• La investigadora emérita
del IA de la UNAM recibió hace unos días en París
uno de los cinco premios L’Oréal-UNESCO para Mujeres
en la Ciencia 2010
• La ciencia es una actividad creativa, interesante y emocionante
y así tenemos que proyectarla a los jóvenes, dijo
la universitaria
La educación y la ciencia requieren
más apoyo en los países en desarrollo, y aunque ésta
última es cada vez más cara, resulta más costoso
no apoyarla, advirtió la investigadora emérita del Instituto
de Astronomía (IA) de la UNAM, Silvia Torres-Peimbert.
Tras haber recibido recientemente en París
uno de los cinco galardones del Premio L´Oréal-UNESCO para
Mujeres en la Ciencia 2010, la astrónoma mexicana señaló
que se necesitan más oportunidades para que los niños
se desarrollen, se eduquen y se interesen en las diversas temáticas
de la investigación científica.
Torres-Peimbert mencionó que la ciencia
es una actividad creativa, interesante y emocionante. “Tenemos
que proyectar eso a los jóvenes, para que se les despierte el
interés”, dijo en entrevista.
La premiación, relató, fue muy
emotiva y demuestra que en la UNAM se hace investigación seria,
en un trabajo colectivo. “Me entregaron el reconocimiento la secretaria
General de la UNESCO, el presidente de L’Oréal y la presidenta
de la Fundación de esa empresa. Las otras premiadas fueron de
Hong Kong, Kuwait, Francia y Estados Unidos”, recordó.
Componentes cósmicos
Interesada desde hace décadas en los
componentes que forman las estrellas, Silvia Torres elaboraba modelos
matemáticos del interior de esos cuerpos celestes y un fenómeno
llamó su atención.
“Había algunas que hacían
cambios en su superficie, y lanzaban materia hacia el exterior; ésta
no volvía a ellas, se quedaba en el espacio interestelar, zona
entre las estrellas que no está vacía”, citó
la universitaria, que estudió la licenciatura en Física
por la UNAM y el doctorado en Astronomía por la Universidad de
California, Estados Unidos.
En el rastreo de la composición de esas
nubes gaseosas que ocupan el espacio, se adentró en el estudio
de las nebulosas planetarias, consideradas los más bellos objetos
celestes del Universo. “Forman parte de estrellas y arrojan material.
Esa composición es parte de lo que observo”, acotó.
Brillantes, espectaculares y formadas por una
nube de gas que en su centro tiene una pequeña estrella, las
nebulosas se producen en la etapa final de algunos astros y son muestra
de su agonía. Son hermosas y fáciles de observar, pues
emiten mucha luz que pueden captar los telescopios.
Silvia Torres explicó que están
integradas principalmente de hidrógeno y helio, aunque también
tienen carbono y devuelven un gas rico en elementos pesados.
“Estas estructuras constituyen el conjunto
de una estrella muy caliente rodeada por una envolvente en expansión.
La combinación, que ocurre al final de la vida de alguno de esos
cuerpos, es el antiguo núcleo de una estrella parecida al Sol,
rodeado de una nube de gas que se aleja lentamente”, concluyó.
Para investigar la composición química
del Universo, la investigadora combina estudios teóricos y observacionales.
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