• Fue la primera en recibirse
de una profesión independiente en AL, la de cirujano dentista,
dijo Martha Díaz de Kuri, jefa del Departamento de Historia
de la Facultad de Odontología de la UNAM
Margarita Chorné y Salazar fue la primera
profesionista empírica en Latinoamérica, cirujana dentista,
lo que significó una reivindicación frente al género
masculino y la sociedad decimonónica mexicana, en la que las
mujeres de clase acomodada se dedicaban exclusivamente a labores hogareñas.
La jefa del Departamento de Historia de la
Facultad de Odontología (FO) de la UNAM, Martha Díaz de
Kuri, dijo que este hecho la convirtió en la iniciadora del proceso
de incorporación del género femenino en la vida profesional
en México.
“Sin proponérselo, fue la punta
de lanza en la búsqueda de equidad profesional. Así, en
1886, Chorné y Salazar recibió el título de cirujano
dentista, y fue la primera en ejercer una profesión en toda la
región”.
No estudió una carrera universitaria,
así que para titularse, requirió la carta de un dentista
ya establecido que avalara sus conocimientos del tema, una solicitud
de examen dirigida al director de la Escuela de Medicina, tres misivas
de personas de reconocida solvencia moral que certificaran que Margarita
era una persona decente y cristiana, además del pago de 100 pesos.
La también autora de la biografía de Margarita Chorné,
relató que tras aprobar su examen de titulación, la joven
comenzó a trabajar en el consultorio de su padre, Agustín
Chorné, en Mesones 24, quien por más de dos décadas
fue uno de los médicos más famosos de la ciudad.
Reconocimiento
En 1908, la dentista recibió una grata
noticia: la embajada de Francia le entregaría un reconocimiento
por ser la primera titulada en una profesión independiente en
Latinoamérica. Al entregarle la medalla y el diploma, el embajador
Paul Lefaivre expresó que el Hexágono, centro del movimiento
científico moderno, deseaba galardonar a la primera mujer que
había incursionado en una profesión ejercida por varones.
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