• Despojadas por siglos de decidir sobre asuntos que tienen
que ver con su vida, han sabido ganarse un lugar protagónico
en todos los campos, desde el político hasta el familiar,
dijo Teresita de Barbieri, del Instituto de Investigaciones Sociales
de la UNAM
En la Grecia de Platón y Aristóteles
ser mujer no era algo deseable. Tenían casi el mismo estatus
que los esclavos, no podían participar en la política,
carecían de derechos cívicos y sus ocupaciones eran básicamente
el cuidado de la casa y los niños.
“Después de muchas batallas, las
mujeres han ganado reconocimiento y respeto. Ahora podemos defender
no sólo lo que pensamos, sino lo que queremos, incluso si somos
madres o no”, aseguró Teresita de Barbieri, especialista
del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Los seres humanos necesitamos cuidados y amor,
principalmente en los primeros años de vida. Eso nos obliga a
repensar y entender que sólo pueden nacer los niños queridos,
los que dispondrán de un espacio afectivo y serán bien
recibidos, dijo.
“Por ello, las mujeres luchamos y demandamos
ser libres de decidir en relación a nuestro cuerpo y maternidad,
eso debería ser un derecho universal. Hijos, sólo los
deseados y los que somos capaces de atender”.
Al conmemorar el Día Internacional de
la Mujer, recordó que su creación, en 1910, como parte
del crecimiento de la lucha social femenina, en el marco de la Segunda
Internacional, fue el inicio de todo un movimiento.
A mediados de los 60, un grupo de mujeres buscó
la liberación del sexo femenino. Pedían su reconsideración,
como seres humanos, en igualdad de condiciones, es decir, ser personas
libres cuyos límites fueran impuestos no por el arbitrio, sino
por la justicia.
La participación femenina en las cámaras
representativas, en puestos de poder o al frente de un Estado o nación,
ha ido creciendo, cuando antes eran exclusivo del hombre.
En el pasado, las mujeres destacadas eran las
esposas de los líderes, pero no determinaban la organización
política ni los pasos a seguir en esta materia, ni a nivel nacional
ni internacional, comentó la investigadora del IIS.
Las occidentales querían avanzar en
una dirección más plena, en la que sus derechos fueran
asumidos y puestos en práctica.
Teresita de Barbieri subrayó que fue
un camino de avances, retrocesos y conflictos internos que ha dado permitido
que sean vistas como seres humanos con capacidades iguales y garantías.
“Debemos festejar que somos mujeres,
que tenemos derechos, libertad para actuar y códigos que no nos
juzgan de manera distinta debido a nuestro género”.
Los derechos políticos fueron uno de
los grandes triunfos de la ola feminista que se dio entre 1870 y 1914;
sin embargo, éstos no fueron suficientes, por ello, en los 60
se retomaron varios temas y, actualmente, seguimos en pie de lucha,
destacó.
El Día Internacional de la Mujer ha
servido para analizar y estudiar temas como la violencia, desigualdades,
injusticias y demás demandas. “Es momento de redefinir
la vida que queremos como sociedad”, expuso.
“Debemos pensar qué clase de vida
y trabajo queremos, qué clase de servicios necesitamos, qué
vida laboral debemos desarrollar y cómo vamos adecuarnos a estos
cambios. Es preciso replantear muchas cosas y, para ello, la voz de
las mujeres es fundamental, al igual que la de los hombres. Tenemos
que discutir y condensar acuerdos y normas que nos permitan un desarrollo
pleno como sociedad”, concluyó.
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