Boletín UNAM-DGCS-090
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 13 de febrero de 2011

Javier Cuétara Priede


LA UNAM, AL RESCATE DEL ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE TAXCO

 

• Se trata de un acervo documental que abarca escritos desde 1666 y hasta finales del siglo XX, y que a partir de octubre del 2009, en coordinación con el INAH, es digitalizado
• El proyecto, a largo plazo, incluye el rescate, preservación y digitalización de 748 cajas con alrededor de 400 mil documentos, para hacerlos accesibles a través de una página en Internet

El Centro de Enseñanza para Extranjeros (CEPE), con sede en la ex hacienda El Chorrillo, en Taxco de Alarcón, Guerrero, es una entidad de educación y difusión de la cultura reconocida en esa ciudad y toda la región norte del estado, y ahora se ha convertido en sitio de preservación de la memoria de la “capital mundial de la plata”, con el proceso de resguardo de su Archivo Histórico, a cargo de esta casa de estudios.

Se trata de un acervo documental que abarca escritos desde 1666 y hasta finales del siglo XX. Es un corpus, principalmente histórico, pero también lingüístico y social, que a partir de octubre del 2009, en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es digitalizado en imágenes. El avance es del 30 por ciento.

El proyecto, a largo plazo, incluye el rescate, preservación y digitalización de 748 cajas con alrededor de 400 mil documentos que lo componen, para hacerlo accesible a investigadores, historiadores, especialistas y público en general, a través de una página en Internet.
Verano del 97

El Archivo Histórico de Taxco pasó a resguardo de la UNAM en el verano de 1997; entonces, la Casa de la Lajuela sufrió el derrumbe de una parte de la terraza, donde se ubicaba el acervo. A petición de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno estatal, y para evitar que se mojaran, los documentos fueron enviados al Centro, por un “corto lapso”.

Nunca hubo una entrega oficial del material, recordó Javier Cuétara Priede, director del CEPE-Taxco, tampoco algún documento o catálogo; fue una situación de emergencia. Lo único que se tiene es un relato del director de entonces, redactado en una cuartilla y media, donde narró lo acontecido.

Tiempo después, la biblioteca de la entidad universitaria elaboró un inventario del acervo, que arrojó el número de cajas, que contienen alrededor de tres mil 474 expedientes “catalogados como documentos de Presidencia, Colonial, Cabildo, Miscelánea, Registro Civil, Justicia, Catastro, y otros”.

En tanto, Roberto Cruz Arzabal, secretario Académico del CEPE-Taxco, abundó que se desconoce el número exacto de hojas que integran el corpus. “No hay un conteo, es uno de los problemas. En el Archivo no hay número de folios ni legajos, nadie sabe realmente la cantidad de documentos que existen; tampoco si están en cuartos, octavos o pliegos completos; cuántos son impresos o manuscritos, o cuáles son los más valiosos”.

A partir de la entrega del Archivo comenzó una serie de pláticas entre la Universidad y el Ayuntamiento, para establecer qué hacer con el patrimonio, cómo protegerlo, o si se devolvía, y no fue sino hasta hace año y medio cuando se dio el momento para trabajar en conjunto con la Coordinación Nacional de Antropología del INAH, e iniciar la digitalización.

Entonces, especificó Cruz, se decidió fotografiar los documentos para, al menos, preservar los textos más antiguos y deteriorados. Por poco más de un año, expertas del INAH trabajaron en el CEPE para tomar imágenes de cada documento.
Luego, prosiguió Cuétara, viajaron a la capital del estado para procesarlas en diferentes formatos. “Ahora sigue la labor de ordenar archivos y carpetas por año y tipo de catálogo”.

Por el momento, la digitalización de los textos, ubicados en dos salones, está detenida, pero se espera reanudarla en un mes, en la nueva sede del Archivo.

Una nueva casa

Para Cuétara Priede era importante contar con un espacio digno para albergar ese acervo histórico. Se pensó en diferentes opciones, pero la mejor fue un salón de clases anexo a la Biblioteca Juan Ruiz de Alarcón de la entidad.

“Lo acondicionamos, arreglamos el suelo levantado por raíces de árbol, se coló el techo, en fin. Es un sitio completamente renovado, con humedad y temperatura controlados para la preservación”. Un aspecto importante es el de la seguridad. El acceso será restringido, y habrá que pasar cuatro puertas antes de tener acceso a cualquiera de los archivos, explicó el director.

De ese modo, ese patrimonio histórico pronto será llevado a su nueva ubicación, “pero queremos hacerlo de manera cuidadosa. Buscamos avalar todos los movimientos que hacemos y hacerlos transparentes; en este caso, a través de un aviso formal a la primera autoridad, es decir, el Ayuntamiento, y ante notario público que, en una sesión de trabajo, dará fe del traslado de las cajas”, relató.

El Ayuntamiento ha puesto mucho interés y ha dado un gran apoyo. Además, se comenzó a estipular la estancia del corpus documental en la UNAM y ya se tiene un convenio que avala su estadía en esta casa de estudios. “De ese modo, se formaliza y se sustenta el trabajo de la UNAM por el Archivo Histórico de Taxco, que es propiedad de la ciudad”, abundó.

Para el cuidado de los documentos, añadió Cuétara, se tiene un proyecto entre la Dirección General del CEPE, su sede en Taxco y Fundación UNAM, sobre todo porque hay papeles que están muy dañados. “El propósito es tener un archivo limpio, fuera de peligro, sin hongos o algún otro tipo de plaga, en un espacio adecuado, y catalogado”.

Este proyecto, grande y ambicioso, será largo y lento porque se debe asegurar la preservación de miles de documentos, de uno en uno. “No tardaremos menos de un par de años, pero la espera valdrá la pena”, concluyó.


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Fotos

Javier Cuétara Priede, director del CEPE-Taxco.

El Archivo Histórico de Taxco pasó, a resguardo de la UNAM, abarca escritos desde 1666 y hasta finales del siglo XX. Es un corpus, principalmente histórico, pero también lingüístico y social.