• El sufragio es insuficiente
para respetar las reglas de la democracia, y en la realidad su función
es ceder el poder a una persona o a un grupo, dijo en la FES Acatlán
el investigador de la Universidad de Turín
• El filósofo y politólogo italiano participó
en el ciclo “Las ciencias en la UNAM. Construir el futuro
de México”, dedicado al análisis de Democracia
y Ciudadanía
Las democracias actuales del mundo son autocracias
electivas en las que, a través del sufragio, los votantes ceden
el poder a una persona o a un grupo, planteó el filósofo
y politólogo italiano Michelangelo Bovero.
De visita en la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Acatlán para participar con una conferencia magistral
en el ciclo “Las ciencias en la UNAM, construir el futuro de
México”, el investigador de la Universidad de Turín
consideró que el sufragio universal es insuficiente para respetar
las leyes de la democracia.
“Si pensamos en democracia, la primera
imagen que viene a la mente es una larga fila de ciudadanos a la espera
de su turno para votar. Pero esa representación simple es en
realidad muy compleja, pues la democracia es un régimen exigente,
con reglas de juego específicas, que se refieren, antes que
nada, a las elecciones, pero no únicamente a ellas”,
señaló.
En la conferencia “Democracia y participación
ciudadana”, Bovero indicó que para que aquélla
exista, no es suficiente la realización de elecciones. “Es
necesario que el voto sea preciso y libre, que respete al igual la
dignidad de cada opinión y no privilegie a ninguna de ellas”.
El suicidio de la democracia
Asimismo, destacó que no toda decisión
es democrática. Es preciso que los propios órganos electorales
no adulteren las reglas del juego, pues ello equivale al suicidio
de la democracia.
El filósofo y politólogo dijo
que el poder extralimitado de los órganos electivos ha contribuido
a que los regímenes actuales sean aparentes, más cercanas
a la autocracia, donde las decisiones se toman de arriba hacia abajo,
desde los círculos del poder hacia la colectividad. “Y
hablamos de pueblo como un sujeto colectivo que decide, pero éste
en realidad no existe”, precisó.
En la actualidad, prosiguió, vivimos
en democracias frágiles, dañadas y aparentes. “Lo
que otorga la apariencia de vivir en sistemas democráticos
es la institución electoral, en la que los ciudadanos son contados,
pero como tales se alejan cada vez más del juego político”.
En muchos países las reglas electorales
se aplican, pero no producen democracia. Por ello, dijo, se requieren
formas políticas nuevas, más participativas, en un tipo
de sistema que no ha nacido. Hasta ahora, insistió, las autocracias
disfrazadas hacen de los ciudadanos súbditos que legitiman
el poder de un jefe de gobierno o de un grupo parlamentario que, siempre,
decide por ellos.
Bovero apuntó que el riesgo de la
autocracia actual es su cercanía a la dictadura. “Democracia
no significa gobierno con el consenso del pueblo, pues dictaduras
y autocracias gozaron del amplio consenso popular. Si el poder de
elector se reduce a designación de un guía supremo,
la dictadura está ahí, y el nexo entre elecciones y
democracia está disuelto”, resumió.
Poco antes de la conferencia de Bovero, en
la inauguración del simposio, Carlos Arámburo de la
Hoz, coordinador de la Investigación Científica, recordó
que la intención del encuentro es ofrecer un análisis
multidisciplinario que busca llegar a los tomadores de decisiones.
El director de la FES Acatlán, José
Alejandro Salcedo Aquino, dio la bienvenida a esa entidad académica,
mientras el titular de la Facultad de Derecho, Ruperto Patiño
Manffer, coordinador de esta fase del ciclo, destacó la importancia
del análisis político y jurídico del tema de
la democracia. Francisco Casanova Álvarez, politólogo,
ex director de la FES Acatlán y miembro de la Junta de Gobierno
hizo la semblanza del pensador italiano.
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