• Alberga publicaciones periódicas de relevancia, diarios
oficiales, cómics y revistas de entretenimiento, entre otras
• El 28 de marzo cumple 67 años de haberse trasladado
a su propio edificio, el ex convento de San Pedro y San Pablo, donde
continuó con la labor de integrar, custodiar, preservar y disponer
para su consulta los materiales correspondiente editados en el territorio
La Hemeroteca Nacional de México (HNM),
encomendada a la UNAM y adscrita al Instituto de Investigaciones Bibliográficas
(IIB), bajo la dirección de Guadalupe Curiel Defossé,
es el reservorio más importante de materiales mexicanos –publicaciones
periódicas de trascendencia, diarios oficiales, cómics
y revistas de entretenimiento, entre otras– en el país
y el mundo. Ahí se libra una lucha diaria por conservar el patrimonio
escrito.
El 28 de marzo cumple 67 años de haberse
trasladado a su propio edificio, el ex convento de San Pedro y San Pablo,
donde continuó con la labor de integrar, custodiar, preservar
y disponer para su consulta los materiales hemerográficos editados
en el territorio, parte esencial de la memoria histórica del
país.
El rico acervo, explicó Belem Clark
de Lara, integrante del IIB, se divide en dos fondos: Reservado, donde
se resguardan periódicos y revistas nacionales y extranjeros,
e impresos a partir de 1722 y hasta 1916, así como publicaciones
oficiales correspondientes a esas mismas épocas, y el Fondo García
Valseca, conformado por periódicos del Distrito Federal
y los estados, editados por esa cadena.
Sus colecciones se dividen en Nacionales Antiguas
y Oficiales Antiguas, Misceláneas Hemerográficas Antiguas,
y Microfilmes en plata para su conservación y diazo para su consulta,
entre otras.
Además, abundó la experta, existe
un Fondo Contemporáneo, con colecciones como periódicos
del Distrito Federal, estados, algunos organismos internacionales y
publicaciones extranjeras.
El crecimiento de la Hemeroteca Nacional es
continuo y a pasos agigantados, “de todos los días”,
con la llegada de los periódicos por depósito legal provenientes
de todos los rincones de nuestro país, añadió.
Al recinto acuden no sólo historiadores,
sino estudiosos de las letras, abogados y otros expertos. El Fondo Reservado
sólo puede ser consultado por investigadores y tesistas; por
el contrario, el Contemporáneo está abierto al público
en general, siempre que sea mayor de 16 años.
Historia de la Hemeroteca Nacional
Para proporcionar un mejor resguardo y un adecuado
servicio de préstamo, en 1932 –entonces Ignacio García
Téllez era rector de la Universidad–, el director de la
Biblioteca Nacional de México, Enrique Fernández Ledesma,
ordenó trasladar la Sección Prensa a la capilla de la
Tercera Orden, en el edificio del ex convento de San Agustín.
Esa colección se inauguró con el nombre de Sala de la
Hemeroteca Nacional, y Rafael Carrasco Puente quedó a cargo como
su primer director.
Años más tarde, el 28 de marzo
de 1944, se movió a una nueva sede, en el ex templo de San Pedro
y San Pablo; el acto tuvo el carácter de sesión solemne
y extraordinaria del Consejo Universitario, y estuvo dirigido por el
entonces presidente Manuel Ávila Camacho.
Décadas después, el 3 de diciembre
de 1979, se inauguró el nuevo edificio del IIB en la zona cultural
de Ciudad Universitaria, y se dotó de instalaciones adecuadas
para acoger los repositorios documentales.
La era de la digitalización
Clark de Lara explicó que gran parte
del Fondo Reservado, y del Contemporáneo, está microfilmada
para conservar los materiales: una hoja de periódico puede ser
muy frágil y el uso constante la deteriora; por ello, se procura
que la mayoría del acervo se consulte en “rollos”.
De igual modo, en 2001 comenzó el proyecto
de digitalización de la Hemeroteca, por donaciones a través
de Fundación UNAM y apoyo de la administración central.
Hasta hoy, se tienen alrededor de nueve millones
de imágenes en esas condiciones, correspondientes a 907 títulos
de periódicos y revistas, que pueden ser consultadas en la sala
denominada Hemeroteca Nacional Digital de México, en el Fondo
Reservado del propio recinto; en la Sala de Consulta de la Biblioteca
Central, y en la Biblioteca Burgoa de la ciudad de Oaxaca.
El sistema de búsqueda puede hacerse
de diversas maneras: texto completo, título, palabra, frase,
año o rango de tiempo. Se trata de una “herramienta de
investigación de primer mundo”.
La mayor parte de las imágenes provienen
del Fondo Reservado, otras son del Contemporáneo, tal es el caso
del periódico El Informador de Guadalajara (que permite
a la Hemeroteca “la visualización de su acervo de 1917
a 2010”) y el diario El Porvenir de Monterrey; también,
está incluido el periodo de Miguel Alemán en cuatro diarios
(El Nacional, El Universal, El Dictamen de Veracruz y El
Informador), con el patrocinio de la fundación del mismo
nombre.
La Hemeroteca brinda, entre otros servicios,
el de reprografía, y cuenta con un área relevante de apoyo
a la investigación: la base de datos Serpremex, o Servicios de
Prensa Mexicana, está constituida por referencias hemerográficas
de cinco diarios del Distrito Federal y dos revistas de circulación
nacional, donde se registran los acontecimientos más importantes
a partir de 1992.
Ahí se pueden consultar las referencias
por título del artículo, género periodístico,
editorial, tema de la noticia o subtemas, debido al trabajo de un equipo
especializado que se encarga del análisis de contenido de las
notas y de la elaboración de una síntesis de referencia.
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