• La precariedad es una constante
en todas las naciones del planeta, destacó Alfredo Sánchez
Castañeda, del Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM
• En México hay alrededor de 10 millones de ancianos,
y de ellos, sólo dos millones están jubilados, ejemplificó
Si se hiciera un balance de México,
en términos de justicia social, se puede afirmar que, en general,
el resultado es negativo, porque aproximadamente 40 por ciento de
la población no tiene acceso a las condiciones laborales que
señala la ley, y cerca de 50 por ciento carece de seguridad
social, afirmó Alfredo Sánchez Castañeda, del
Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Si bien en la actualidad se ofrece apoyo
a los adultos mayores, la realidad es que muchos de ellos no lograron
un trabajo estable el tiempo suficiente para acceder a una pensión
por jubilación; de hecho, en el país hay alrededor de
10 millones de ancianos, y de ellos, sólo dos millones están
jubilados, ejemplificó.
Al hablar en ocasión del Día
Mundial de la Justicia Social, a celebrarse este domingo 20 de febrero,
el especialista en derecho del trabajo sostuvo que la precariedad
es una constante en todas las naciones.
Si se analiza la historia reciente, nos percataremos
que en los países se han degradado las condiciones de vida;
el desempleo aumenta, las desigualdades sociales se incrementan, y
quienes trabajan, muchas veces tienen una ocupación precaria,
apuntó.
En México, refirió, se calcula
que entre 30 y 35 por ciento de la economía se mueve en la
informalidad, lo que implica que los empleos derivados son efímeros,
sin prestaciones, vacaciones ni seguridad social.
Asimismo, si se elabora un cálculo
de los recursos destinados a los programas sociales, una de las lecturas
que se pueden hacer es que forman parte de una política asistencialista
y, por tanto, no se invierten a largo plazo en soluciones reales a
los problemas actuales, mencionó.
En ese sentido, sugirió, debería
incrementarse el número de políticas públicas
sectoriales en materia social, que abarque el desarrollo de los jóvenes,
de los menores, de las personas en edad productiva y de los adultos
mayores, para focalizar los problemas en función de necesidades
particulares.
Día Mundial de la Justicia Social
Parece fundamental que la ONU, a iniciativa
de la Organización Internacional del Trabajo, desde 2007 estableciera
el Día Mundial de la Justicia Social, opinó el también
integrante del Sistema Nacional de Investigadores; no obstante, “deberíamos
señalar de manera crítica que esta conmemoración
aún no tiene mucho eco a nivel internacional, ni una repercusión
importante en la sociedad”.
Este concepto, explicó, engloba la
noción de trabajo decente, la igualdad de oportunidades y de
trato, así como el desempleo y la inserción de hombres
y mujeres al mercado laboral.
Si bien el tema de este año es la
crisis general y global del desempleo, debería servir para
puntualizar que la evolución de la sociedad sólo puede
darse con justicia social, “si apostamos a un mundo individualista,
nunca llegaremos a uno equitativo”, enfatizó.
En ese sentido, es importante la labor de
organismos sociales que, históricamente, siempre han tenido
que remar a contracorriente. Se requiere que prosigan con la misma
dinámica y, al mismo tiempo, que encuentren articulaciones
entre ellas para ejercer una presión más fuerte y obtener
respuestas a las demandas, concluyó.
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