Boletín UNAM-DGCS-074
Ciudad Universitaria.
11:00 hrs. 5 de febrero de 2011

 


AMOR DE LEJOS ES DE… INTERNAUTAS

 

• Las relaciones virtuales suelen ser engañosas porque, al no poder ver a la persona que nos escribe desde un teclado, tendemos a idealizarla, explicó Georgina Martínez Montes de Oca, de la Facultad de Psicología de la UNAM

“El amor siempre tiene cierta dosis de autoengaño, pero cuando se trata de aquél por internet, puede ser aún mayor, porque al no tener a la persona de frente, con frecuencia solemos idealizarla y damos más peso no a que quien está del otro lado de la pantalla es real, sino a lo que queremos creer”, explicó Georgina Martínez Montes de Oca, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Atrás quedaron las largas cartas de amor estampadas con un matasellos, o permanecer en casa en espera de que el teléfono repique, “porque los celulares y el mail han venido a cambiar esto, y nuestras relaciones se adaptan a las nuevas tecnologías; a fin de cuentas, el amor y sus apoyos son muchos, y la red es uno de ellos, de ahí que haya tantos ‘noviazgos’ hoy, por esa vía”.

A decir del psicólogo Robert Stenberg, expuso Martínez Montes de Oca, el amor consta de un triángulo conformado por el compromiso, la pasión y la intimidad, “pero en lo tocante a las relaciones virtuales, usualmente uno de estos elementos, el que tiene que ver con el ingrediente erótico, queda escindido… A veces los triángulos no tienen tres lados”.


“Tus ojos ni siquiera voltearon hacia mí”

Una experiencia que usualmente resulta desde incómoda hasta dolorosa es estar con una persona y que ésta tenga los ojos y manos puestas en el celular en vez de depositar su atención en la persona que tiene en frente, “y eso pasa porque los humanos somos seres de la mirada, somos los únicos animales que necesitan sentirse observados”.

Y justamente ése es uno de los elementos que más hacen falta en este tipo de relaciones en el ciberespacio, “que a veces son tan endebles, que hace falta que uno en la pareja deje de contestar para que el vínculo se cimbre”.

Uno de las conductas que cada vez se observan más es precisamente no contestar los mensajes o el chat, “lo que a fin de cuentas es una actitud controladora que puede generar, en el otro, verdaderos sentimientos de angustia. De ahí, el auge que han tenido aquello servicios que ofrecen revelar ‘quién te ha borrado del messenger’”.

Al respecto, la académica abundó que este tipo de respuestas refiere que, aunque las relaciones son virtuales, los miedos que solemos exhibir no lo son.

“Eliminar a alguien como contacto (una situación que se ha vuelto tan común que incluso en inglés ya hay una palabra específica para designar este acto, defriend) nos remite a uno de los temores que más nos conmueven, el de morir en la memoria del otro, como señalaba el psicoanalista austriaco Igor Caruso en su ya clásico La separación de los amantes”.

Sin embargo, no todo en las relaciones virtuales es malo; “el internet es también una vía de comunicación y hay muchas parejas que, a la larga, han decidido conocerse y han resultado ser compatibles, todo es cosa de que dos individuos coincidan y se planteen seriamente ¿qué tipo de historia queremos escribir a partir de ahora?”, apuntó.

Para finalizar, Martínez Montes de Oca indicó que para que este tipo de vínculo funcione es necesario dejar de ser como esa persona que ignora a quien tiene cerca por mensajear en el celular, “quizá la respuesta sea dejar de observar la pantalla de la computadora y levantar los ojos para ver a alguien real, a fin de cuentas somos humanos, y como dije antes, los humanos somos seres de la mirada”.

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Fotos

Crecen las relaciones virtuales por Internet.