Boletín UNAM-DGCS-029
Ciudad Universitaria
11:00
hrs. 15 de enero de 2011

Enrique Ramón Ángeles Anguiano


OBTIENE CUAUTITLÁN PATENTES CONTRA HELICOBACTER PYLORI Y ANTIHIPERTENSIVOS

 

• Se otorgaron al laboratorio de Enrique Ramón Ángeles Anguiano, y están en proceso dos más contra garrapatas y cáncer
• El fundador y encargado del Laboratorio de Química Medicinal de FES la UNAM, obtuvo el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2010, que otorga el gobierno mexiquense

El fundador y encargado del Laboratorio de Química Medicinal de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, Enrique Ramón Ángeles Anguiano, cuenta ya con dos patentes: antibióticos contra helicobacter pylori, y otra, casi en proceso final de registro, de nuevos compuestos como antihipertensivos en problemas cardiovasculares.

A ellas, se sumarán dos más, una contra garrapatas, que es un grave problema en el norte del país, y otra contra cáncer (en general). Asimismo, en este momento, su laboratorio cuenta con 54 compuestos activos a partir de modelos basados en la estructura química de productos naturales y/o comerciales.

Además, Ángeles Anguiano, investigador con una sólida formación académica y reconocida trayectoria de más de 30 años en la UNAM, obtuvo el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2010, en la categoría de Ciencias Naturales y Exactas, en la modalidad de Ciencias, que otorga el gobierno del Estado de México, a través del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.
Su principal línea de estudio es la síntesis de compuestos para nuevos medicamentos en el tratamiento de parasitosis, infecciones bacterianas, enfermedades cardiovasculares y como antineoplásicos, antihipertensivos y antivirales.

Egresado de la segunda generación de la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo de la entonces Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENEP) Cuautitlán, hoy Facultad; maestro en Química Orgánica con la especialidad de Productos Naturales por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, y doctor en Ciencias Químicas por la UNAM, el científico inició su carrera académica en abril de 1979, en el Laboratorio de Química Orgánica, como ayudante de profesor.

Hoy, cuenta con un grupo de investigación donde “utilizamos tecnología de punta, como la supercomputadora Kam Balam de esta casa de estudios, para hacer el diseño de nuevos fármacos”. También, la síntesis o preparación de compuestos en laboratorio, que se caracterizan por métodos espectroscópicos para asegurar que su estructura química sea la correcta y la pureza adecuada.

En la red multidisciplinaria e interinstitucional de más de un centenar de integrantes que él mismo ha fomentado, también participan la Facultad de la Medicina de la Universidad Nacional, y otras instancias del Instituto Politécnico Nacional, como el Centro de Investigación y Estudios Avanzados y la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, además de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Iztapalapa.

Se trata de consolidar colaboraciones en España y Estados Unidos, “pero son procesos que llevan mucho tiempo, debido a un tema que nos agobia: el insuficiente presupuesto que el gobierno federal otorga a la investigación y la ciencia”.

Para diseñar un fármaco, explicó, se debe estar consciente del problema a atacar. Un ejemplo es el éster del ácido caféico (CAPE), producto natural que se encuentra en la jalea real de las abejas; este compuesto, que descubrió Saúl Villa Treviño, del CINVESTAV, tiene propiedades contra el cáncer hepático.

De ese modo, “simulamos su estructura en la computadora y vemos sus interacciones con los receptores químicos en el organismo. Así, se determina qué características debe contener el compuesto para tener actividad biológica”, acotó.

Luego, también en el ordenador, se realizan modificaciones y se simula la interacción con los receptores. El resultado de los cambios “virtuales” es una lista de compuestos potencialmente activos. “Al preparar algunos de ellos y llevarlos a prueba, se descubrió una efectividad mayor a la del producto natural, a un costo menor y mediante una preparación fácil”.

Además, los resultados preliminares indican que su toxicidad es muy baja. “Este es sólo un ejemplo, y en ese mismo tenor, están los diferentes compuestos que trabajamos”.

Antaño, recordó Ángeles Anguiano, la obtención de compuestos químicos con actividad biológica se hacía aleatoriamente, se preparaban mil y se mandaban probar para saber cuáles eran activos; hoy, el ahorro de tiempo es considerable mediante el uso de las computadoras.

La intención, sostuvo, es transferir la tecnología a la industria, para ello, se requieren más recursos que permitan a las investigaciones tener un ritmo más dinámico y un alcance mayor del que se tiene en este momento.

Por último, el universitario expuso que el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2010 es “una satisfacción, pero no es una distinción sólo para mí, porque esta trayectoria de más de tres décadas no sería posible sin mis alumnos y colaboradores, así como el apoyo de la familia. Es un reconocimiento para el grupo”.

 

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Fotos

Enrique Ramón Ángeles Anguiano, encargado del Laboratorio de Química Medicinal de la FES Cuautitlán.