminos, ponerse a estudiar
o darse por vencido, “y a mí nunca me ha gustado la segunda
opción”.
Fue así como él y sus compañeros
buscaron apoyo de la compañía Apple y Fundación
UNAM. “Llegamos con un proyecto, muchas ideas y les propusimos
un trato: ustedes pongan las máquinas, nosotros pondremos el
trabajo y el entusiasmo”, recordó Ángel Solsona,
también integrante de LADAi.
Fiestas canceladas, comidas pospuestas, vasos
de sopa instantánea consumidos a toda prisa frente al ordenador,
innumerables tazas de café y todavía más llamadas
para avisar que llegarían tarde a casa fueron tan sólo
algunos de los avatares que debieron padecer los muchachos para, al
final, ver terminadas las aplicaciones que hoy están por lanzar
al mercado.
Fueron cuatro en cuatro meses, no está nada
mal, sobre todo si consideramos que tuvimos que comenzar desde cero”,
comentó Greta Mendoza, otra de las jóvenes involucradas
en el proyecto, quien sabe que la competencia será difícil,
pues tan sólo en la tienda de iTunes hay 350 mil productos similares,
“y hay que hacer que los nuestros destaquen, pues es muy fácil
perderse en este océano de ofertas”.
Por ello, su estrategia es mantener contacto
permanente con la comunidad universitaria a través de las redes
sociales, sea vía Facebook, Twitter (la cuenta es @ladai.mobi)
o del correo electrónico (contacto@ladai.mobi). “Quien
lo desee, siempre nos podrá sugerir qué cambios hacer
o que novedades incluir”, agregó Alejandro.
“Los retos son muchos, es por eso que
ya desde ahora trabajamos en las versiones de estas apps para Blackberry
y celulares que funcionen con Android. La clave a la hora de crear aplicaciones
para los móviles es, como lo dice su nombre, moverse, ya sea
al escuchar las sugerencias de tus usuarios o al desplazarte hacia otras
plataformas. Esas son las reglas del juego, y estamos dispuestos a dar
pelea”.
¡Viva la resistencia!
Bajo el grito de vive la résistance!,
miles de franceses se lanzaron a la revolución hace más
de 200 años. Hoy, las cosas son diferentes: ahora la revolución
es tecnológica, y resistencia es el nombre que se da a ciertos
componentes que van dentro de nuestros dispositivos electrónicos.
“Un resistor es un elemento que se opone
a un flujo de corriente y su valor depende de las franjas de colores
que tiene. Usualmente, para calcularlo, los ingenieros nos remitimos
a tablas y realizamos una serie de operaciones que, si están
mal, pueden echar a perder un aparato”, explicó Irving
López.
Para hacer las cosas más sencillas y
evitar costosas reparaciones (“o peor aún, reprobar en
la clase de electrónica”, añadió el también
alumno de la FI), los universitarios diseñaron una aplicación
móvil con la que sólo basta decirle al iPhone cuáles
son los colores de los componentes para que éste haga una valoración
certera.
“Nuestra prioridad son los estudiantes,
por eso creamos una herramienta como ésta, que a final de cuentas,
nos aligera el trabajo y que siempre tendremos al alcance de nuestro
celular”, por eso, como dirían los franceses, ¡que
viva la resistencia!
Graficadora
Antes, todo ingeniero que se preciara llevaba
en su mochila una gigantesca calculadora, con miles de botones, capaz
de representar gráficas a partir de ciertos valores matemáticos,
“hoy, todo lo que se necesita para remplazar aquellos pesados
aparatos es un celular o un iPad”, expuso Sinhué García.
Al respecto, el joven explicó que otra
de las apps diseñadas en LADAi permite precisamente
eso, graficar ecuaciones, “alga particularmente útil, sobre
todo para nuestras clases de ciencias básicas”.
Esta herramienta consiste en un lienzo y una
pantalla para insertar las funciones, añadió Sinhué,
quien admitió que aún hay compañeros de la facultad
reticentes a usar un teléfono para realizar estas operaciones,
pero que está seguro que esto pronto cambiará.
“Sé que los ingenieros aún
le tienen cariño a sus calculadoras, y que decidir qué
opción es mejor, si éstas o nuestra aplicación,
no es tan fácil. Lo que puedo decir es que aquellas son complicadas
y que la nuestra es aún sencilla, pero intuitiva, y permite dar
color a las gráficas. Además, cuando ya tienes tu imagen,
nuestra graficadora te permite tomarle una foto para llevarla contigo
en el celular… ¿Cuándo te ha permitido hacer eso
una calculadora? Si lleváramos un conteo, eso sería un
punto extra en favor de los móviles”.
UNAM Mobile
Fernando Pessoa acuñó la frase
“navegar es preciso”, y aunque el escritor lusitano no tenía
en mente los tiempos modernos, hoy todos los usuarios quieren que su
teléfono esté conectado a internet para así poder
navegar en la red, sin importar cuándo ni dónde, “y
justo para eso nos estamos preparando, para buscarnos espacio en un
mercado donde todos estarán conectados”, explicó
Alejandro García.
Por ello, el laboratorio en el que participa
y que por años llevó el nombre de LADAi, dentro de poco
se llamará UNAM Mobile.
“Este cambio va aparejado de nuestras
ganas de expandirnos y explorar más con los smartphones
y las tablets; de dar cursos sobre estos temas a todo aquel
que esté interesado y de cooptar a nuevos talentos
que deseen colaborar con nosotros. La clave es pensar en grande”.
Dispuestos a manejar UNAM Mobile como una
compañía, los jóvenes crearon incluso un eslógan:
“El futuro llegó y está hecho en CU”, y este
futuro está muy próximo, porque en un mes contemplan ofertar
sus apps como parte del catálogo de iTunes y, en cuatro,
ofrecer sus programas para plataformas Blackberry y Android.
De eso trata todo, de innovar e insertarse
en los nuevos espacios de oportunidad que a diario se abren, expuso
el joven, quien añadió que, como decía el poeta
portugués, navegar hoy resulta necesario, y si es desde un celular,
resulta mucho mejor.
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