• Se requiere poner el acento
en la prevención del consumo, afirmó el presidente
de la Asociación Internacional de Universidades
• Continúan los trabajos del tercer simposium Los retos
de la salud en México, del ciclo Las ciencias en la UNAM.
Construir el futuro de México
Cualquier solución que se vislumbre
a largo plazo para el problema de las drogas pasa, forzosamente, por
la reducción de la demanda en los principales países
consumidores, donde “está el gran negocio”. Se
requiere el acento en la prevención, afirmó el presidente
de la Asociación Internacional de Universidades, Juan Ramón
de la Fuente.
En la conferencia magistral ¿Qué
hacemos con las drogas?, en el marco del tercer simposium
Los retos de la salud en México, el ex rector resaltó
la importancia de la educación, la investigación, la
cultura y la atención oportuna a quienes, en forma inicial,
experimentan con esas sustancias.
Al participar en el ciclo Las ciencias
en la UNAM. Construir el futuro de México, expuso que
no se trata de abandonar el combate al crimen organizado, ni ceder
ante sus efectos más graves, sino reconocer que si no hay un
esfuerzo sostenido para reducir el consumo, es poco probable que se
logre un verdadero avance social.
En su exposición en el auditorio
Raoul Fournier, sostuvo que hoy el tema de las drogas se vincula
al crimen y no se le considera un problema de salud pública;
además, las políticas vigentes son insuficientes y no
están dando resultados.
El enfoque de la salud pública, abundó,
es más realista que el de “guerra”. Las acciones
preventivas, educativas y terapéuticas pueden ser más
efectivas para modificar las condiciones sociales que propician, generan
y mantienen el consumo.
Por su parte, el director de la FM, Enrique
Graue Wiechers, recordó que a raíz de que la drogadicción
se volvió un problema de salud pública, esas sustancias
fueron prohibidas. Con ello, sobrevino el problema del mercado negro
y el narcotráfico, y el elevado gasto para su control.
Panel de discusión
En su participación en el panel de
discusión, María Elena Medina Mora, miembro de la Junta
de Gobierno de esta casa de estudios, consideró que la cárcel
no es la solución a la drogadicción, porque quien la
padece sufre pérdida de voluntad. “Es preciso luchar
contra el estigma de delincuente que pesa sobre el adicto”.
El tratamiento, dijo, es la solución,
y deben buscarse alternativas a este problema de salud; además,
es necesario invertir más en tratamiento y prevención,
y crear programas basados en evidencia y en ciencia.
En su oportunidad, Gerhard Heinze Martín,
jefe del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM,
señaló que, si bien es cierto que hasta el momento se
conoce cómo funcionan las drogas, se ha investigado poco sobre
la salud mental del individuo antes de consumirlas.
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