Boletín UNAM-DGCS-126
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 3 de marzo de 2011


Nicolás Ceferino Kemper Valverde


CEFERINO KEMPER, DOCTOR HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA, PERÚ

 


• El especialista del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico de la UNAM fue investido por su trayectoria académica y aportaciones a esa entidad sudamericana

En 1989 dejó su país, familia y amigos para cumplir un anhelo: hacer un posgrado en la UNAM. En 2010, tras dos décadas de estudio y trabajo constante, Nicolás Ceferino Kemper Valverde —hoy especialista del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET)— fue investido con el doctorado honoris causa por la Universidad Nacional de Piura (UNP), Perú.

La distinción le fue otorgada en reconocimiento a su trayectoria académica y a los proyectos en los que ha apoyado a esta institución sudamericana, donde “he participado en la maestría de Matemáticas Aplicadas y Sistemas y he sido vínculo para que ésta y la UNAM, concretaran un convenio de colaboración”, expuso Kemper.

“En la última reunión que tuve en la UNP, el año pasado, me preguntaron, ‘¿no tiene inconveniente en ser propuesto para un doctorado honoris causa?’, sorprendido, acepté con gusto”, relató.

“En el auditorio de la sala de sesiones, luego de que me pusieran la toga, esclavina, medalla y birrete, impartí una conferencia magistral sobre inteligencia artificial y desarrollo tecnológico, mis dos principales áreas de estudio”.

En la ceremonia, recordó, estuvieron presentes mis hermanos, colegas y algunos compañeros de la licenciatura. Me sentí emocionado, es una experiencia única. Este reconocimiento te hace sentir parte de la universidad que te lo brinda, y por tanto, adquieres un compromiso con ella.

“Ser promotor de proyectos conjuntos entre ambas universidades me llena de entusiasmo y me identifica con las dos instituciones. No me gusta dejar las cosas a medias, sino estar en la frontera del conocimiento”, añadió.


Inteligencia artificial

Estudié ingeniería porque mi fuerte siempre han sido las matemáticas. Además, me gusta todo lo relacionado con las máquinas: armarlas, desarmarlas, entender su funcionamiento y crear mis propios modelos, dijo.

“Al llegar a México, en 1989, me integré a la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniería (FI) y realicé la maestría en ahorro y uso energético eficiente”.

Ahí, prosiguió, me encontré con el profesor Felipe Lara, quien trataba de desarrollar un sistema experto para calderas. Me ofrecí a ayudarlo, pero antes le pedí que me explicara qué es un sistema experto.

“Para ello, me dio un pequeño libro llamado Árboles de conocimiento, que inmediatamente me atrapó. El reto de realizar procesos mentales o cognitivos en computadora me hizo sentir como en un relato de ciencia ficción, y así me sumergí en estos temas”.

Con todo esto, comentó, fortalecí lo que ya sabía de ingeniería, ahorro y optimización de energía. La inteligencia artificial busca modelar procesos de razonamiento y aprendizaje que resuelvan problemas reales.

“Ésta, actualmente se encuentra integrada en la mayoría de los desarrollos tecnológicos. La generalidad de los dispositivos que compramos y utilizamos tienen algo que ver; por ello, debemos reforzar y estudiar estos asuntos a fondo”.

La UNAM y México, su segunda nación

Kemper Valverde estudió la licenciatura en Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Trujillo y, en 1989, vino a México a hacer su maestría.

“La actividad en cuanto desarrollo tecnológico e investigación que se realiza desde entonces en la UNAM fue lo que me hizo quedarme. La Universidad Nacional hace que te enamores de ella, te jala, es apasionante”.

El también miembro fundador de la Academia Mexicana de Tecnología y de la Sociedad Peruana de Inteligencia Artificial confesó que aunque ha tenido ofrecimientos para trabajar en otras instituciones de educación superior, tanto privadas como públicas, no acepta, pues “ninguna me llena como ésta”.

“El trato que la UNAM da a sus académicos me sorprende; su autonomía se basa en cada uno de sus catedráticos y eso le da gran fortaleza. Aquí me siento libre, puedo pensar, trabajar e investigar lo que mejor me parezca, y no sólo como especialista del CCADET, pues ingresé como asistente de profesor en julio de 1992, y hasta la fecha, he tenido la libertad de hacer y pensar, además de ser parte del primer centro dedicado al desarrollo de tecnología”.

“He pasado la mitad de mi vida en México, pero no extraño Perú porque trato de estar en contacto permanente. No quisiera olvidar su ceviche ni los tamales tan tradicionales de allá”, concluyó el amante del futbol y la familia.

 

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Fotos

Nicolás Ceferino Kemper radica en México desde 1989.