• Producidos por los humanos,
esos eventos deslumbran e intoxican a los pájaros, que mueren
tras chocar con edificios, vidrios y árboles, dijo Juan Carlos
Morales Luna, de la Clínica de Aves de Compañía
y Silvestres de la UNAM
La intensa emisión de luces artificiales
en las ciudades, los fuegos pirotécnicos característicos
de festejos como el del Año Nuevo y las emisiones contaminantes
causadas en las urbes por el transporte, y en el campo, por los fertilizantes
químicos, deslumbran e intoxican a las aves, y propician su
muerte tras chocar con edificios, vidrios y árboles, afirmó
el médico veterinario Juan Carlos Morales Luna, de la Clínica
de Aves de Compañía y Silvestres de la UNAM.
“Existen también factores naturales,
como los relámpagos y la caída de meteoritos, que afectan
a estas especies, pero cada vez es más frecuente la muerte
de grupos de aves, especialmente diurnas, asociada con factores producidos
por los seres humanos”, añadió el investigador
de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ).
Cambios drásticos, como el calentamiento
global del planeta, también generan serios daños, adaptaciones
y modificaciones en las aves migratorias.
“En un estudio que realizamos en la
UNAM a aves de compañía que viven en jaulas detectamos
que se arrancan las plumas cuando están muy expuestas al Sol,
pues los rayos ultravioleta las afectan y causan ansiedad”,
comentó.
Ante eventos peligrosos, como los incendios
y los temblores, las aves son especialmente sensibles y reaccionan
de forma inmediata; vuelan hacia otro sitio y salvan sus vidas, pero
ante la emisión de luz se asustan, desequilibran y chocan,
advirtió el especialista.
Un evento de este tipo pudo ser el causante
de la muerte masiva de tres mil mirlos en Arkansas la noche de fin
de año, caso que se repitió con una parvada de 500 aves
de la misma especie en un pueblo de Louisiana, ubicado a 500 kilómetros
del poblado donde ocurrió el primer incidente.
Necropsias de mirlos en EU
Morales Luna destacó que se requieren
necropsias y análisis químicos del diez por ciento de
las parvadas fallecidas en Estados Unidos para conocer con exactitud
las causas de las muertes masivas de mirlos.
Los estudios de patología podrán
precisar si los decesos se asocian con algún tipo de toxicidad
o con emisiones luminosas muy intensas, añadió el experto.
Los mirlos son una especie diurna, de tamaño
mediano, de unos 25 centímetros de diámetro, y son populares
en zonas arboladas de las ciudades y del campo.
Morales Luna consideró importante
hacer conciencia de los daños que los seres humanos causamos
a otras especies, incluso cuando están en libertad.
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